29 de junio de 2001. |
********************************************************************** E D U C Y T ********************************************************************** Noticias de Educacion, Universidad, Ciencia y Tecnica ______________________________________________________________________ 29 de junio de 2001 Año 4 Nro. 159 Segunda sección _______________________________________________________________________ %%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%% INDICE %%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%% --------------------------- CIENCIA Y TECNICA ----------------------- OLFATO DIGITAL por Susana Gallardo (CDCT, FCEyN-UBA) LLEGANDO AL "NATURE" POR LOS CAMINOS DEL HAMBRE Entrevista al químico Marcelo Rubinstein Por Fabio Cohene DESCONGELAN CARGOS EN EL CONICET EFEMÉRIDES ----------------- CURSOS, BECAS, SEMINARIOS, CONCURSOS --------------- CURSOS, BECAS, SEMINARIOS Generales, Educación, Ciencias Sociales, Ciencias Exactas e Ingeniería, Ciencias Naturales, Ciencias de la Salud. Arte, Arquitectura y diseño %%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%% --------------------------- CIENCIA Y TECNICA ----------------------------- [] OLFATO DIGITAL por Susana Gallardo (CDCT, FCEyN-UBA) sgallardo@bl.fcen.uba.ar ¿Cómo saber si el pescado recién comprado es fresco, pasó dos días en una heladera, o, aún peor, sufrió una interrupción de la cadena de frío? Un equipo de investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEyN) de la Universidad de Buenos Aires, desarrolló un dispositivo electrónico que permite "oler" el pescado y saber con precisión cuántas horas pasaron desde el momento en que el pez salió del agua. La nariz electrónica desarrollada por el doctor Martín Negri y su equipo de colaboradores, del Departamento de Química Inorgánica de la FCEyN, consiste en una caja de acrílico que posee en su interior un conjunto de sensores que convierten el olor en una señal eléctrica que es medida en una computadora. Ésta procesa los datos y efectúa un gráfico que representa la huella digital del olor. "Desde hace algunos años distintos grupos de investigación en el mundo están desarrollando dispositivos que se inspiran en el sistema olfativo de los mamíferos superiores", explica Negri. Así como la nariz humana cumple su función mediante millones de células receptoras, el olfato artificial se vale de un conjunto de sensores, de diferentes materiales. Imitando la nariz humana ¿Puede la nariz artificial equipararse con la humana? Hay sustancias, o compuestos como el monóxido de carbono, que la nariz humana no detecta, y sí lo puede hacer una electrónica. Por otro lado, hay matices que un catador de vinos entrenado puede distinguir, y los dispositivos electrónicos todavía no han logrado diferenciar. Actualmente existen sensores que detectan, por ejemplo, una pérdida de gas. Se trata de un material que reacciona frente a determinado compuesto. Sin embargo, para conocer el estado de descomposición de un pescado, o la diferencia sutil entre un vino y otro, son necesarios varios sensores que respondan de manera diferente a la concentración en el aire de diversos compuestos químicos volátiles. "La clave de una nariz electrónica es la presencia de varios sensores, de diferentes materiales, que reaccionan de manera distinta frente a las moléculas emitidas por el producto que queremos detectar", señala Negri. Cada sensor, de un material orgánico o inorgánico (un óxido, un polímero conductor o un material semiconductor) cambia alguna de sus propiedades físicas cuando las moléculas de un gas se depositan sobre él. Hay un intercambio de electrones entre el sensor y el gas, lo que produce, por ejemplo, una modificación en la conductividad eléctrica, la cual es registrada por un equipo electrónico como una señal de determinadas características. Las señales producidas por los distintos sensores son analizadas por un procesador de datos. Asimismo, la