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EL
MINISTRO DELICH ABRIO EL DEBATE SOBRE UNIVERSIDAD
El ingreso irrestricto en duda
El ministro de Educación
sorprendió al proponer que "se podría pensar en limitaciones para
el ingreso a Medicina". Aseguró que se respetará la autonomía pero
aclaró que
"hay que planificar". Autoridades y estudiantes se oponen al retorno
de los cupos.
"Se podría pensar en poner
limitaciones al ingreso en Medicina y, paralelamente, en dar becas
para incentivar carreras como Ingeniería." El ministro de Educación,
Andrés Delich, anunció ayer su intención de que las universidades
nacionales planifiquen la forma de ingreso de los estudiantes. Así,
el funcionario radical, surgido de las filas de Franja Morada, dio
un giro radical frente al principio de ingreso irrestricto que tradicionalmente
defendió el radicalismo. Y desató otra polémica en el ámbito universitario
(ver página 2). También anunció que impulsará una reforma de la Ley
de Educación Superior: "Hay que diseñar una nueva ley que, respetando
la autonomía universitaria, construya un ámbito de planificación de
la educación superior".
Tras cerrar el seminario sobre "El papel del periodismo en la educación",
organizado por el IIPE-UNESCO, la Organización de Estados Iberoamericanos
(OEI) y Educación, Delich dio una conferencia de prensa: "En los últimos
veinte años quedó en evidencia el fracaso del Estado en generar un
espacio donde se planifique la educación superior". Y, sin anestesia,
se refirió al espinoso asunto del ingreso. "Los exámenes de ingreso
son instrumentos de política educativa. Depende de cómo se los use.
Es como un bisturí: puede ser un arma mortal en manos de un loco o
un asesino, o puede estar en manos de un médico para curar a las personas",
explicó, metafórico.
El ministro aclaró que "la planificación del ingreso debe ser una
decisión propia de cada universidad. Hay que pensar políticas de ingreso
dentro de las universidades, pero no como una regla única. La heterogeneidad
de las universidades implica que no se piense en una norma global
de ingreso. No puede haber un ingreso común para todos". "Medicina
es el típico ejemplo de carrera en la que, por la restricción que
existe para disponer de preparados y materiales para todos los estudiantes,
existen limitaciones objetivas para la posibilidad de enseñar", dijo.
Después le apuntó directamente a la unidad académica más grande de
América latina, la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad
de Buenos Aires. "Tenemos que pensar cuántos estudiantes tiene que
tener una facultad o una universidad para conservar la condición de
tal. Hoy tenemos una facultad con más de 40 mil alumnos acá a siete
cuadras. ¿Es razonable?", se preguntó. Y, a continuación, postuló
la posible instauración de restricciones para el ingreso en carreras
muy demandadas (se refirió a Medicina) y, a la vez, ofrecer becas
para fomentar el estudio de otras disciplinas (Ingeniería fue el ejemplo
elegido).
En otro orden, pero en el mismo rumbo que ya había señalado su antecesor
Hugo Juri -quien reapareció junto a Delich para cerrar el seminario
de periodistas- el ex diputado y ex presidente de la federación de
estudiantes de la UBA dijo que impulsará una modificación de la Ley
de Educación Superior (LES) sancionada bajo el menemismo en 1995.
"La ley no se corresponde con este siglo. Eso no quiere decir que
debe derogarse, sino que debe haber una nueva norma." Con ese objetivo,
en los próximos días el ministerio creará una comisión especial, "un
ámbito de consenso" con rectores, actores universitarios y especialistas
en educación, que será presidida por el propio Juri. Mediante la reforma
de la ley, el ministro pretende obtener mayores instrumentos para,
desde el Estado, planificar políticas de educación superior. Cuando
Página/12 le recordó que la LES ya prevé la existencia de los desaprovechados
consejos regionales de planificación universitaria, Delich retrucó:
"Existen, pero no obligan a las universidades a participar de ellos.
El Consejo Interuniversitario Nacional (el órgano que reúne a los
rectores de las universidades públicas) debería ser un ámbito de articulación,
pero no se ha mostrado exitoso en ese sentido, como sí lo ha sido
en la defensa de la universidad pública".
Al final, el ministro también confirmó que avanzará con otros proyectos
iniciados durante la anterior gestión de Educación: seguirán en marcha
los proyectos de desarrollar colegios universitarios y de evaluar
la calidadde la educación que brindan las universidades. "Si medimos
la calidad de la educación básica, ¿por qué los universitarios se
van a sentir mal si los queremos evaluar?".
Después de dos semanas de incertidumbre, quedó confirmado que el área
del ministerio que se ocupa del sistema universitario y los institutos
terciarios, la Secretaría de Educación Superior, seguirá encabezada
por Juan Carlos Gottifredi, quien había presentado su renuncia ante
el Presidente. Además, la secretaría mantendrá su rango, mientras
que la de Educación Básica pasará a ser una subsecretaría.
La decisión de que continúe como el único viceministerio el área de
educación superior muestra que el Ejecutivo quiere "meter mano" en
la reformulación del sistema universitario. El sostenimiento de la
universidad pública implica que el Tesoro destine 1800 millones de
pesos anuales a ese fin. Un monto nada desdeñable para las sumas y
restas de Economía.
Claves
Los estudiantes advirtieron
que como "no pudieron arancelar no pueden venir ahora con los cupos".
Algunos decanos de la UBA
plantearon que analizar el ingreso sin evaluar el contexto al igual
que hablar de planificar "se puede confundir con ajustar".
El ex decano de Medicina,
Luis Ferreira, festejó que "un ministro joven venga con esa idea brillante
que piensa en la comunidad y no en la facilidad de los alumnos".
Página 12 5/04/01
http://www.pagina12.com.ar/2001/01-04/01-04-05/pag03.htm
"No pudieron arancelar,
no vengan a poner cupos"
Javier Lorca
Autoridades y estudiantes,
en diálogo con Página/12, se opusieron, tajantes, a la posibilidad
de instaurar restricciones al ingreso en la universidad pública, dejada
entrever por el ministro de Educación, Andrés Delich. "No pudieron
imponer el arancel, que no intenten ahora poner cupos al ingreso."
"Nadie puede estar en contra de planificar. Pero uno duda porque,
durante el gobierno anterior y en lo que va de éste, siempre se planificó
para ajustar o hacer negociados." Ese fue el tenor de las respuestas
de los universitarios. Sin embargo, todos los consultados se mostraron
dispuestos a debatir una transformación del sistema educativo superior.
Uno de los pocos que ayer festejó las declaraciones del ministro fue
el ex decano menemista de Medicina, Luis Nicolás Ferreira.
"¿Es razonable" una facultad como la de Ciencias Económicas, con más
de 40 mil alumnos en sus aulas?, se preguntó Delich. "El análisis
de si es poca o mucha la cantidad de gente que estudia en Ciencias
Económicas depende de las expectativas que tengamos para el futuro
de nuestro país -retrucó el decano de esa facultad, Carlos Degrossi-.
La cantidad de alumnos que tenemos es incluso insuficiente si la economía
del país va a desarrollarse como esperamos. Por eso, discutir en abstracto
es poco serio." Degrossi dijo que le parece "inconveniente poner cupos
en las carreras". "Pero el Estado podría orientar la demanda hacia
ciertas áreas mediante elecciones estratégicas de desarrollo. Si somos
democráticos, tenemos que dejar optar y confiar en nuestros ciudadanos.
Pero darles la mayor información posible."
"Nadie puede estar en contra de planificar la educación. Si esto se
hace con mayor presupuesto, está muy bien. Pero, con un gobierno que
hace unas semanas nos dijo que iba a recortar y arancelar, uno debe
estar alerta", desconfió el decano de Ciencias Sociales (UBA), Fortunato
Mallimaci. "Hablar de cupos no tiene ningún sentido, si primero no
hablamos de que todos los jóvenes tienen que tener las mismas posibilidades
de estudiar en la universidad", añadió.
Como era previsible, los mayores rechazos se oyeron entre los alumnos.
"La universidad pública necesita reformas, pero siempre sobre la base
de los principios reformistas de autonomía, gratuidad y libertad de
ingreso -se plantó el titular de la Federación Universitaria Argentina,
Manuel Terrádez (Franja Morada)-. Desaprobamos cualquier idea que
tienda a la restricción del ingreso. No nos parece mal planificar,
siempre que no se vaya hacia medidas restrictivas." Más duros fueron
los dirigentes universitarios del Frepaso. "No pudieron imponer el
arancel, que no intenten ahora poner cupos al ingreso. Y que tampoco
se quiera encubrir con esto un proyecto de universidad elitista",
avisó Raúl Sánchez, del Movimiento Nacional Reformista (PSP). Y agregó:
"Pensar en una Argentina más justa y solidaria se contrapone a la
elitización de la universidad pública". Secretario general del Frente
Grande Universitario, Lucas Nejamkis, también se opuso a cualquier
restricción.
Igual, todos se mostraron dispuestos a aceptar la planificación. "Planificar
puede resultar muy bien para salvar la brecha que hay entre la educación
media y la universitaria. Y puede servir como política de retención",
dijo Terrádez. Sánchez admitió: "Queremos debatir la transformación
de la universidad y de la ley, pero el debate sobre la planificación
no se puede limitar a ver cuánta gente tiene cada carrera". "En otro
modelo de país, con otro contexto social -apuntó Nejamkis-, planificar
podría no resultar excluyente, como sí lo resulta en la Argentina
que tenemos hoy."
