Fracaso univeristario Por Enrique Stroppiana. Varias universidades nacionales dieron a conocer estudios acerca del fracaso de una importante cifra de estudiantes. Mientras que la Universidad Nacional del Comahue (UNC) descubrió que entre el 50 y 80 por ciento de los jóvenes que ingresan no termina ninguna carrera, la Universidad Nacional de Tucumán (UNT) encontró que el abandono en el primer año abarca a casi la mitad de sus inscriptos. De acuerdo al informe de una comisión de la evaluación de la oferta educativa que acaba de aprobar el Consejo Superior de la UNT, el promedio global para toda la universidad de materias aprobadas en el año anterior es de 2,3 para los años 2001 y 2002. Otro diagnóstico surgió del foro "Universidad y escuela media: problemas y perspectivas de articulación", organizado por cuatro universidades bonaerenses. Entretanto, en otros puntos de nuestro país se debaten y proponen alternativas para revertir estas tendencias. El informe de la UNT incluye diversas variables de análisis, como la relación docentes-alumnos, el perfil socioeconómico de los estudiantes, la variación presupuestaria en los últimos años, entre otras. Concluyó que "la explosión de los conocimientos impone repensar su forma de distribución y fortalecer la capacidad para procesar, organizar y distribuir el flujo de las informaciones". Cree necesarios cambios curriculares para atender las exigencias de competencias cognitivas básicas. Para Guillermo Raiden, decano de Odontología de la UNT, "el rendimiento académico es muy bajo. Y la falta de articulación entre el secundario y la universidad es una cosa seria. La universidad no debe desentenderse del problema, porque muchos jóvenes no saben cómo insertarse en ella", relató a La Gaceta. Para enfrentar la situación, la comisión propone un mejor seguimiento de los graduados, y estrategias para evitar el abandono mediante tutorías, revisión de métodos de estudio, mejoramiento de las actividades de orientación vocacional para los aspirantes y actividades de apoyo en los primeros años de las carreras. Sugiere promover la participación estudiantil en los procesos de evaluación de desempeño académico del cuerpo docente. Concluye que resulta imprescindible concretar las reformas curriculares. Varias facultades de la UNT están trabajando en el cambio de planes de estudio, y otras que están en proceso de articulación con otras universidades de la región. Entretanto, en la Universidad del Comahue, docentes citados por el diario Río Negro apuntaron al contexto social, universitario e individual. Según Daniel Sans el fracaso se asemeja a una "endemia", y no sólo es un fracaso de los alumnos y de la universidad sino del sistema educativo. Para María Elena Marzolla, "la universidad recibe jóvenes con un campo conceptual empobrecido que da muestras de una progresiva desculturación escolar". Agregó que "los modelos de vida se ven afectados ya que los estudiantes están invadidos por las formaciones sociales de la apariencia, el pragmatismo, eficientismo, lo efímero. Todos obstáculos para la tarea de estudio que implica el desarrollo de capacidades abstractas". Para ambos la universidad deposita el fracaso en las víctimas. "Es visto como producto de problemas personales, familiares o de la relación entre el alumno y el profesor", dijo Marzolla. Destacaron que los docentes, que deben dar clases en aulas sobrepobladas, se ven "imposibilitados de interactuar con los alumnos". Para Sans, los alumnos mediante el "rebusque" y la "astucia" se adaptan a un sistema "donde la ética es un obstáculo para el éxito", y en el que "el conocimiento no es un fin, es mercancía, un medio para avanzar en la carrera que se logra acumulando -meter materias-". Explicó que "sometidos a las reglas del mercado, se busca un resultado sólo contable, acreditado en horas y certificado por notas". Asimismo, el foro organizado por las universidades nacionales de San Martín, Luján, General Sarmiento y la regional Pacheco de la Universidad Tecnológica Nacional (UTN) que integran la red Unidesarrollo, analizó la situación de la escuela media, el perfil de los ingresantes y las estrategias de articulación. También se detectó que el mayor fracaso de los estudiantes universitarios se produce en el ingreso o en el primer año. En el encuentro se trató además la crisis de la escuela, el fracaso de la reforma educativa de la década pasada, la empobrecida realidad de las casas de estudios y las carencias que arrastran los alumnos, en especial sus problemas con la lectura y la escritura, relató el matutino Página/12. Este último tema es "un problema central de la articulación escuela-universidad", sostuvo el decano del Departamento de Educación de la Universidad Nacional de Luján, Héctor Cucuza. En la misma reunión, las investigadoras especializadas en educación superior, Susana Barco (U. del Comahue) y Sonia Lizarriturri (de Villa María), señalaron que "con independencia de la disciplina, más del 80 por ciento de los estudiantes universitarios evidencia falta de comprensión de textos, imposibilidad de conceptualizar, dificultades de expresión, especialmente escrita". Para Barco no es exclusivo de la Argentina, porque "las universidades del mundo están alertando sobre la disminución de capacidades de lectura y escritura en los estudiantes. Desde los ‘80, distintos países detectan esas falencias. Parece haber un problema en la estructura de la cultura". Frente a las demandas de concentración que reclama el sistema educativo, "el mundo de los jóvenes está fragmentado" y permeado por prácticas vinculadas con la televisión, el videojuego, la informática e Internet. Algunas propuestas Sobre el tema, la Universidad del Comahue y del ministerio de Educación de Neuquén acordaron el pasado miércoles 12 de junio impulsar medidas contra el abandono en los primeros años de las carreras de grado. La rectora de la UNC, Ana Pechén y el ministro, Rodolfo Káiser se comprometieron a crear una comisión integrada por docentes y especialistas que se encargará de diseñar un plan de acción. Entre las medidas inmediatas será la capacitación de los docentes del nivel medio por especialistas de la universidad. El perfeccionamiento incluirá a profesores de matemáticas, lengua, geografía, historia y contabilidad. Y en Entre Ríos, Silvia Encinas de Gervasoni, directora de EGB 3, Media y Polimodal del Consejo General de Educación (CGE), relató que trabajan en la articulación del nivel Medio con el Superior, en vistas los fracasos observados no sólo en su provincia sino en todo el país. Como "el número de ingresantes al nivel universitario en Entre Ríos era importante, pero se producía gran deserción en los primeros seis meses de su estada en el nivel superior, mirada que coincide con inve igaciones de las propias facultades de las universidades con sede en Entre Ríos, con cuyos representantes se comenzó a trabajar con una visión de conjunto de lo que es la Educación". Por su parte, la Universidad Nacional del Centro (Unicén) implementará un polimodal universitario en Olavarría. El rector Néstor Auza detalló a El Eco de Tandil que el objetivo es acortar la brecha entre a educación media y la universidad. Tendrá tres años de duración e idénticas orientaciones que el polimodal convencional, pero cambiarán "el contenido, con un mayor seguimiento del alumno", señaló. Tras detallar que "el problema central continúa en las ciencias duras", agregó que se implementarán talleres complementarios y tutorías. El rector Auza concluyó que "las universidades tienen que involucrarse en esta problemática tan severa, con un seguimiento pormenorizado del estudiante". Una propuesta idéntica se pondrá en marcha en Azul, y desde marzo existe otra en Tandil.
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