computadora posee una memoria donde se encuentra registrada la respuesta de los distintos sensores a una gama determinada de compuestos químicos. Según pasan las horas A medida que el pescado se va descomponiendo, emite diferentes compuestos olorosos, cada vez con mayor concentración. El primer día emite ciertas especies químicas; el segundo día emite las mismas, pero con mayor concentración, y también empieza a producir nuevos compuestos. A diferencia de algunos equipos comerciales que ya existen, costosos y de gran tamaño, el dispositivo desarrollado en la Facultad de Exactas es pequeño (del tamaño de una caja de zapatos), transportable (puede estar conectado con una computadora lap top) y, lo principal, es económico. Además, puede manipularlo un técnico en un supermercado o, también, una persona en su casa. Este dispositivo no puede identificar el tipo de compuesto que produce el olor ni la concentración en que se encuentra. Y, en este sentido, opera de la misma manera que el olfato y el gusto humanos, que pueden distinguir lo dulce de lo salado, o lo ácido, e, incluso, diferenciar la acidez del limón de la del vinagre, pero no puede determinar, por ejemplo, la concentración de ácido acético. Para indagar el tipo de compuesto y su concentración existen instrumentos que emplean otra tecnología. Son los que se usan, por ejemplo, para analizar los contaminantes en la atmósfera. Negri y su equipo están desarrollando una nariz electrónica apta para distinguir matices en las esencias y, de este modo, operar en el control de calidad en la fabricación de perfumes y productos cosméticos. "Estamos en conversaciones con una industria de perfumes", comenta el investigador, y agrega: "La inversión sería mínima. Queremos apuntar a vender un equipo barato a pequeñas empresas". Este equipo resolvería muchos problemas en el control de calidad, y abarataría costos. Negri va a presentar su dispositivo para controlar la calidad de los perfumes en el Décimo Quinto Congreso Latinoamericano e Ibérico de Químicos Cosméticos, que tendrá lugar en Buenos Aires en el mes septiembre próximo. El investigador destaca que el diseño de una nariz electrónica es un trabajo interdisciplinario. Participan los químicos, probando y desarrollando materiales para sensores; los físicos e ingenieros electrónicos, en lo que se refiere a los circuitos y chips del hardware; expertos en sistemas, que trabajan en el software; y los especialistas en estadística, que analizan y procesan los datos. El software de estos dispositivos consiste en un sistema de redes neuronales, estructuras que recrean la forma en que se conectan las neuronas humanas. Este sistema emula los mecanismos mediante los cuales el cerebro humano compara los olores nuevos con los almacenados en la memoria. Los investigadores se proponen perfeccionar estos instrumentos. La idea es obtener dispositivos más pequeños, y más específicos, es decir, que permitan reconocer diferencias y matices más sutiles. Para ello, trabajan en el desarrollo de materiales más sensibles. Dispositivos cada vez más pequeños Hoy se busca desarrollar sensores cada vez más pequeños, con el fin de que todo el dispositivo pueda caber en un chip. De este modo, se podrían ampliar las aplicaciones. Según señala un artículo de la revista New Scientist, la idea es colocarlos, por ejemplo, en hornos, heladeras, automóviles y hasta teléfonos. Incluso, se podría fabricar un pequeño dispositivo que permitiera evaluar la calidad de un vino desconocido, servido en una fiesta, con sólo acercarlo a la copa. Si se prende la luz verde, todo está bien. Pero si se enciende la luz roja, mejor abandonar la copa con disimulo sobre una mesa. El sueño de muchos investigadores es llegar a imitar el olfato de los perros, que pueden rastrear el olor de la presa de caza a lo largo de kilómetros a través del campo. La nariz del perro tiene la particularidad de detectar un gran espectro de olores con gran precisión, aunque