El que ayer celebró su revancha fue el ex decano de Medicina (UBA),
Luis Ferreira, recordado por sus disputas con el rector Oscar Shuberoff,
justamente, por su afán de restringir el ingreso. "No voy a decir
‘vieron que yo tenía razón’. Siempre tuve esta convicción
por mi experiencia docente. Por suerte ahora llegó un ministro joven
que, con esta ideabrillante, está pensando más en la comunidad que
en las ventajas que tienen los malos alumnos", dijo a este diario.
Se explayó: "Hoy tenemos una cantidad excesiva de médicos en la UBA.
Así baja la calidad de la educación, se proletariza la profesión,
los médicos son explotados, necesitan tener varios cargos para poder
vivir y, entonces, también baja el nivel de atención y los únicos
perjudicados son los pacientes". Para el ex titular de la Oficina
de Etica Pública durante el menemismo, "el Estado debe orientar a
los estudiantes. La libertad de elección es muy buena, pero deja de
serlo cuando el estudiante se recibe y se encuentra sin posibilidades
de inserción".
Página 12 5/4/01
http://www.pagina12.com.ar/2001/01-04/01-04-05/pag03.htm
OPINION
Por Nora
Veiras
Limitaciones objetivas
El ingreso a la universidad
no se puede pensar desde una regla única", dijo el ministro de Educación,
el radical Andrés Delich. La definición, que puede sonar sensata,
evidencia, sin embargo, una decisión política: la de abrir un debate
en un coto donde el radicalismo desde el retorno a la democracia levantó
la bandera del ingreso irrestricto como sinónimo de democratización.
Más aún, el joven sociólogo que se forjó como dirigente estudiantil
en los ‘80 al calor de la defensa a ultranza de la autonomía
universitaria remarcó que se hace imprescindible "planificar" la educación
superior.
Si no fuera porque medió el fallido ajustazo de Ricardo López Murphy
y la posterior entronización de Domingo Cavallo en Economía, el discurso
sonaría a herejía. Pero, en ese contexto, proponer que las universidades
discutan las formas de acceso de los estudiantes a las aulas se puede
entender como un trueque a cambio de "salvar" la gratuidad que tanto
ocupa a los economistas del establishment.
"Nosotros siempre fuimos reformistas", repiten en Educación. La Reforma
Universitaria que en 1918 lideraron los estudiantes cordobeses en
contra del oscurantismo eclesiástico reivindicó la libertad de cátedra
y la autonomía. Esos fueron los instrumentos para poder confrontar
ideas sin dejarse adoctrinar por dogmas. Es cierto que ni el ingreso
irrestricto ni la gratuidad formaron parte de esa lucha, pero no lo
es menos que desde el retorno a la democracia la comunidad universitaria
incorporó esas banderas como irrenunciables.
En los ‘90, en la Universidad de Buenos Aires se podría decir
que bordearon el grotesco -si no fuera porque en el medio de la disputa
quedaron miles de estudiantes- las discusiones entre el consejo superior,
liderado por el rector Oscar Shuberoff, y el entonces decano de Medicina,
el menemista Luis Ferreira, en torno al ilimitado Ciclo Básico Común
(CBC) y el cupo del Curso Preuniversitario de Ingreso (CPI). La UBA
defendió el derecho de la universidad a definir un sistema de ingreso
común mientras que la facultad quería establecer sus propias normas.
La puja fue el reflejo del artículo de la ley de Educación Superior
hecho a la medida del pintoresco decano que establece que en las universidades
con más de 50 mil alumnos, las facultades podrán definir las normas
para el ingreso. Con menos torpeza, en la absoluta mayoría de las
facultades de Medicina del país se definieron criterios de selección.
Ahora es el ministro de Educación el que confiesa su coincidencia
con la necesidad de fijar restricciones en esa carrera producto de
las "limitaciones objetivas" para dar una formación adecuada a los
estudiantes.
A lo largo de dieciséis años de democracia, las universidades se resguardaron
en la autonomía para, muchas veces, repeler el debate sobre las evidentes
carencias de su organización y administración. El radicalismo fogoneó
en muchos casos esa lógica defensiva que llevó a cristalizar en varias
casas de estudio los avances de la democratización sin más crítica.
Lo distinto es que un ministro proveniente de ese riñón ponga sobre
la mesa la necesidad de "planificar siempre respetando la autonomía".
Es imposible ordenar, articular, coordinar sin tocar la autonomía.
"Es preferible que los cambios los hagamos nosotros a que los impongan",
repiten en Educación, dejando en claro que llegó la hora de la universidad.
El tema es hasta dónde el debate sobre la restricción no termina legitimando
el "economicismo" de quienes sólo piensan en recortar recursos de
la "costosa" educación superior. Y el riesgo de seguir elitizando
la formación superior en un contexto donde la precariedad del secundario
convierte en discriminadora cualquier selección para seguir estudiando.
Página 12 5/4/01
http://www.pagina12.com.ar/2001/01-04/01-04-05/pag03.htm
EL TITULAR DEL CIN Y
RECTOR DE LA UNIVERSIDAD DE MENDOZA
"Tenemos cupos en cinco carreras"
El rector José Martín (peronista)
coincidió con el planteo de revisar el ingreso irrestricto del ministro.
"No ataca la autonomía", dijo.
José Francisco Martín,
presidente del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y rector
de la Universidad Nacional de Cuyo, coincidió con las críticas del
ministro Andrés Delich al ingreso irrestricto a la universidad. "Hay
casos en que no hay una racionalidad en el número de estudiantes",
destacó ayer en diálogo con Página/12. Martín cuestionó a las "megauniversidades"
que tienen "hasta 250 mil alumnos", en alusión a la Universidad de
Buenos Aires (UBA), con cuyo rector (el radical Oscar Shuberoff) acostumbra
a enfrentarse en las reuniones del comité ejecutivo del CIN. De larga
militancia peronista, el rector mendocino aseguró que los anuncios
del ministro son compatibles con la autonomía universitaria. -¿Qué
opina sobre las declaraciones del ministro de Educación?
-Tengo acuerdos en muchos de los puntos que ha planteado.
-Delich dijo que "cada universidad debe planificar sus propias formas
de ingreso a las carreras de acuerdo con su capacidad física y operativa".
-Estoy totalmente de acuerdo con lo que opina el ministro, que coincide
con la política que ha aprobado el Consejo Superior de la Universidad
Nacional de Cuyo. Además de tener cursos de nivelación y examen de
ingreso, tenemos cupo para el ingreso en cinco carreras.
-El ministro también criticó el desempeño del Consejo Interuniversitario
Nacional, que usted preside.
-No me constan esas declaraciones. El ministro Delich estuvo el 26
de marzo dos horas reunido con el comité ejecutivo del CIN y no nos
formuló esas apreciaciones, por lo tanto yo tengo que ser muy cuidadoso.
Sí estamos de acuerdo con el ministro en que el CIN tiene que cumplir
un rol activo en materia de política universitaria.
-¿Y cree usted que hasta ahora lo ha cumplido?
-Todavía tenemos muchas cosas que hacer para cumplir en totalidad.
De hecho, voy a dar dos ejemplos del último período, el que corresponde
a mi presidencia. Uno: nosotros estamos haciendo una investigación
sobre el financiamiento universitario realizada por profesionales.
Segundo: estamos duplicando las bases de información sobre cada una
de las universidades.
-Según el ministro, "hay que analizar cuándo una universidad o una
facultad pierde su capacidad operativa según la cantidad de alumnos".
Y comentó el caso de Económicas de la UBA, que tiene hoy 40 mil estudiantes.
¿Hay que poner un tope en la cantidad de alumnos?
-Ese es un tema que atañe especialmente a las megauniversidades.
-¿Cuáles serían las megauniversidades?
-Las megauniversidades -como la UBA, por ejemplo- son las que tienen
hasta 250 mil alumnos. Nosotros en Cuyo, en cambio, tenemos 26 mil.
-¿Y se debería hacer algo con las megauniversidades?
-Eso no lo va a poder hacer ningún ministerio. Pero habrá que repensar
desde el interior del sistema universitario qué se hace en estos casos.
-¿Cree que hay que reformular las megauniversidades, que "no tienen
capacidad operativa", como sostiene Delich?
-No tengo una opinión formada al respecto. Si bien como presidente
del CIN pienso en todo el sistema universitario, creo que hay casos
en que no hay una racionalidad en el número de estudiantes.
-¿Eso se da en la UBA, por ejemplo?
-Mire, estamos hablando de 250 mil estudiantes. No tengo a mano el
dato de esa facultad de la UBA, pero habrá que repensarlo desde la
propia UBA.
-En relación con esto, Delich dijo que hay que discutir de nuevo las
pautas para distribuir el presupuesto entre las distintas universidades.
-Estamos totalmente de acuerdo. Hay dos cosas que es necesario tener
en cuenta. Desde el CIN hemos pedido que se aplique sobre un incremento
presupuestario. Un modelo basado solamente en la cantidad de alumnos
no sirve. Necesitamos un modelo que recoja la heterogeneidad de universidades
que encierra el sistema universitario argentino.
