¿Son tan ignorantes los estudiantes? Amplia repercusión tuvo en los medios los resultados de un examen que ponía de manifiesto la calamitosa ignorancia de un grupo de estudiantes de la Universidad de La Plata. Pero ahora que las aguas se aquietan, aflora una realidad distinta, que refleja un manejo por lo menos descuidado de la estadística por parte de los autores de la muestra, quienes elaboraron todas sus conclusiones con un conjunto sesgado de datos que no alcanzaba al 5% de todas las respuestas.. Recientemente, los medios de comunicación, y buena parte de la sociedad, se escandalizaron por los resultados de un examen tomado a estudiantes de la materia Derecho Romano de la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Nacional de La Plata. Todo tipo de sesudos análisis se tejieron sobre una lamentable colección de disparates, hecho que debería hacernos pensar en esa tendencia de elaborar teorías construidas desde el sentido común sobre un conjunto de datos de muy dudoso valor. Una actividad muy agradable para practicarla entre amigos en una mesa de bar, pero cuestionable cuando es ejercida desde el púlpito que le brindan los medios luciendo el boato de los lustres universitarios. La cuestión es que después de todo el debate, se puede colegir que quienes organizaron el test deberían aprender los rudimentos básicos de la estadística, porque después de tener en sus manos casi mil respuestas, descargaron todos sus análisis sobre una población altamente sesgada que no alcanzaba a las 30 respuestas. Son ahora las autoridades de la Facultad de Ciencias Jurídicas de La Plata quienes afirman que el resultado del examen de cultura general que se les tomó a los estudiantes de una cursada no fue tan catastrófico como lo definió el profesor a cargo de ese curso. Con los datos en la mano, el decano, Carlos Botassi, dijo que de más de 900 respuestas "sólo unas veinte eran disparatadas" y, aunque presume la buena fe del docente que tomó la prueba, planteó una visión claramente contrapuesta a la del profesor después de haber pedido y analizado los exámenes. Desde el Gobierno bonaerense ya habían salido a cuestionar al profesor. "Armó un show mediático", dijo el titular de la cartera educativa provincial, Mario Oporto, mientras el gobernador Felipe Solá sembró dudas sobre la intencionalidad del docente. "Se seleccionaron los disparates" "Fueron más de 70 alumnos que respondieron 13 preguntas. Trece por 70 da 910 y en esa cantidad hubo una veintena de respuestas disparatadas", dijo Botassi en el programa El Tablero de Cablevisión, para puntualizar: "lo que ha pasado es que se ha seleccionado sobre más de 900 respuestas una veintena de disparates". También se aclaró otro dato repetido durante la última semana, aquel que daba cuenta de que el promedio de las notas alcanzadas en el test de cultura general había sido de 0,50 puntos. Según lo explicó el mismo titular de Derecho Romano, Bernardo Areco, se tomaron dos pruebas, la primera fue el parcial de la materia cuyo promedio de notas fue 0,50, y luego el test de cultura del cual ahora se señala que no hubo cuantificación de resultados. "Le pregunté al profesor Areco cuál había sido el criterio de evaluación de la prueba y entonces me dijo que el 0,50 no fue por este examen, que a esta prueba no le había asignado ningún puntaje y el 0,50 fue el promedio de aquel examen de Derecho Romano que lo movilizó a hacer este diagnóstico" comentó el decano Botassi. Por su parte el secretario académico de la Facultad, Martín Carrique, señaló que "yo no podría decir si exageró, no sé si ésa fue la intención del profesor, de quien presumo su buena fe, pero sí digo que fue una imprudencia dar a conocer estos resultados a la prensa de inmediato. La facultad tiene una estructura y herramientas que le brinda a los docentes para llegar a análisis más acabados y más concretos en situaciones de este tipo, y creo que estos pasos lamentablemente no se dieron". Carrique, además, a modo de ejemplo, mostró fotocopia de la prueba del alumno que respondió que un sistema binario es 'un servicio de prestaciones' y leyó sus respuestas a las otras doce preguntas, evidenciando que eran todas correctas. "Ahora, la respuesta -señaló a continuación- de este alumno sobre el sistema binario escandalizó, pero se sabe que hay un sistema de prestación social que se llama Osde Binario, de modo que esa pregunta es ambigua y entonces la respuesta bien puede interpretarse, y el alumno evidentemente la interpretó como que podía ser un sistema de prestaciones sociales". "Una falta de respeto" El profesor de Derecho Constitucional -una materia de segundo año- Félix Loñ, afirmó a su vez que "la aptitud o la inteligencia de los alumnos no se puede medir a través de una especie de ping pong de preguntas y respuestas, porque es un método azaroso que no revela realmente cuál es la formación o la capacidad del alumno. Yo de ninguna manera advierto baches profundos o que generen preocupación en la deficiencia del alumno en su capacidad de razonar, que es lo que hay que medir". "Someter a los alumnos a una especie de programa de preguntas y respuestas no revela de ninguna manera nada y además es una falta de respeto y una falta de consideración al alumno", subrayó luego el profesor Loñ. El decano Botassi, en tanto, consideró que la formación que adquieren los adolescentes en la escuela secundaria "es regular, no es todo lo buena que se desearía; cinco puntos". Finalmente el decano señaló que "en lo personal" no piensa evaluar una presunta responsabilidad del profesor Areco en la versión pública que dio de los resultados de la prueba. Indicó que "hay un pedido de informes en el consejo académico por este tema", pero agregó que "en lo personal no voy a solicitar ningún tipo de medida ni voy a presumir intencionalidad porque creo en la explicación que me da el docente, cuando me dice que se alarma por la existencia de una suerte de muestreo de estas respuestas que, insisto, aparecen aisladamente".
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