se trate de una pequeña cantidad de moléculas dispersas en el aire. Lo que resulta paradójico para los científicos que se proponen emular el olfato del perro, es que éste puede oler casi todo, y puede hacerlo con una gran especificidad. Las narices electrónicas emplean redes neuronales para aprender los patrones de respuesta asociados con los diferentes olores. Y, antes de ser puestas a trabajar, las narices tienen que entrenarse en la percepción de determinados olores. Por ejemplo, en el proceso de elaboración de cerveza puede producirse una falla en el sabor debido a la presencia de un compuesto químico. Con el fin de que estos dispositivos puedan detectar si hay una partida de bebida mala, el primer paso es exponer la nariz electrónica a la cerveza que posea dicho compuesto, y a partidas que no lo posean. Luego de sucesivas exposiciones, la nariz ya está en condiciones de diferenciar la presencia o ausencia del compuesto. En los seres humanos el hardware del olfato reside en, aproximadamente, diez millones de células sensoras, cada una de las cuales está equipada con alrededor de mil tipos diferentes de receptores químicos. Al aspirar, las moléculas del olor son atrapadas por diferentes receptores particulares, que disparan una variedad de señales eléctricas que son enviadas al cerebro. Los seres humanos pueden percibir un amplio espectro de olores, por ejemplo un bebé de pocos días puede reconocer a su madre por el olor, así como el perro puede reconocer el olor de su amo. Lo que los investigadores se proponen es lograr una mayor especificidad. Si una nariz puede diferenciar un vino de otro, se busca que además el sistema determine qué compuestos se encuentran en cada uno de los vinos, y en qué concentración. Básicamente estos instrumentos tendrán una aplicación fundamental en los sistemas de control de calidad en la fabricación de bebidas y alimentos. Las narices electrónicas tal vez se hallen todavía lejos de imitar el olfato de un perro, capaz de reconocer a la distancia el olor de su amo, o de alcanzar la sensibilidad de un experimentado catador de vinos. No obstante, los nuevos dispositivos se convertirán en herramientas indispensables para controlar, con precisión y más allá de las subjetividades humanas, la calidad de bebidas, alimentos y otros productos, como los perfumes. /// [] LLEGANDO AL "NATURE" POR LOS CAMINOS DEL HAMBRE Entrevista al químico Marcelo Rubinstein Por Fabio Cohene (fcohene@de.fcen.uba.ar) A fines de mayo de 2001, una noticia poco común aterrizó en el campo científico argentino: la prestigiosa revista Nature había publicado un paper en el que como coautor aparecía un investigador argentino, Marcelo Rubinstein. Marcelo Rubinstein se graduó como licenciado en Química en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA en 1986, y se doctoró en el Instituto de Investigaciones Farmacológicas de la facultad de Medicina - UBA en 1989. Realizó un post doctorado en Portland, Oregon trabajando junto al neuroendocrinólogo molecular Malcolm Low, el otro coautor del paper citado. Actualmente se desem-peña como investigador en el Instituto de Ingeniería Genética y Biología Molecular (INGEBI, CONICET y FCEyN-UBA), donde dirige el Laboratorio de Animales Transgénicos, creado por él. Además es profesor con dedicación exclusiva en el Departamento de Biología de la FCEyN -UBA. Lo relevante del descubrimiento fue desentrañar los circuitos de control de la alimentación a nivel cerebral . En las investigaciones se utilizó un ratón transgénico creado por el propio equipo de Rubinstein, que posee la particularidad de tener marcadas de verde fluorescente las neuronas sometidas a estudio. Hasta el momento se sabía que estaban involucradas dos hormonas: la leptina, conocida desde 1994 y que es producida por las células grasa del cuerpo, circulando a nivel periférico; la segunda es la alfa MSH, secretada por el hipotálamo y la hipofisis, que desde el año 1997, se