-Delich consideró que la ley de Educación Superior que se sancionó
en 1995 no se corresponde con este siglo. ¿Coincide con esa visión?
-En ese punto, específicamente, me gustaría preguntarle al ministro
en qué sentido no coincide la ley con este siglo. Y estoy seguro de
que eso va a dar lugar a un diálogo muy rico. Eso no quiere decir
que me oponga a reformas en la ley de Educación Superior. Al contrario,
me gustaría conocer un proyecto de reforma de esa ley. En el CIN estamos
dispuestos a ese tipo de debate.
-¿Lo que dijo Delich no es un ataque a la autonomía universitaria?
-En la mayoría de los estatutos de las universidades está previsto
que cada Consejo Superior discuta el ingreso. Nosotros tuvimos un
juicio en la Justicia Federal, por el sistema de ingreso que aplicábamos
en la Facultad de Ciencias Médicas: fuimos hasta la Corte Suprema
en ese juicio y la Corte nos dio la razón porque estábamos haciendo
uso de la autonomía.
Entrevista:
Martín Piqué.
Página 12 5/04/01
http://www.pagina12.com.ar/2001/01-04/01-04-05/pag05.htm
EL TITULAR DE EDUCACION
SUPERIOR, JUAN CARLOS GOTTIFREDI
"Respetaremos la autonomía"
-El ministro Andrés Delich
se mostró a favor de impulsar una planificación del sistema de ingreso
en la universidad pública, un sistema diferenciado según las características
de las carreras y las instituciones -abrió Página/12 el diálogo con
el secretario de Educación Superior, Juan Carlos Gottifredi.
-En realidad, ya hoy no existe un criterio común para todas las universidades.
El criterio es que cada una sabe bien por dónde le aprieta el zapato
y sabe qué hacer. Lo que sí queremos, y estamos trabajando para eso,
es que todas las universidades aumenten el número de egresados y la
retención de los estudiantes.
-¿Cuáles son las líneas de planificación que se van a desarrollar
desde el ministerio?
-Vamos a apoyar todas las tareas de planificación que ya están haciendo
las universidades. Si una universidad planea la apertura de nuevas
carreras de acuerdo con las necesidades y las demandas de la sociedad,
vamos a apoyar y colaborar.
-¿Está diciendo que no se va a bajar una línea desde Educación?
-No creo que ésa haya sido la idea del ministro. Desde el ministerio
vamos a respetar la autonomía universitaria. Pero sí creemos que las
universidades deben hacer el ejercicio de esforzarse para que, si
entran mil alumnos, se gradúen también mil.
-¿Se está trabajando en la reforma de la Ley de Educación Superior?
-Vamos a convocar a una comisión de trabajo para que analice de manera
completa el sistema educativo superior y haga propuestas de transformación.
Si el resultado implica que la ley resulta un obstáculo para los cambios
necesarios, buscaremos consenso de todos los sectores para reformarla.
Nuestra idea es que la comisión sea presidida por el anterior ministro,
Hugo Juri.
-Hace más de dos semanas usted presentó su renuncia. ¿Va a seguir
en el cargo?
-Voy a seguir. Fui confirmado en la secretaría por el Presidente,
a través del ministro de Educación.
Página 12 5/04/01
http://www.pagina12.com.ar/2001/01-04/01-04-05/pag05.htm
Entrevista con el rector
de la UBA: responde acusaciones de enriquecimiento ilícito e irregularidades
administrativas
"IRME POR LA VENTANA SERÍA UNA INJUSTICIA"
Shuberoff afirmó que existe
una campaña contra él y que la Universidad "está madura" para elegir
su sucesor
Reunió a los decanos para
negar las denuncias Dijo que adquirió las propiedades en EE.UU. antes
de ser rector Ya los vendió y presentó en la Justicia su evolución
patrimonial
El rector de la Universidad
de Buenos Aires (UBA), Oscar Shuberoff, decidió ponerse al frente
de su propia defensa: anteayer reunió al Consejo Superior de la Universidad
para responder una a una las acusaciones que acumula la Justicia en
su contra por enriquecimiento ilícito, irregularidades en designaciones
y mal manejo de fondos.
Ante los decanos y representantes
de los docentes, graduados y estudiantes, además, declaró "abierta
la discusión por mi sucesión", que se producirá en marzo de 2002,
cuando termine su cuarto mandato consecutivo. Dio, así, una señal
destinada a callar las insistentes versiones sobre su renuncia, que
se multiplicaron la semana ultima.
En esa misma línea de defensa,
sus abogados presentaron ante la Cámara Federal hace una semana un
detallado informe de la evolución del patrimonio de Shuberoff, que,
según la declaración de los letrados, demuestra que sus bienes disminuyeron
en más de dos millones de dólares durante su gestión.
En una entrevista con La
Nación, Shuberoff desestimó con detalles las denuncias que lo comprometen
y repitió que no se presentará a una nueva reelección porque "hay
muy buenos posibles rectores entre los decanos". Relativizó las versiones
sobre campañas en su contra desde un sector del radicalismo y defendió
al ministro de Educación, Andrés Delich: "Es un producto de esta universidad
y no va a atentar contra los valores que siempre defendió".
Con su vehemencia intacta,
pero con visibles muestras de cansancio, el rector dijo que "ningún
juez me llamó a declarar", y que decidió entonces responder públicamente
los cargos en su contra porque "me pareció una injusticia tener que
irme por la ventana; hice mucho por esta universidad".
-¿Puede responder a los
cargos que se le hacen?
-A todos, pero el que más
me preocupa es el de enriquecimiento ilícito, porque todo el que me
conoce sabe que siempre he tenido una situación económica cómoda y
que adquirí mis bienes antes de ser rector. Creo que hay una campaña
en mi contra, sobre todo porque todo esto aparece junto con un intento
de dar un zarpazo a la universidad pública.
-Muchos señalan que un
sector del radicalismo encabezaría esta campaña.
-Sé que no es así. Lo que
ocurre es que todos en la Universidad se sienten agredidos con las
acusaciones en mi contra, aún los que no están de acuerdo con mi gestión.
Entonces, las distintas tendencias empiezan a acusarse unas a otras.
Por eso los convoqué a todos, para contarles la realidad y decirles
que esta universidad, por mérito de todos nosotros, tiene la madurez
necesaria para decidir mi reemplazo, mediante una discusión seria,
de proyectos.
-¿Va a volver a presentarse
a una reelección?
-No, no le serviría a la
UBA que lo hiciera. Además, hay un montón de posibles candidatos a
ser rectores.
-¿Esta campaña, como usted
la llama, tiene relación con las próximas elecciones en la UBA?
-Es posible. Quizás algunos
no crean que no voy a ser candidato y quieren destruirme para que,
además de irme, no tenga ninguna influencia sobre quien me suceda.
-¿Pensó en renunciar?
-Sí, pensé en ceder a los
reclamos de mi familia, que me decían que no tenía sentido que yo
siguiera poniendo en juego mi salud.
-¿Por qué no lo hizo?
-Porque me sentí muy responsable
de mis funciones en la Universidad hasta que termine mi mandato, y
de legarle un nombre limpio a mis hijos. Si yo renunciaba se iba a
interpretar que escapaba a algún tipo de investigación. Estoy dispuesto
a cualquier escrutinio de mi patrimonio y mi actividad. Yme pareció
una injusticia tener que irme por la ventana; hice mucho por esta
universidad.
-¿Hace falta un cambio
de proyecto institucional en la UBA?
-Creo que hay distintos
proyectos posibles de universidad. Algunos de esos, entre ellos el
mío, pretenden una universidad que siga garantizando la igualdad de
oportunidades en el acceso a la mejor educación. Otros, en cambio,
son excluyentes, incompatibles con esto, pero hoy no anidan dentro
de la Universidad. Cualquiera que me reemplace tiene proyectos para
garantizar la igualdad, cada uno con sus distintas visiones. Todos
sostenemos valores parecidos. En ese sentido creo que ésta es una
universidad que ha madurado.
-¿Puede haber sido malo
para la UBA que usted se prolongara en el rectorado?
-Creo que no, si no no
me hubiera quedado. Estamos entregando entre todos una universidad
transformada, de muchísimo mayor nivel, mejor calidad de educación,
investigación y extensión que la que recibimos. Es mucho mejor que
la universidad de oro de los años 60. Nuestra generación puede estar
satisfecha de lo que hizo en la Universidad.
-Algunos dicen que las
gestiones sucesivas pueden generar corrupción.
-No lo creo. La Universidad
tiene mecanismos de contrapesos institucionales que la protegen y
garantizan la transparencia de su funcionamiento. Su forma de gobierno
es colegiada, el sistema es una garantía de los mecanismos democráticos.
-También han dicho que
las causas en su contra perseguirían el fin de debilitar a la universidad
pública para introducir cambios impopulares, como un arancel.
-Eso puede valer para mucha
gente, pero no para el nuevo ministro de Educación. Delich es un producto
de esta universidad, un estudiante, un dirigente con quien, sin embargo,
nunca nos pusimos de acuerdo. No va a atentar contra los valores que
siempre defendió.
-Si es así, ¿lo dejarán?
-Es ministro de un gobierno
cuyo presidente es también, y antes que nada, un universitario.
-¿Qué le gustaría hacer
cuando deje el rectorado?
-Primero, dedicarme a mis
hijos y a muchas cosas que uno deja de lado mientras cumple esta función,
que es muy exigente.
