Nueva investigación sobre el antisemitismo en la Argentina No hay dudas que los atentados a la Embajada de Israel y a la AMIA fueron los mayores golpes que la comunidad judía sufrió en la Argentina. La historia muestra que estos acontecimientos trágicos son parte de una larga lista de actos antisemitas en el país. Por Claudia Bustamante (*) En el clásico ciclo de charlas que organiza el Centro Cultural Rojas de la UBA en el Sociedad Científica Argentina, se presentó el trabajo de investigación "Historia del antisemitismo en la Argentina", de Daniel Lvovich, historiador y docente de la Universidad Nacional de General Sarmiento. Lvovich exhibió en su presentación conclusiones que fueron publicadas en el libro "Nacionalismo y Antisemitismo en la Argentina", obra que le llevó más de cuatro años de investigación. Su exposición se centró en el origen y difusión de las ideas antisemitas que fueron tomadas como "bandera política" por diferentes sectores de la sociedad desde finales de siglo XIX hasta la mitad del XX. El historiador comenzó planteando las primeras hipótesis que esbozó al comienzo de su investigación. Es así como se preguntó si "en el mundo, entre 1930 y 1940, al calor del auge fascista o nacionalista de Europa fueron en efecto los momentos en que se puso en circulación la idea acerca de que no solo existe el problema judío sino que el judío es el problema". Otra hipótesis fue que "la Argentina fue acorde a este pensamiento y los principales propulsores del antisemitismo como bandera política habrían sido particularmente aquellos grupos políticos identificados con el nazismo o fascismo europeo". Aunque numerosa bibliografía apoye estas ideas, las mismas no fueron satisfactorias para Lvovich. "Porque si uno se acerca un poco más al fenómeno encontramos que existen antecedentes bastante anteriores a estas décadas que hicieron que dudara que el contexto internacional sea el único factor que lo explique". Uno de ellos es la semana trágica de 1919, durante el primer gobierno de Hipólito Yrigoyen, que con motivo de la represión a la manifestación del movimiento obrero, la persecución a los judíos fue evidente. "En este caso, hubo hasta un corrimiento semántico -sostiene Lvovich- porque se está en plena ebullición de la revolución rusa desatada en 1917. Se piensa que judío y ruso son sinónimos y por lo tanto, los judíos querían provocar la revolución también en la Argentina". Aún así, hay datos previos a la sangrienta semana trágica. "Hay que ir hacia finales del siglo XIX y analizar la posición de la prensa incluso antes de las primeras inmigraciones masivas. Se encuentran debates publicados acerca de la no conveniencia que vengan judíos a la Argentina luego de que el presidente Julio A. Roca enviara una misión a Rusia para facilitar la inmigración de rusos-judíos", añadió. Hacia la década del '30, la Iglesia se convierte en "uno de los actores políticos más importantes. Experimenta una fuerte expansión ya que se intenta un movimiento de recristianización de la sociedad. Este propósito se basó en la idea de concebir al país como una Nación uniformemente católica, con un orden común". dijo el autor. En esos años se crea la Acción Católica Argentina y la palabra pública de la Iglesia pesa sobre las ideas políticas del país. Por ello, las hipótesis de Lvovich van variando de acuerdo al proceso de investigación. "Llego a la conclusión de que los grupos filonazis que se desarrollan en la Argentina en los años '30 eran fundamentalmente antisemitas pero su discurso llega a un grupo reducido". Como hipótesis general, el historiador aseveró que "si estalla el problema del antisemitismo hacia 1930 es porque hay una larga tradición de 40 años antes y porque hay motivos internos y actores de primer orden que ponen el problema en el candelero". (*) Télam-UBA.
|
|
|