sabía que actuaba sobre los receptores neuronales de la sensación de saciedad. A partir de una idea y con el modelo aportado por el grupo argentino, mediante ensayos de electrofisiología que estuvieron a cargo del grupo estadounidense, se lograron dilucidar las diferentes señales que determinan la sensación de saciedad. El circuito descripto es el siguiente: La leptina, llega al hipotálamo y allí, al actuar sobre receptores del núcleo arcuato, genera una señal eléctrica, que opera como disparador de una proteína llamada POMC (Pro Opio Melano-cortina). Esta proteína posee la particularidad de poder ser cortada en diferentes pedazos más pequeños, llamados péptidos, cada uno de los cuales posee propiedades distintas. Entre los productos, se halla la Hormona Estimulante de Melanocitos o a MSH. Como su nombre permite vislumbrar esta hormona posee la función de estimular la producción de melanina, sustancia decisiva en la pigmentación de piel, ojos y cabellos. Y así lo hace, cuando es segregada por la hipófisis, fuera del cerebro. Sin embargo, la alfa-MSH segregada por el hipotálamo (dentro del cerebro) es un potente anorexígeno (represor de la sensación de hambre) y por ende, principal responsable del control cerebral de estas sensaciones. Educyt- ¿Qué significa publicar en Nature? M. Rubinstein- Es la revista en la que todo científico sueña publicar, pero sobre todo es una pauta para estar seguro de que aquello en lo que uno trabaja está en las fronteras del conocimiento, tiene un interés general que produce beneficio a toda la comunidad científica. E- ¿Le da algún beneficio concreto esta publicación ? R- En el mundo científico hay una frase inglesa que es muy tajante "publish or perish" (publicar o perecer), que describe bien el destino del investigador. Esto es así porque la financiación de la ciencia se estructura en base a subsidios, para los cuales existe mucha competencia. En particular para el trabajo sobre la cual publicamos tengo un financiamiento de la Agencia, un subsidio especial de la fundación Antorchas y uno anual de UBACYT. Entonces, existe la necesidad de obtener buenos resultados en el laboratorio, de publicar bien para a su vez obtener nuevos financiamientos. Haber publicado en Nature es un buen indicativo de que el dinero que se nos concedió se usó en forma razonable y nos sitúa en posición ventajosa para hacer nuevos pedidos. Sin embargo, no hay que pensar que tengo el futuro asegurado. No sería la primera vez que alguien se presenta con antecedentes de excelencia a pedir fondos para investigar en un nuevo proyecto y se lo niegan porque no resulta interesante al evaluador de turno. Por eso diría que para lo que más sirve es para incentivar a los becarios y al propio laboratorio, y confirmar que hacemos ciencia de punta. Esto no es menor en un contexto como el argentino donde los investigadores suelen manejarse con un criterio más bien autocomplaciente: escudados en la falta de presupuesto, en las malas condiciones de infraestructura, producen ciencia de un nivel bastante pobre. E.- ¿Cuán difícil es publicar en Nature? R- Es que cuando uno envía un trabajo a la revista, se sabe que lo más probable es que no lo acepten. Sobre todo en el caso de investigadores sin cartel. Distinto es el caso de algún Premio Nobel o gente acostumbrada a publicar seguido en las grandes revistas. Allí son ellas mismas quienes se favorecen con que esos científicos destacados aparezcan en sus páginas. Pero cuando un trabajo aparece en Nature, eso tiene inmediata repercusión en los diarios locales. Estos están ávidos de que algún argentino, sea científico, deportista o artista obtengan logros. En todo caso, me sorprendió que en mi caso la noticia fuera tapa de La Nación. E.- Para realizar el experimento al que nos referimos utilizaron un ratón tránsgénico hecho por ustedes mismos. ¿ Cuánto tiempo les llevó desarrollarlo? R.