-¿Le gustaría ocupar algún
cargo político?
-Creo que no voy a aguantar
mucho tiempo apartado de las cosas que me interesaron durante toda
mi vida.
En la UBA, un año más
Oscar Julio Shuberoff: "No renuncié porque me sentí responsable de
mis funciones en la Universidad. Si lo hacía, se iba a interpretar
que escapaba a algún tipo de investigación. Estoy dispuesto a cualquier
escrutinio de mi patrimonio y mi actividad."
Raquel San
Martín
La Nación 6/4/01
Las respuestas a dos
causas en la Justicia
Shuberoff
admitió que no declaró bienes en el exterior
La Cámara Federal tiene
dos causas contra Shuberoff. Una, promovida por el ex director del
Hospital de Clínicas, Juan Antonio Mazzei, por supuesta asociación
ilícita y mal manejo de fondos en ese hospital. El rector explica
esta denuncia en un encono personal de Mazzei en su contra, porque
"puse en evidencia que había fracasado en su gestión" y que ordenó
una auditoría cuando el médico renunció.
A esa causa se sumó una
denuncia anónima sobre la propiedad de cuatro casas en los Estados
Unidos. El rector contó a La Nación que adquirió esas propiedades
entre los años 1980 y 1981, en sociedad con dos personas más. Dijo
que vendió su parte hace nueve años y que no las declaró cuando asumió
el rectorado porque "en ese momento no tributaban".
"Todo el que me conoce
sabe que tengo una buena posición económica desde antes de ser rector",
dijo, y que proviene de sus negocios en la construcción. Afirmó que
en su gestión al frente de la UBA su patrimonio disminuyó en $ 2.315.452,
89 y que hoy es propietario de una casa en la que viven sus hijos,
la mitad de su actual vivienda -comprada con un crédito con su actual
mujer-, una quinta en Tortuguitas y un terreno en la ciudad de Buenos
Aires. Todo suma algo menos de un millón de dólares.
En otra causa, la agrupación
opositora Encuentro Universitario de Buenos Aires lo denuncia por
mal manejo de fondos e irregularidades, sobre la base de un informe
de la Auditoría General de la Nación. "La UBA ya contestó a ese informe
y la Auditoría no promovió acción penal, pese a que tiene la obligación
de hacerlo si detecta irregularidades."
ENTREVISTA CON EL RECTOR
DE LA UBA, OSCAR SHUBEROFF
"El
cupo no tiene ningún sentido"
Tras las controvertidas
iniciativas del ministro Delich, Shuberoff se opuso a la posibilidad
de limitar el ingreso en las carreras más demandadas, como Medicina.
Pero admitió la necesidad de debatir la planificación del sistema.
Javier Lorca
"No sólo no estoy a favor
de instaurar cupos en la universidad, sino que no tiene ningún sentido,
por lo menos en la Universidad de Buenos Aires", se plantó el rector
de la UBA, Oscar Shuberoff, en una entrevista con Página/12. Después
de la polémica abierta por las declaraciones del ministro de Educación,
Andrés Delich, con quien el rector radical tuvo un duro cruce hace
dos semanas, Shuberoff se mostró a favor de abrir la discusión sobre
la planificación del sistema universitario. Pero descartó la restricción
del ingreso en carreras como Medicina: "No existen tecnologías de
planificación que garanticen la legitimidad de una decisión que asigne
un valor dado a la cantidad de profesionales que harán falta".
-¿Qué opina de las propuestas lanzadas por el ministro de Educación,
sobre la necesidad de planificar la educación superior y, en particular,
el ingreso de los estudiantes en la universidad pública?
-Si de lo que se trata es de ampliar el debate sobre la planificación
de la educación, aplaudo la iniciativa del ministro. Hace demasiado
que el Estado no se compromete con el proceso de planificación de
la educación superior. Es más, la política pública en los últimos
años consistió en ver cómo hacía el Estado para desembarazarse de
su obligación de financiar la educación. Ahora bien, la planificación
de la educación involucra muchas más cuestiones que el acceso, que
el ingreso. Y, como con todas las cuestiones educativas, hay modos
de planificación progresistas, inclusivos, y también hay modos reaccionarios
y excluyentes.
-¿Qué piensa en concreto de la propuesta de Delich de poner límites
al ingreso en carreras muy demandadas como Medicina y, a la vez, incentivar
el estudio de otras menos pobladas, como Ingeniería?
-Es una sobresimplificación de la realidad. El problema es mucho más
complejo. El ministro quiso dar un ejemplo que, en algunos dominios
es válido. Pero que, si de lo que se trata es de evitar la exagerada
concentración de la demanda en algunos centros saturados, y si al
mismo tiempo queremos respetar a la universidad como garantía de la
igualdad de acceso al mejor conocimiento, es mucho mejor la propuesta
que hizo la UBA, y que hizo suya Educación durante la gestión de Hugo
Juri. Me refiero a la propuesta de crear colegios universitarios para
articular todo el sistema educativo superior. Esa es una solución
progresista. Así se garantizaría la desconcentración de la demanda
y la posibilidad de que el estudiante acceda a la mejor calidad de
educación.
-¿Cree que se podría planificar el ingreso?
-No existen tecnologías de planificación que garanticen la legitimidad
de una decisión que asigne un valor dado a la cantidad de profesionales
que harán falta. La persona que diga "son muchos tantos médicos o
tantos matemáticos", nunca va a poder dar una fundamentación rigurosa
de esa afirmación. Primero, en el caso más conflictivo, que es el
de los médicos, es muy bueno saber que nadie sabe cuántos médicos
hay en el país. Se sabe cuántos se gradúan por año. Pero cuántos quedan
en actividad de los que se graduaron en los últimos 20 o 30 años,
no lo sabe nadie. En segundo lugar, para decir cuántos profesionales
de la salud hacen falta, antes hay que definir una política de salud,
una política prestacional. Y, después, tendría que computar, provincia
por provincia, qué cantidad de recursos humanos voy a precisar para
proveer esa política. Yo me pregunto: ¿dónde está esa política? De
manera que todo lo que haga va a ser poco serio, porque ni sé cuántos
necesito, ni sé cuántos tengo. Ahora bien, algo muy distinto es si
me dicen que no puedo formar más médicos porque no vamos a tener recursos.
-¿No existen limitaciones objetivas para dar una carrera como Medicina?
-Hay un límite objetivo para cada universidad. Pero eso se soluciona,
como decía, si tengo la oportunidad de dar clases en otras sedes,
lo que sería posible con el desarrollo de los colegios universitarios.
Así se acabaría el problema, porque la masividad la tenemos justamente
en losprimeros años, que son los que se cursarían en los colegios.
Después, los estudiantes de Medicina pasarían a completar su carrera
en los hospitales. Y ahí hay otro problema. Habría que ver cuál es
la capacidad real de los hospitales. Porque hay universidades privadas
que pagan a los hospitales públicos para tener más plazas, o para
tener la exclusividad, entonces no es fácil decir cuántos estudiantes
pueden entrar en cada hospital. Esto se resolvería con planificación.
-Entonces, no está a favor de aplicar cupos.
-No sólo no estoy a favor, sino que no tiene ningún sentido, por lo
menos en la UBA. Uno podría fijar cupos si alguien garantizara la
legitimidad de esa decisión. Si no, hay mecanismos mucho menos traumáticos.
Pero no nos oponemos a analizar la planificación y estas cuestiones.
Al contrario. Las venimos analizando hace muchos años. Y no tienen
una solución canónica.
Página 12 6/4/01
http://www.pagina12.com.ar/2001/01-04/01-04-06/pag13.htm
SHUBEROFF HABLA DE SU
PATRIMONIO PERSONAL
El empobrecimiento del rector
J. L.
Por primera vez, ayer,
el rector de la UBA, Oscar Shuberoff, aceptó responder públicamente
a las múltiples denuncias que lo acusan de enriquecimiento ilícito.
"No sólo no es ilícito, sino que no hubo tal enriquecimiento. En todo
caso, hubo un lícito empobrecimiento", dijo a este diario. Aseguró
que, entre 1984, cuando asumió funciones públicas, y la actualidad,
su patrimonio sufrió la baja de 2,3 millones de pesos.
-¿Cuál es hoy su patrimonio?
-Debe estar en el orden del millón de pesos. Menos de la tercera parte
que tenía en 1983. En estos años di de baja bienes por 2,6 millones
e incorporé bienes por 316 mil. Desde aquella época tengo un departamento
en Rivadavia al 4600 y una casa en Tortuguitas. Posteriormente, se
agregaron lotes en Tortuguitas, el 50 por ciento de un departamento
sobre Olleros, otro inmueble en Caballito, dos coches y dos empresas
de construcción: Rosal Construcciones y Empryser Aedes SA.
-¿Tiene propiedades en el exterior?
-Tuve propiedades, una serie de casas en el estado de Virginia, en
Estados Unidos, antes de asumir la función pública. Y las vendí hace
nueve o diez años. Esa es la razón por la que no figuran en mi declaración
jurada. Sí tengo un tiempo compartido en Aruba. Eso está declarado
en la Oficina de Anticorrupción. No lo había declarado antes porque
se lo consideraba parte del consumo.
-¿Cómo hizo su capital?
-Trabajando. Básicamente, con operaciones inmobiliarias y empresas
de construcción. Antes del ‘84, llegué a tener 3600 metros cuadrados
en propiedades, que tuve que ir vendiendo a lo largo de estos años.
Los militares, al no dejarme hacer política, me permitieron hacer
plata.
-¿Alguna de sus empresas constructoras fue contratada alguna vez por
la UBA?
-Jamás. Ninguna de mis empresas trabajó con la universidad. Ni siquiera
se presentaron a una licitación.
-Con las denuncias en su contra, se rumoreó que iba a renunciar o
a tomar una licencia antes del final de su gestión, en marzo de 2002.
-Nunca pensé en irme antes. No hay ninguna razón, ninguna acusación
seria. Voy a terminar mi período y voy a presidir la asamblea que
va a elegir a mi sucesor. De lo que sí estoy seguro es de que no voy
a intentar la renovación de mi mandato.
-¿Por qué?
-Ya es suficiente para mí y, sobre todo, para la universidad. Y para
mi familia.
-¿Tiene algún candidato?
-No.
-¿Cómo debería ser su sucesor?
-Creo que habría que aprovechar estos meses para definir los proyectos
futuros de la UBA. Para poder discutir proyectos y no personas. Eso
va a permitir saber quién es el mejor candidato para llevar ese proyecto
a la práctica.
-Paradójicamente, desde que asumió un gobierno con su mismo signo
político, usted sufrió muchas más críticas que durante el menemismo.
-Ataques personales, es cierto. Pero no sé si es paradójico. Quien
conoce la lógica de mi partido, de mis correligionarios, no puede
asombrarse demasiado.
Página 12 6/4/01
http://www.pagina12.com.ar/2001/01-04/01-04-06/pag13.htm
OPINION
Por Irma
Parentella*
Planificar y evaluar
El Ministerio de Educación
reabre un debate necesario sobre la educación superior. La primera
premisa debería ser no encerrarnos en posiciones absolutas que coloquen
de un lado a los "elitistas" y del otro a los defensores del statu
quo, igualando esto a defensa de la educación pública. Hay que alejarse
de las posiciones fundamentalistas de unos y otros. Sugiero pensar
que un problema de la universidad argentina es no haber podido resolver
el crecimiento de su matrícula al mismo tiempo que garantizar una
enseñanza de calidad, pero no es el único. Esperan en el Congreso,
para ser tratados, otros asuntos que hacen a la vida universitaria,
como la elección directa de los rectores y la personería jurídica
de los centros de estudiantes que aún no tienen status legal pese
a que hace casi 20 años recuperamos la democracia. Hay "clásicos"
en el debate universitario, por ejemplo el del arancelamiento, que
cíclicamente se discute. No se deben arancelar las universidades públicas.
Muchos economistas hablan de recortar la inversión para sanear las
cuentas, pero se mantienen indiferentes ante las altas cifras, conocidas
por todos, de evasión impositiva.
Respecto del tema del ingreso en la Argentina hay diferentes experiencias,
según hablemos de terciarios o de universidades y hasta de escuelas
secundarias; a tal punto que la Universidad de Buenos Aires lleva
adelante el CBC, que procura ser un ciclo nivelador para quienes vienen
de nivel medio, mientras que para ingresar a los colegios secundarios
que dependen de esa misma universidad -el Nacional Buenos Aires y
el Carlos Pellegrini- se debe aprobar un examen muy exigente. Resulta
sencillo concluir que, hasta tanto no mejore sustancialmente la educación
media, los cursos de nivelación son imprescindibles para evitar el
fracaso. Pero también lo son los títulos intermedios, porque los alumnos
abandonan, a veces, tras 3 años de estudio sin llevarse ni una acreditación
por el tiempo dedicado.
Lo que le falta a la educación superior es planificación y evaluación.
En esas dos áreas el Estado tiene mucho para hacer. Hay que definir
cuáles son los temas vitales para la Argentina en los próximos años,
pero no puede ni debe hacerlo sólo el Ministerio de Educación. Es
un asunto pendiente de la sociedad argentina toda. Para poder planificar,
previamente hay que debatir sin prejuicios ni preconceptos, despojándose
de intereses sectoriales. Esto requiere voluntad de cambio, apertura.
Salir de las posiciones irreductibles que ven la planificación como
invasión a la autonomía y el arancelamiento como solución a la crisis
económica.
* Diputada
nacional (Frepaso).
Página 12 6/4/01
http://www.pagina12.com.ar/2001/01-04/01-04-06/pag13.htm
"Las universidades deben
cambiar y aggiornarse"
Ante la polémica por su
propuesta de revisar el ingreso irrestricto, el ministro de Educación
remarcó el respeto a la autonomía y al consenso.
El ministro de Educación,
Andrés Delich, trató de poner paños fríos a la polémica que generó
su propuesta de abrir la discusión sobre el ingreso irrestricto a
la universidad: subrayó la "necesidad de construir consensos" en torno
de cualquier iniciativa en ese sentido. También precisó que "en no
más de 120 días" estará el informe sobre el estado de la situación
de la educación superior, que elaborará una comisión de notables coordinada
por su antecesor en el cargo, Hugo Juri. De todos modos, docentes
y estudiantes universitarios reiteraron su rechazo a la reimplementación
de los cupos.
Para aplacar los ánimos, Delich aclaró que su opinión acerca de que
"se podría pensar en limitaciones al ingreso a Medicina" es "respetuosa
de la autonomía de las universidades". Pero dijo también que "así
como tenemos que ser muy firmes en defender la autonomía, el cogobierno,
la libertad de cátedra, la gratuidad de la universidad y la obligación
que tiene el Estado en sostener la universidad, también debemos decir
que las universidades requieren producir modificaciones, aggiornarse".
Delich volvió a hablar del tema que agitó el ambiente universitario
durante la inauguración del nuevo edificio de la Escuela Normal Pedro
Ignacio de Castro Barros en La Rioja. Allí dejó en claro que en sus
planes no figura el arancelamiento porque "defendemos la gratuidad
de la educación".
El secretario gremial de la Federación Nacional de Docentes Universitarios
(Conadu), Daniel Ricci, manifestó su "preocupación" por las declaraciones
de Delich. "Seguimos sosteniendo que el ingreso debe ser irrestricto
y que sería beneficioso que aumentara la cantidad de estudiantes en
las universidades nacionales tendiendo a acercarnos a las cifras que
poseen los países del Primer Mundo, donde cerca del 40 por ciento
de su población accede a los estudios universitarios", señaló.
La Juventud Socialista Democrática, en tanto, cuestionó que Delich
"que hace pocos días había presentado su renuncia al cargo de viceministro
debido al embate de (Ricardo) López Murphy contra las universidades,
nos viene a plantear que la solución se encuentra aplicando medidas
del mismo tipo que las que generaron su alejamiento del cargo".
También la Franja Morada salió al cruce de Delich (ver aparte). En
su crítica, la agrupación de la cual proviene el ministro aprovechó
para saldar disputas internas del propio radicalismo: respaldó la
actitud de Federico Storani, quien renunció al Ministerio del Interior,
en repudio por el ajuste educativo ideado por Ricardo López Murphy.
Los storanistas consideran una "traición" que Delich haya seguido
y ascendido en el gabinete nacional después de haber amagado con renunciar.
Página 12 6/4/01
http://www.pagina12.com.ar/2001/01-04/01-04-06/pag13.htm
OPINION
Por Mariano
Sein, Marcelo Guouman, Hernán Rossi *
El debate pasa por retener
y no por expulsar estudiantes El flamante ministro de Educación, Andrés
Delich, una vez más, en el poco tiempo que lleva en su cargo, elige
debatir por la prensa sus propuestas de reforma a la educación superior
en la Argentina. Este estilo ya había sido anticipado cuando a horas
de asumir se sumergió en un irrespetuoso ataque público a la Universidad
de Buenos Aires, la cual, más allá de las opiniones que nos pueda
generar la persona de su rector, merece nuestro reconocimiento por
el prestigio que a lo largo de su historia le ha aportado a la Universidad
pública argentina, y por haber sido durante la década menemista una
voz contundente en la defensa de la educación y Universidad públicas.
Serán los claustros los que en definitiva tendrán que decidir en esa
institución, en el ejercicio de su autonomía, si hay ciclos terminados
o no. Y será la Justicia la que tendrá que determinar la veracidad
de supuestos hechos de corrupción en la misma. El rol asumido por
Delich se asemeja entonces más a la figura de un inquisidor que a
la de un ministro preocupado por la transformación de la educación
superior. Quizás urgido por la necesidad de mostrarse públicamente
como un ministro dinámico, Delich ha vuelto a violentar uno de los
valores básicos de la Universidad Reformista: la generación de consensos
a partir del debate respetuoso con los actores principales de la comunidad
universitaria. Entendemos que la comunidad de la Universidad pública
argentina está a la altura de las circunstancias para abocarse de
lleno al profundo debate de una transformación del sistema. También
entendemos que este debate debe ser amplio, en el sentido de construir
una agenda que ordene las preocupaciones que el conjunto de los actores
interesados plantea para transformarlas en urgentes desafíos. Nuestro
primer aporte en ese sentido es el de intentar establecer un acuerdo
básico en torno de la educación superior que pretendemos para el país
que tenemos, pero pensando fundamentalmente en el país que queremos.