- Es difícil decirlo exactamente. Hicimos el transgénico con unas secuencias regulatorias que permitían mandar cualquier transgen a las neuronas, las cuales obtuvimos y aislamos en 1993 con Juan Yan, un becario mío. Luego en 1997, con Marcelo Cerdan empezamos a probar con distintos transgenes. Paralelamente un grupo de la Univ. de Seattle descubrió que estas neuronas tenían receptores de leptina. Entonces nos percatamos que utilizando los conocimientos que teníamos podíamos generar un modelo para estudiar fisiológicamente las células y ver que les pasaba cuando se les aplicaba leptina en un corte de cerebro. No podíamos realizar esos estudios por nosotros mismos, no por falta de fisiólogos, sino por falta de infraes-tructura para hacerlo. Es así que el proyecto se mudó a EE.UU. donde el grupo de Malcolm Low hizo todas los experimentos y mediciones usando nuestro modelo. E.- ¿ El modelo fue patentado? R.- No, porque se utilizan elementos como la proteína marcadora verde fluorescente que ya posee patente de Clontech. Lo que hicimos fue licenciarlo para que si alguna empresa quisiera usarlo, mediante el pago de la licencia pueda hacerlo . E.- ¿Cuál fue el aporte novedoso que realizaron? R.- La determinación de cómo trabajan todos los elementos involucrados en el control de saciedad. Armamos una parte del circuito, que es muy complicado, por el cual la leptina induce la liberación de alfa MSH. E.- ¿Cuáles son los siguientes pasos que pueden desprenderse de tu descubrimiento? R.- Me imagino dos opciones: la primera es seguir avanzando en los circuitos; ver esta neurona con que otra se conecta. Esto es un trabajo de electrofisiología en el cual está muy interesado de abordar el grupo de Portland, Oregon. La segunda es la parte genética, de la cual nos ocupamos y en la cual ya tenemos resultados preliminares muy interesantes. Trabajamos sobre el gen de POMC (Pro Opio Melanocortina), que codifica para alfa MSH, porque pensamos que es uno de los genes, cuyas mutaciones están más relacionadas a la obesidad familiar. Hasta hoy no se conoce ningún gen que tenga esta característica y el nuestro es el mayor candidato. A esta altura, nosotros creemos saber donde está la mutación aunque no sabemos cuál es. A esto estamos fuertemente dedicados. E.- Como señalás son claras las aplicaciones prácticas que brinda tu descubrimiento, ¿se acercó a ustedes alguna empresa interesada? R.- No, que yo sepa. Hubo un contacto de una empresa biotecnológica estadounidense, pero para utilizar el transgénico en sus propias investigaciones de testeo de drogas. Como el modelo lleva elementos de Clontech, y ésta pide mucho dinero para vender su parte del modelo, por ahora el acercamiento se frustró. E.- En el primer mundo, desde hace un tiempo, se ha venido dando un fenómeno por el cual los investigadores abandonan las universidades para formar sus propias empresas. ¿ Ud. cree que podría hacer lo mismo en nuestro país? R.- Unos 15 o 20 años atrás, un científico que tuviera alguna vinculación con alguna empresa privada era un traidor, una especie de hereje. Te puedo dar como ejemplo el caso de quien fuera mi director de tesis doctoral, el farmacólogo Francisco Stéfano. En 1987 fue contratado por el laboratorio Beta, mientras se desempeñaba como investigador principal del CONICET. A consecuencia de esa contratación, se generó un movimiento en el CONICET que lo obligó a renunciar a su cargo porque su gesto era asimilable a una herejía dentro de una orden monacal. En la actualidad, todas las universidades europeas, estadounidenses e incluso argentinas, están desarrollando un departamento de transferencia tecnológica que estimulan a los investigadores a generar recursos económicos a partir de sus descubrimientos básicos. Existe un convencimiento por parte de todos los jugadores del mundo científico y tecnológico, productivo, industrial de que la ciencia genera riqueza. Las universidades han percibido este fenómeno y tratan de evitar desangrarse de sus investigadores y de las patentes