Nos imaginamos comenzar este debate partiendo de las fortalezas que
el sistema ya tiene, en el sentido de entender que la educación de
un país en el cual las nuevas generaciones tienen grandes dificultades
para integrarse al sistema productivo debe ser altamente integradora,
convirtiéndose en una fuerte instancia igualadora de oportunidades.
Es decir, debe hacerse cargo de las profundas deficiencias en materia
de oportunidades que ofrece nuestro sistema productivo. También aquí
la Universidad pública debe cumplir un rol central desde sus tareas
de investigación científica y extensión que hoy en la medida de las
posibilidades presupuestarias formula y que debe seguir profundizando.
Se trata del fuerte compromiso que tiene y debe seguir teniendo el
sistema para con su sociedad. Pero en efecto, no será posible ninguna
transformación de la educación superior sin la confluencia de los
docentes, los investigadores y los estudiantes. Hace pocos días el
ministro convocó a rectores y al movimiento estudiantil para presentar
sus propuestas para la educación superior. En ningún momento dio a
conocer sus intenciones de avanzar con uno de los principios más caros,
junto al de la gratuidad, de la Universidad Reformista: el ingreso
directo. Poco tiempo antes se había reunido con el Consejo Interuniversitario
Nacional para reunir apoyo a su incipiente ministerio. Ni un asomo
de las críticas de "poco exitoso" que a través de los micrófonos vertió
sobre ese organismo. El movimiento estudiantil no va a debatir la
cuestión del ingreso a la Universidad a partir de las ruidosas propuestas
del ministro. Ya lo viene haciendo hace tiempo en los ámbitos que
corresponden, como son los Consejos Directivos, Superiores, las Asambleas
Interclaustros, y últimamente el Foro por la Educación Superior. Va
a concurrir, sí, a los ámbitos de debate a que sea convocado en el
futuro, siempre que éstos partan del respeto de la autonomía universitaria.
Vamos a continuar planteando la problemática del ingreso desde la
perspectiva de un país para todos, en el cual la educación pública
siga siendo la principal herramienta de igualación e integración social
en nuestro país. Para ello está claro que no alcanza el ingreso directo
sino que además hay que resolver el problema de la deserción de los
estudiantes del sistema universitario, producto principalmente de
la crisis de la escuela media, crisis en la cual el ministro debería
poner más énfasis en resolver. Pero la Universidad pública no puede
desentenderse de esa crisis aunque no le sea propia. No puede ni debe
abandonar a su suerte a los estudiantes a los cuales les abre las
puertas con generosidad. Debe brindarles las herramientas para que
transiten con éxito su formación universitaria, se gradúen y se inserten
en el mercado de trabajo. Para ello por supuesto que hay que evaluar
contenidos y rendimientos. Pero no para expulsar o restringir sino
para retener. Esta es la problemática del ingreso que queremos debatir.
La elección de determinadas carreras por parte de los jóvenes es una
responsabilidad parcial de la Universidad sobre la cual habrá que
trabajar, a partir de la democrática política de informar y orientar.
Pero es al Estado, y en particular el Poder Ejecutivo del que Delich
forma parte, al que le cabe la responsabilidad central de forjar un
país con oportunidades para todos, con producción, con industria,
con empleo. La elección de carreras tradicionales suele ser el último
intento de los jóvenes por quedarse en el país. Después la salida
es para algunos Ezeiza, para otros el ingreso al círculo de la indigencia
moral. La Franja Morada, como conducción del movimiento estudiantil,
ya demostró claramente en qué trincheras va a estar frente a los ataques
a la educación y las universidades públicas. Como organización política
juvenil nos debemos a la historia del movimiento estudiantil argentino
y sus luchas de un siglo. Lamentamos que ex dirigentes de nuestra
organización, muy pocos por cierto, hayan abandonado tan pronto sus
banderas juveniles y hoy recojan el apoyo unánime de los rectores
cómplices del menemismo y los comunicadores sociales al servicio del
proyecto neoliberal de siempre. No nos representan. Al mismo tiempo,
sí aplaudimos y valoramos la actitud valiente de otros ex dirigentes
de la Franja Morada, la gran mayoría, que asumen en su madurez política
la actitud coherente con las luchas de toda su vida. Quizás el más
representativo de esta actitud que ennoblece la política sea el Dr.
Federico Storani, ex militante de nuestra agrupación y ex presidente
de la Federación Universitaria Argentina. Lamentamos también que para
alguna prensa resulte más novedosa la actitud desleal de los primeros
a la coherente de los segundos. Desde la Mesa Nacional de la Franja
Morada estamos preparados para conducir al movimiento estudiantil
hacia una nueva gesta de resistencia. En cuanto al ministro, simplemente
le decimos que su nueva pasión, la medicina, nos genera una profunda
desconfianza. Ya algún ex presidente utilizó la figura del bisturí
para fundamentar sus traiciones al pueblo argentino. No olvidamos
tampoco su pertenencia al mismo gobierno que hace poco tiempo propuso
un recorte millonario a las universidades como torpe estrategia de
imponer el arancel. Lo instamos, sí, a aclarar públicamente su propuesta
y a convocar a la comunidad universitaria a debatir la necesaria transformación
de la educación superior a partir de los pilares básicos que nos legaron
los reformistas del ‘18 y cuya vigencia, entendemos, está más
viva que nunca.
* Mesa Nacional
de la Franja Morada.
Página 12 6/4/01
http://www.pagina12.com.ar/2001/01-04/01-04-06/pag13.htm
RECHAZO DE LA CONADU,
LA FUA Y LAS AGRUPACIONES POLITICAS ESTUDIANTILES
Shuberoff acuerda con Delich en debatir el
ingreso a la universidad
El rector de la UBA calificó de "acertada" la iniciativa del ministro
de Educación · Las organizaciones docentes y estudiantiles consideraron
"pedagógicamente repudiable" cualquier intento de limitar el ingreso
En los temas centrales,
estamos de acuerdo". El rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA)
no salió a atacar la propuesta del ministro de Educación, Andrés Delich,
de implementar algún tipo de restricción en el ingreso a las universidades
públicas.
Histórico defensor del ingreso libre e irrestricto, Shuberoff, no
sólo no se mostró enfrentado con el funcionario como en los últimos
días. Calificó de "acertado" el debate que inició el funcionario.
Y hasta intentó explicar qué intentó decir Delich, en realidad: "Lo
que quiso decir es que el Estado debe recuperar su posición, que no
debería haber abandonado jamás, en el marco de la autonomía universitaria,
de programar una política de educación superior con consenso. Conozco
el pensamiento del ministro pero no sabía que iba a iniciar el debate
ahora", agregó el rector.
En diálogo con Clarín, aseguró que como rector de la UBA, siempre
defendió el "ingreso directo" que, en el caso de la UBA funcionaría
así: "El que viene con título secundario, accede a un primer año de
la universidad, sin cupos, que es el Ciclo Básico Común (CBC). Todos
entran a un primer año duro y exigente que, en promedio, aprueba un
30 %. ¿Que es para mí el ingreso irrestricto? Prefiero no hablar en
esos términos", cerró definitivamente el tema Shuberoff.
-¿Recuerda a Delich como alumno?
- Sí, por supuesto. Era un inteligente dirigente y presidente de la
Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA).
- En esos años, alguna vez lo escuchó defender un ingreso con restricciones?
- No, no. Siempre defendió el CBC creado por su padre, Francisco Delich.
A los docentes universitarios, por el contrario, les cayó muy mal
lo que escucharon. "Rechazamos la imposición en las restricciones
al ingreso. A pocas semanas del fallido intento de recorte en los
fondos para Educación, la lógica que sigue vigente en el Gobierno
es la del ajuste. Ahora aparece enmascarado en la intención de limitar
el ingreso", sostuvo la secretaria general de la Federación Nacional
de Docentes Universitarios (CONADU).
Los estudiantes reaccionaron casi como un eco de los profesores. "Es
rotundo el "no" al examen de ingreso y al cupo. Una cosa es debatir
una política de ingreso. Y otra muy distinta es dar un paso más y
tratar de imponer medidas de carácter limitacionista. No es una medida
eficaz ni justa, es pedagógicamente repudiable", dijo el presidente
de la Federación Universitaria Argentina (FUA), Manuel Terradez.
Delich logró indignar a los dirigentes de las agrupaciones políticas
estudiantiles. Y el malestar es mayor, aseguraron, viniendo de quien
viene: un radical que, hace años, ocupó los cargos que ellos ocupan
ahora. Indignado, vehemente, Terradez, agregó: "Lo que más me angustia
es la mediocridad de los funcionarios. El examen de ingreso ya fue
probado y fueron los tiempos más nefastos de la universidad pública.
Nunca esperamos esto de Delich, es una terrible equivocación".
El secretario general del Frente Grande Universitario, Lucas Mejamkis,
tampoco ocultó su indignación: "Nos oponemos totalmente. Sería bueno
tener una planificación en educación, pero con un país en otras condiciones
económicas, políticas y sociales. Lo positivo es que se inicie un
debate sobre qué universidad queremos".
Clarín 6/4/01
http://ar.clarin.com/diario/hoy/s-03601.htm
DELICH ESPERA PROPUESTAS
DE UNA COMISION DE EXPERTOS EN UN PLAZO DE 120 DIAS
Un ministro en busca de consenso
JULIO AIUB
MORALES.