de los descubrimientos hechos por ellos. Entonces arman sus propias oficinas de patentes. En este aspecto, en Argentina hay una deuda pendiente. Porque un científico nacional enfrentado a la situación de decidir donde patenta su descubrimiento, si aquí o en el exterior, está frente a un dilema. Porque si quiere patentarla acá se topa con que no existe un sistema ágil para que la patente salga rápido, sea fuerte, sea bien elaborada y defendida por un equipo de abogados especialistas. Porque el aspecto primordial de una patente no es su obtención sino su fortaleza, su grado de inviolabilidad . Por otra parte, el elemento limitante para que los científicos aprovechen económicamente sus ideas no está en los investigadores sino en la carencia de inversores interesados. E.- ¿Ud. es de los que piensan en emigrar? R:- No. Trabajo en un laboratorio que posee una cantidad de recursos razonable como para poder avanzar, pero no lo suficiente para hacerlo a un nivel internacional. La mayor incomodidad reside en estar en un sistema muy empobrecido. En este contexto mi laboratorio es uno de los que más se destaca en cuanto a recursos, dentro de la comunidad. Pero no somos un compartimiento estanco. Nosotros podemos no contar con un determinado instrumental, pero en la medida de que éste exista en otro laboratorio del sistema, vamos a poder utilizarlo de todas maneras, como de hecho ocurre. De ahí la importancia de que los laboratorios estén bien abastecidos, que se cuente con un buen equipamiento e infraestructura y que esté inserto en una red en la que todos los integrantes estén relacionados. Si esto ocurriera todos nos beneficiaríamos. En este contexto mi laboratorio es como un auto último modelo que transita por caminos no pavimentados, llenos de piedras y de pozos : no lo puedo aprovechar integralmente. /// [] DESCONGELAN CARGOS EN EL CONICET El Conicet descongeló vacantes y entranrán 160 científicos seleccionados en 1999 que habían ganado el concurso para ingresar a la carrera de Investigador. También incorporarán a 75 técnicos y se anunció la entrega de 30 becas. Los investigadores reclaman que esto no es suficiente «Hemos logrado descongelar 235 vacantes en el Conicet», anunció Adriana Puiggrós, titular de la Secretaría para la Tecnología, la Ciencia y la Innovación Productiva (SETCIP). Esta medida beneficiará a parte de los 160 investigadores que en 1999 habían sido seleccionados para incorporarse a la carrera de Investigador del Conicet, y no pudieron hacerlo por estar congelado el ingreso. Los investigadores reunidos fuera del edificio de la SETCIP, en Córdoba 831, relativizaban los alcances del anuncio. «Creo que llegamos dos años tarde. Muchos de los investigadores que ganaron su concurso en 1999 no pudieron esperar y ya se fueron a vivir al exterior», le dijo a Clarín, Cristina Ibarra, investigadora del Conicet. A las 160 vacantes descongeladas para investigadores se sumaron otras 75 vacantes destinadas para personal técnico. Puiggrós también comunicó la entrega de «30 becas especiales extraordinarias de posdocto-rado, para los investigadores que hayan finalizado ese beneficio en julio de 2000» y dijo que «se les mantendrá el mismo salario desde el 1° de julio al 31 de diciembre del presente año». «Está a punto de aprobarse una ley marco (de ciencia y tecnología) y el 20 de julio estará listo el Plan Nacional de Ciencia y Tecnología diseñado por una comisión de notables, además de otras iniciativas, como un mecenazgo para la investigación». El titular del Conicet, Andrés Carrasco explicó que junto a Economía y Función Pública «se buscará la manera de empezar a cubrir las vacantes a medida que aparecen». También anunció que «1.300 científicos con el salario de junio recibirán una bonificación especial de entre 1.200 y 1.300 pesos en concepto de retribución por antecedentes previos», un beneficio que se derogó entre los años 96 y 97. «Carrasco prometió, cuando asumió, que se derogaría el quite a los salarios que hizo Machinea y todavía la gente de CONICET está esperándolo. Carrasco también dijo que no se iba a realizar el recorte sobre el presupuesto del Conicet que forzó la renuncia de Jacovkis y el recorte se llevó a cabo» se quejaba uno de los investigadores que manifestaban en las puertas del organismo. Respecto de si se iba cubrir la falta de llamado a concurso ocurrida en el 2000, Carrasco se limitó a responder que «no hay manera real de volver para atrás», y que este año ya está en marcha el llamado a concurso para, aproximadamente, otros 160 investigadores. «Nuestra aspiración es que el año que viene se nos habiliten nuevos descongelamientos de las vacantes que se vayan produciendo o se nos permita aumentar los cargos», dijo. Carrasco insistió en que «si se me permite ejecutar todo el presupuesto 2001, el Conicet llegará a fin de año con las deudas saldadas sobre becas y subsidios». El descongelamiento de las 235 vacantes implica una partida de 7 millones de pesos «ya incluidos en el presupuesto del Conicet», dijo. La Coordinadora del Conicet no quedó satisfecha con los anuncios. Los investigadores, que luego le entregaron un petitorio con más de 1.300 firmas, desplegaban una bandera reclamando más presupuesto para la ciencia y la tecnología. «En Brasil se destina el 1,5 del PBI a la investigación de Ciencia y Tecnología, en Chile es el 1,2 y aquí no llega al 0,4, cuando este Gobierno prometió elevarlo al uno por ciento», recordó Norma Sánchez, investigadora platense. Según la Coordinadora, ni la ley marco ni el Plan Nacional de Ciencia y Tecnología cambiarán el cuadro de situación que vive el sector. «Hace falta más presupuesto para investigación. Nada de eso se dijo en esta conferencia de prensa», coincidieron varios investigadores. Este año, el sistema científico-tecnológico de la Argentina recibiría, si el dinero realmente le llega, unos 800 millones de pesos. Es decir, 40 millones más que el año pasado, «pero 70 millones menos que en 1999» destacaba un científico. Si bien es obviamente positivo la incorporación de las 230 personas a las Carreras del CONICET, reconoce la Coordinadora, «los anuncios realizados son claramente insuficientes ya que no resuelven el conjunto de los puntos planteados en el petitorio: el ingreso de 160 investigadores adicionales, a fin de compensar la falta de llamado al concurso correspondiente al año 2000, el pago de los subsidios atrasados, la devolución del 12% recortado a nuestros salarios, la prórroga de la Becas para todos aquellos que se hallan presentado al concurso de Ingreso a Carrera del año 2001, la transparencia en los mecanismos de evaluación en el área y, en términos más generales, el incremento del presupuesto de Ciencia y Técnica al 1%, tal como lo contemplaba la base programática de la Alianza». La Coordinadora gestionó con las autoridades, concretar futuras reuniones en el marco de la SETCIP, a efectos de explicitar cada uno de los reclamos planteados. Asimismo, realizará una reunión en el Aula de Cultura de la Facultad de Medicina de la UBA, el próximo miércoles 4 de julio a las 17.00 hs. /// [] EFEMÉRIDES 29 de junio de 1971: Toda la tripulación de la cosmonave rusa Soyuz 11 fallece durante la reentrada en la atmósfera terrestre. En 1957, fue lanzado el primer satélite artificial de la historia: el Sputnik (Pequeño Camarada), una esfera lisa de 58 centímetros de diámetro y unos 83 kilos de peso con la que se dió el puntapié inicial de la carrera espacial. En los años subsiguientes, se sucedieron nuevos y más asombrosos acontecimientos que acabaron, prácticamente con la capacidad de asombro de la opinión pública, y en los que casi siempre, la URSS llevaba la delantera. Ya en 1961, con 93 satélites en órbita, el Premier soviético Nikita Kruschev, celebró la hazaña del primer hombre en el espacio, el ruso Yuri Gagarin. "Que los capitalistas traten de alcanzarnos" desafió el mandatario comunista. La