El ministro de Educación,
Andrés Delich, profundizó su propuesta de reforma de la educación
superior y sostuvo que en el ministerio "creemos que el financiamiento
(de las universidades estatales) vía aranceles no necesariamente agrega
equidad y además puede ser una fuente generadora de mayores desigualdades".
El ministro dijo además que "la existencia de las universidades privadas
está garantizada" y como no reciben ningún tipo de subsidio, "pueden
fijar los aranceles que crean necesarios".
Delich vino ayer a inaugurar el nuevo edificio de la Escuela Normal
provincial y una sala de videoconferencia en la UNT local, así como
a firmar un convenio de conectividad a Internet de las escuelas.
El ministro insistió en "la necesidad de convocar a todos los actores
de la comunidad universitaria y constituir una comisión que en no
más de 120 días brinde un informe y establezca propuestas que pueden
derivar en la modificación de la Ley de Educación Superior".
Pero advirtió que "primero hay que construir consensos, como lo hemos
hecho este año en educación básica", por lo cual no quiso opinar sobre
el rector de la UBA, Oscar Shuberoff. "No creo -dijo- en las polémicas
personales, creo en las discusiones institucionales y no quiero entorpecer
la convocatoria que hemos hecho".
Respecto del financiamiento de la educación superior, el ministro
consideró que "es bueno que la comunidad universitaria discuta sobre
estos temas" y anticipó que la opinión que expondrá en esa futura
comisión es contraria a los aranceles. "Soy un firme defensor de la
gratuidad de la enseñanza en la universidad", aseguró. Agregó que
se pueden pensar otras formas de financiamiento.
Delich señaló que "las universidades privadas son una realidad". Advirtió
que "hay universidades privadas de excelente nivel y otras no tanto",
pero aclaró que está bien que "cualquiera que prefiera estudiar en
una universidad privada y pagar un arancel, pueda hacerlo".
Cuando se le preguntó si, junto con el número de universidades, aumentó
la calidad educativa, respondió que lo que aumentó fue "la oferta
y las posibilidades de elegir. Las privadas abren una posibilidad
más".
Señaló además que el presupuesto educativo nacional está asegurado,
aunque se está ejecutando con algún retraso que se procura revertir.
La Argentina -dijo- tiene "dificultades fiscales enormes" y para que
haya mayor inversión en educación el país tiene que "recuperar una
tasa de crecimiento que hace más de 30 meses que no tiene".
Clarín 6/4/01
http://ar.clarin.com/diario/hoy/s-03603.htm
Delich ante un conflicto
con los estudiantes
Varias federaciones que
nuclean a los estudiantes de universidades estatales comenzaron a
debatir ayer la idea del ministro de Educación de la Nación, Andrés
Delich, de limitar el acceso a algunas carreras para reorientar la
matrícula, en tanto que la mesa nacional de la Franja Morada le cuestionó
haber planteado la discusión sobre el ingreso sin darle participación
a ese estamento universitario.
Delich retomó una idea que meses atrás había lanzado el anterior ministro,
Hugo Juri, en el sentido de discutir los contenidos de la Ley de Educación
Superior, para definir cuestiones que no están presentes en esa norma,
como los títulos intermedios, educación a distancia, los exámenes
finales para los graduados y el sistema de "colegios universitarios",
entre otros. En la ocasión, Delich puso el ejemplo de la Facultad
de Medicina de la UBA, para preguntarse si se puede continuar formando
un número ilimitado de profesionales, cuando no hay capacidad suficiente
para su capacitación académica.
Ayer, la Federación Universitaria de Córdoba (FUC), reclamó un "amplio
debate de la comunidad universitaria", aclarando que "las pretendidas
modificaciones no deben partir de la idea de que el resultado será
la limitación del ingreso, como se pretende".
El titular de la FUC, Juan Ibarguren, dijo a LA VOZ DEL INTERIOR que
estas pretensiones pueden derivar en un nuevo conflicto, luego de
que la organización estudiantil se declarara en estado de alerta cuando
se amenazó con el recorte a los fondos de educación.
En tanto, la Juventud Socialista Democrática le cuestionó a Delich
que "hace pocos días había presentado su renuncia debido al embate
de Ricardo López Murphy contra las universidades, viene a plantear
que la solución se encuentra aplicando medidas del mismo tipo de las
que generaron su alejamiento del cargo".
Por su parte, la Federación Universitaria Argentina (FUA) aceptó discutir
el proyecto gubernamental.
Reorientar la matrícula
En tanto, el ex ministro Hugo Juri, quien encabezará la comisión de
expertos que dentro de tres meses deberá brindar un informe sobre
el estado de situación en la educación superior del país, fue categórico:
"Creo que los estudiantes tienen que ingresar masivamente al sistema
de colegios universitarios, y restrictivamente a las carreras superiores
luego de haber superado esa etapa (bachiller universitario)".
De esa manera, Juri aludió a uno de sus proyectos (el de los colegios
universitarios), que fue recogido por el actual titular del palacio
Pizzurno. Dijo que "el país necesita mucha gente con conocimientos
universitarios", aunque opinó que en el país hay muchos médicos, arquitectos
y abogados, pero pocos especialistas en genética, en biotecnología
y en en software. "Hoy los recursos -dijo el ex rector de la UNC-
tienen que orientarse en otra forma".
Además, dijo que en el debate particular de medicina está de acuerdo
con formar "únicamente un número determinado y razonable (de profesionales),
relacionado con la cantidad de pacientes de que se disponga".
Ayer en tanto, el ministro Delich insistió en la necesidad de planificar
la educación superior en la Argentina, lo cual tendrá que ver con
"modificaciones a la ley (de Educación Superior)".
Desde la UNC, varios decanos se pronunciaron sobre la idea ministerial,
aunque con ciertos reparos con la metodología. La titular de Ciencias
Económicas, Hebe de Roitter, admitió que "es muy difícil orientar
la matrícula, porque los motivos por los cuales un estudiante elige
determinada carrera, son muy complejos".
En tanto, el decano de Ingeniería, Jorge González, habló de calidad
académica, para lo cual propuso un sistema de ingreso irrestricto
con alta calidad. "Esto tiene un componente particular en medicina,
"donde se plantea la necesidad de número de pacientes suficientes
para una enseñanza de calidad".
Por su parte, la decana de Filosofía, Silvia C. Scotto, reconoció
la potestad de un país de planificar sus recursos profesionales, aunque
consideró "poco serio plantear una restricción sin un estudio previo,
que aún no está hecho".
La Voz del Interior 6/4/01
http://www.lavozdelinterior.com.ar/2001/0406/nota25701_1.htm
La planificación del
ingreso universitario divide a la UNCuyo
Restringir el ingreso a
algunas carreras y estimular el estudio de otras dentro de las universidades
nacionales es la intención del ministro de Educación nacional, Andrés
Delich. De este modo, considera que es necesaria una planificación
de la educación superior.
Una vez más se encendió el eterno debate entre los universitarios
sobre el ingreso irrestricto y la igualdad de posibilidades para todos.
Los estudiantes fueron los primeros en cuestionar las palabras del
ministro -que rompió con uno de los principios del radicalismo y la
Franja Morada, de donde Delich surgió-. Es que creen que en un contexto
de ajuste, planificar tiene que ver con recortar. "Es un ajuste encubierto",
soltó Rodrigo Touza, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios
(FUC).
También la Conadu hizo conocer su descontento a través de un comunicado:
"Es inadmisible que se intente correr el eje de la discusión acerca
de los reales problemas de las universidades".
Por su parte, algunos decanos de la UNCuyo coincidieron en que no
se puede concebir el ingreso sin pensar en el egreso. Aunque no necesariamente
están todos de acuerdo con limitar con un cupo las matrículas.
Entre tanto, el rector Francisco Martín se manifestó a favor de la
idea de Delich respecto de que cada universidad debe planificar sus
propias formas de ingreso a las carreras, de acuerdo con su capacidad
física y operativa. Es decir regular la oferta y la demanda de las
carreras.
En el caso de la UNCuyo, donde estudian unos 26 mil jóvenes, la mayoría
de las carreras tiene un curso de confrontación o nivelación previo
al examen de ingreso y la posibilidad de recuperatorio. Sólo algunas
tiene un cupo establecido: tal es el caso de medicina y odontología,
entre otras.
En la Facultad de Artes y Diseño, la matrícula muestra un crecimiento
sostenido desde hace unos seis años, particularmente en diseño y teatro.
Según explicó el decano Gustavo Kent, ante la incertidumbre laboral
generalizada, se han sincerado las vocaciones. "Antes un chico no
se animaba a decir en su familia que quería estudiar artes plásticas;
ahora sí", sintetizó.
Si bien para Kent hay que tener presente la relación entre las carreras
y las necesidades del mercado laboral, no se puede privar a alguien
por cuestión de cupo. "Que entren los que tienen posibilidad de éxito",
apuntó haciendo referencia a la necesidad del curso de nivelación.
Otro punto de vista tiene el decano de la Facultad de Ciencias Médicas,
Enrique Guntsche, quien está de acuerdo con Delich en la medida que
se acepte la autonomía universitaria. "Cada universidad -dijo- debe
definir una política de ingreso que permita dar respuesta a las necesidades
institucionales".