agencia espacial soviética no tardó en subir la apuesta y muy pronto se halló trabajando para poner al primer hombre en la Luna. El programa Soyuz (Unión), que inició una etapa revolucionaria en materia de tecnología espacial, comenzó con un verdadero desastre, que costó la vida al cosmonauta Vladimir Komarov, único tripulante del Soyuz-1. Este suceso, retrasaría todo el programa lunar soviético, y serían los Estados Unidos quienes ganarían la carrera al poner sobre la Luna a Armstrong y Aldrin, en 1969. Con la Luna perdida, las Soyuz, tercera generación de naves espaciales, con excelente poder de maniobra y dotadas de capacidad para realizar acoplamientos en el espacio fueron destinadas a los desarrollos y estudios en estaciones espaciales. El 6 de junio de 1971, partió la misión Soyuz-11, tripulada por Gheorgy Dobrovoiski, comandante; Vladislav Volkov, ingeniero de vuelo, y Víktor Patsayev, ingeniero de pruebas. Su misión era acoplarse con la estación Salyut-1, cosa que llevaron a cabo con todo éxito, batiendo el récord de permanencia en el espacio. Sin embargo, los problemas que se presentaron con la estación (un pequeño incendio, desperfectos con el telescopio solar, entre otros problemas), obligaron a concluir la misión antes de tiempo. El 30 de junio, a la 1.35, se encendieron los retrocohetes de la nave para comenzar la maniobra de descenso a Tierra, luego de efectuar la orientación de la nave. Todo funcionaba normalmente y durante el tiempo previsto, pero en ese momento se interrumpió la comunicación entre la nave y la base en Tierra. Poco después del frenado aerodinámico en la atmósfera, fue puesto en marcha el sistema de paracaídas, y poco antes del aterrizaje, la tripulación encendió los motores del sistema de descenso suave. La cápsula de descenso hizo un aterrizaje suave, en la ubicación prevista. Inmediatamente después llegó el equipo de recuperación, enviado a recoger a los cosmonautas. Al abrir la compuerta, descubrieron que la tripulación no daba señales de vida. Todos los hombres estaban en sus puestos, muertos. Al parecer, una válvula de presión, falló durante el reingreso del módulo de aterrizaje de la Soyuz, y la descompresión mató a los tres hombres, ninguno de los cuales llevaba puesta la escafandra. Más información: http://www.geocities.com/juniorsalomon/index1.htm http://www.tecnocosmos.com/naves/soyuzt.htm http://www.spacefacts.de/ ALAS ROJAS: "La Carrera Lunar: Crónica Secreta del Fracasado Programa Soviético." Por Manuel Montes, destacado divulgador científico español. Los interesados en esta publicación deben escribir a mmontes@ctv.es /// ----------------- CURSOS, BECAS, SEMINARIOS, CONCURSOS --------------- CURSOS, BECAS, SEMINARIOS Generales, Educación, Ciencias Sociales, Ciencias Exactas e Ingeniería, Ciencias Naturales, Ciencias de la Salud, Arte, Arquitectura y Diseño Estimados lectores de Educyt: en esta oportunidad nos vemos obligados a postergar para el próximo lunes la sección de cursos que enviaremos en una tercera parte de esta edición Nro. 159 de Educyt. Como siempre, si desea consultar la oferta vigente publicada en esta sección en ediciones pasadas de Educyt, puede conectarse a http://www.fcen.uba.ar/prensa y alli hacer click en el botón "agenda". %%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%% Noticias de Educación, Universidad, Ciencia y Técnica Editores: Fernando Demarco Carlos Borches Comite de Redaccion: Patricia Olivella, Fernanda Giraudo, Marisa Iacobellis Iliana Pisarro, Enrique Stroppiana Agradecemos la colaboracion especial de: Daniel Comande (Faro) y la asistencia tecnica de Gabriel Platas Esta publicacion es posible gracias al apoyo de las siguientes entidades: Museo Participativo de Ciencias Secretaria de Extension Universitaria, CBC, UBA. Subsecretaria de Prensa, Ftad. de Cs. Exactas y Naturales, UBA %%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%% |
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