Y comentó que en la carrera de medicina hay un "número clausus" o
cupo de 120 estudiantes, en las cuatro especialidades de técnico en
salud hay cupo para otros 120 (30 por cada una), mientras que en enfermería
el ingreso es libre. "La facultad es consciente de la demanda de personal
de enfermería que tiene la provincia. Y que hay sobreabundancia de
médicos, como en la Argentina".
En Ingeniería, en cambio, no hay necesidad de cupos, porque como lo
marca la tendencia mundial en los últimos 15 a 20 años, la matrícula
va en descenso. De todos modos, para el decano Tomás Monte el curso
de nivelación es útil porque hay chicos que salen del secundario mal
preparados. Por eso este año, como una forma de promoción de las carreras
que allí se dictan, se ha programado un curso a distancia desde agosto
para repasar los conocimientos.
Sin embargo, la FUC desconfía de estas iniciativas en el marco de
un "recorte latente". "Considero que se puede hablar de planificación
en un marco de expansión de la educación. Sin aumento del presupuesto
es planificar la miseria", advirtió el presidente de la FUC.
Para Touza, primero habría que preguntarse qué sociedad queremos.
"Planificar en un país sin producción y donde lo principal está en
manos de capitales extranjeros es difícil y no responde a los intereses
de la mayoría", dijo.
Los Andes 6/4/01
http://www.losandes.com.ar/2001/0406/nota20162_1.htm
Pondrían cupo para el
ingreso a la universidad
El ministro de Educación
no descartó establecer limitaciones en algunas facultades. El ingreso
irrestricto vuelve a ser cuestionado. A la vez, piensan en dar becas
para incentivar las carreras con menos demanda.
"Los exámenes de ingreso son instrumentos de política educativa. Depende
de cómo se los use. Es como un bisturí: puede ser un arma mortal en
manos de un loco o un asesino, o puede estar en manos de un médico
para curar a las personas", sostuvo Andrés Delich.
De esta manera, el titular
de Educación puso nuevamente sobre la mesa la discusión sobre el ingreso
irrestricto a la universidad, al proponer que se podría pensar en
limitaciones para el ingreso a carreras como Medicina.
Aunque aclaró que "la planificación
del ingreso debe ser una decisión propia de cada universidad", anunció
que impulsará una reforma de la Ley de Educación Superior: "Hay que
diseñar una nueva ley que, respetando la autonomía universitaria,
construya un ámbito de planificación de la educación superior".
"No puede haber un ingreso
común para todos. Medicina es el típico ejemplo de carrera en la que,
por la restricción que existe para disponer de preparados y materiales
para todos los estudiantes, existen limitaciones objetivas para la
posibilidad de enseñar", dijo.
"Tenemos que pensar cuántos
estudiantes tiene que tener una facultad o una universidad para conservar
la condición de tal", manifestó, al postular la posible instauración
de restricciones o cupos en las carreras muy demandadas. A la vez,
propuso el ofrecimiento de becas para fomentar el estudio de otras
disciplinas, como Ingeniería.
Las repercusiones
Las voces de repudio a la insinuación de Delich no se hicieron esperar.
El decano de Ciencias Económicas de la UBA, Carlos Degrossi, retrucó
que "el análisis de si es poca o mucha la cantidad de gente que estudia
depende de las expectativas que tengamos para el futuro de nuestro
país". De esta manera respondió al cuestionamiento del ministro respecto
de la razonabilidad de tener 40 mil alumnos en esa casa de estudios,
la más grande de Latinoamérica.
Los estudiantes, por su
parte, también plantearon su rechazo. "La universidad pública necesita
reformas, pero siempre sobre la base de los principios reformistas
de autonomía, gratuidad y libertad de ingreso", planteó el titular
de la Federación Universitaria Argentina, Manuel Terrádez.
Uno de los que estuvo de
acuerdo con la propuesta de Delich fue el ex decano de Medicina, Luis
Ferreira, quien festejó que "un ministro joven venga con esa idea
brillante que piensa en la comunidad y no en la facilidad de los alumnos".
"Hoy tenemos una cantidad
excesiva de médicos en la UBA. Así baja la calidad de la educación,
se proletariza la profesión, los médicos son explotados, necesitan
tener varios cargos para poder vivir y, entonces, también baja el
nivel de atención y los únicos perjudicados son los pacientes", estimó.
Ley anacrónica
Respecto de la Ley de Educación Superior, sancionada en 1995, Delich
dijo que "no se corresponde con este siglo. Eso no quiere decir que
debe derogarse, sino que debe haber una nueva norma".
Con ese objetivo, en los
próximos días el Ministerio creará una comisión especial formada por
rectores, actores universitarios y especialistas en educación, que
será presidida por el ex ministro Hugo Juri.
Mediante la reforma se
pretende obtener mayores instrumentos para, desde el Estado, planificar
políticas de educación superior.
El Litoral 6/4/01
http://www.litoral.com.ar/diarios/2001/04/05/educacion/EDUC-01.html
Reforma de la educación
universitaria
Gottifredi descartó que más límites al ingreso
La autonomía, la libertad de cátedra, la libertad de aprender y la
gratuidad de la enseñanza son conquistas que no puede dejar afuera
ninguna transformación.
Tal fue la afirmación del secretario de Educación Superior nacional,
Juan Carlos Gottifredi, en relación con el anunciado propósito de
modificar la Ley de Educación Superior que anticipó el ministro de
Educación, Andrés Delich. En 120 días, una comisión formada al efecto,
presentará el diagnóstico y la propuesta reformista.
-¿Por qué una reforma a la Ley de Educación Superior?
-Hay muchos sectores que reclaman; algunos piden modificaciones y
otros directamente la derogación.
-¿Qué va a hacer el ministro de Educación?
-El ministro (Andrés Delich) convocó al ex ministro Hugo Juri para
presidir una comisión de personalidades distinguidas en Educación
para que en un plazo de 120 días tengan listo el diagnóstico y la
propuesta, sobre la base de lo que consideren los mejores caminos
para acompañar el desarrollo del país. Tiene que haber consenso porque
no queremos imponer nada.
-¿El tema de la autonomía es central en este debate?
-El ministro dijo que cualquier transformación no puede dejar afuera
las conquistas ya analizadas, discutidas y aceptadas por la sociedad.
La autonomía, la libertad de cátedra, la libertad de aprender y la
gratuidad de la enseñanza, son elementos centrales.
-Muchos apuestan al arancelamiento.
-Está absolutamente claro que la gratuidad de la enseñanza se mantiene.
-¿Tampoco habrá limitantes en el ingreso?
-Por el contrario, buscamos ampliar la cobertura de la educación superior.
Existe un proyecto de integración que tiende a ampliar el ingreso,
para permitir, incluso, articular acciones con las instituciones terciarias
para permitir el ingreso de esos alumnos a las universidades.
-Esto implica una nueva planificación.
-Debe haber una estrategia de crecimiento. La educación superior tiene
que responder a las necesidades del desarrollo de las regiones, recogiendo
las demandas de cada lugar. Si, por ejemplo, una Facultad de Medicina
ya no admite más estudiantes, habrá que crear una facultad para esa
especialidad en otro lado. Entonces, es posible que algún día tengamos
en Salta una Facultad de Medicina. Pero sólo una adecuada planificación
hará factible proyectos de este tipo, para lo que resultará indispensable
la participación del conjunto de la sociedad. Ocurre que las condiciones
socio-económicas son tales, que muchos jóvenes están impedidos de
estudiar una carrera y se ven obligados a optar por otra, tal como
está concebida la educación superior hoy.
-¿Está hablando de mayores posibilidades?
-La universidad argentina tiene que romper con la rigidez. Las condiciones
cambiaron y también hay que impulsar una reconversión del cuerpo docente
para adecuarla a las necesidades que plantea la sociedad. Un estudiante
podrá pasar por varias facultades y salir con el título de otra universidad.
-Allí van a aparecer no pocas resistencias.
-Toda transformación registra resistencia, como las tiene el "statu
quo", pero tenemos que aprovechar el potencial de los docentes que
tenemos para contribuir a la mejor formación de las carreras universitarias.
Tenemos que apuntar a la alternativa de que las universidades otorguen
un diploma intermedio a los alumnos que terminen el segundo año, que
no es habilitante para ejercer profesionalmente, pero puede servirle
cuando va a pedir trabajo. Esta es parte de la discusión actual, sobre
todo teniendo en cuenta que las universidades de Entre Ríos, El Litoral,
Rosario y Córdoba se vienen reuniendo para poner en marcha el sistema
de diplomas comunes a los segundos años.
-Todo esto forma parte de una realidad que se observa desde hace varios
años. ¿Por qué no se empezaron a instrumentar antes estos cambios?
-Es una buena pregunta...
El Tribuno 9/4/01
http://tribuno.salnet.com.ar/provin11.htm
La enseñanza superior:
el debate por el ingreso
"El futuro de la universidad no sólo interesa a los universitarios"
El
viceministro Gottifredi justificó la invitación de Delich a revisar
la admisión
http://www.lanacion.com.ar/01/04/08/home.asp?pag=c07.htm&a=prem
Franja Morada: se puede
cambiar sin más fondos
Para Hernán Rossi, secretario
general de la agrupación, Delich "se equivocó" al hablar de limitar
el ingreso. Propone abrir un debate en cada universidad.
http://www.lanacion.com.ar/01/04/08/home.asp?pag=c08.htm&a=prem
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