Facultad de Ciencias Exactas y Naturales-UBA   AÑO 14 - NÚMERO 502   VIERNES, 4 DE JUNIO DE 2004

Pobreza y educación en Suiza

Por Enrique Stroppiana.

Aún en países ricos como Suiza no faltan las investigaciones que destacan el estrecho vínculo entre la pobreza y el nivel de formación. De acuerdo al estudio "Riesgo de pobreza n° 1: una mala formación", existe una íntima relación entre la pobreza y el nivel de formación, por lo que cuanto más escaso es el bagaje escolar, mayor es el riesgo de pobreza. En el país alpino se acrecentó en los últimos años la brecha entre ricos y pobres, fenómeno que incluyó a la clase media. Actualmente unos 850 mil suizos (el 10% de la población) son pobres. La investigación fue realizada por la organización de ayuda social Caritas, que la presentó el 17 de mayo en Berna. "La pobreza es un escándalo en un país rico como el nuestro", sostuvo su titular, Jürg Krummenacher, a la agencia de noticias Swissinfo.

Quienes están poco cualificados estarán más expuestos a situaciones de pobreza, destacó el informe, precisando que el paso de la formación a la vida profesional, la fundación de una familia, la pérdida de un empleo o una separación son determinantes para caer en la pobreza. Los factores que influyen sobre la duración del estado de precariedad y la exclusión social intervienen a una temprana edad. En Suiza, el 86% de los hombres de entre 30 y 64 años con escolaridad obligatoria tenía un empleo en el año 2000, frente al 92,9% de quienes disponían de un certificado de aprendizaje o de un título de bachillerato. Una formación insuficiente reduce la promoción en el mercado laboral y aumenta el riesgo de perder un empleo por los vertiginosos avances tecnológicos. La formación condiciona ncluso la elección de una pareja para la vida.

El informe señaló que el nivel de formación de los padres influye también en el éx! ito escolar de los hijos. Asimismo, existe una estrecha relación entre el nivel de formación, la salud y las expectativas de vida, ya que quienes cuentan sólo con la escolaridad básica corren un mayor riesgo de contraer una enfermedad o de padecer invalidez. Sus expectativas de vida son menores que las de las personas que tienen una formación escolar más completa. Carlo Knöpfel, responsable de los estudios de Caritas Suiza, añadió que las mujeres suelen caer en la pobreza más a menudo que los hombres. Señaló que el riesgo es más elevado para las inmigrantes extranjeras que crían solas a sus hijos y carecen de un buen bagaje escolar. Esto también sucede en los casos de las familias con más de dos hijos y de los hombres que no viven en pareja.

Knöpfel relató que pese a las reformas del sistema educativo realizadas en las décadas de 1960 y 1970 en Suiza, aún sigue existiendo una relación entre el origen social y la! probabilidad de cursar estudios superiores. Por eso consideró imprescindible garantizar la igualdad de oportunidades para acceder a una buena formación y poder luchar contra la pobreza. "Hay que actuar sobre todo en el ámbito de la educación, es decir, con los niños en edad preescolar y en las pequeñas clases", agregó el director de Caritas, Jürg Krummenacher. Caritas propone crear más instituciones complementarias a la familia -guarderías, grupos de juego o jardines de infancia-, extender el sistema de becas y armonizar los reglamentos cantonales en materia de préstamos. Y en el campo profesional, impulsar la formación continua, el fomento de ofertas de puestos de aprendizaje y la introducción de prestaciones complementarias para las familias necesitadas.

La pobreza en Suiza

Existe una relación directa entre la educación escolar y la pobreza que sufre entre el 10% y 12% de la población helvética, señaló Caritas. Las mujeres carecen a menudo de una formación suficientes que les garantice una existencia económica segura. Entretanto, el año pasado Swissinfo contó que el 10% de los niños son pobres. "La investigación cifra en 232 mil el número de niños en Suiza que vive en familias con escasos ingresos", explicó Frances Trezevant, responsable de Comunicación de la organización Ayuda Obrera Suiza (AOS). "Si a esa cifra se agregamos el número de familias sin empleo, que reciben o no ayuda social, podemos calcular que existen entre 250 mil y 300 mil niños pobres en Suiza". Ese análisis se basa en los resultados de un estudio sobre los denominados 'working poor' (personas que a pesar de tener un trabajo, viven en el umbral de la pobreza), publicado por la Oficina Federal de Estadística en 2001.

Entretanto, la Asociación Suiza para la Protección de la Infancia (ASPI) estima entre 200 mil y 250 mil el número de menores que vive en necesidad, mientras que para la Comisión Federal de Coordinación para los Asuntos Familiares (COFF) son 120 mil. "Estas cifras se basan en una investigación sobre la pobreza realizada por la Universidad de Berna en 1997", contó Anouk Friedmann, secretaria de la COFF. "Pero no tiene en cuenta el número de niños que vive en una familia que recibe ayuda social", precisó. "Si se tienen en cuenta las cifras que proporcionan las grandes ciudades, constatamos que uno de cada diez niños aproximadamente depende de la asistencia social", confirmó Walter Schmid, presidente de la Conferencia Suiza de Instituciones de la Acción Social (CSIAS).

Números:

10,6% de la población residente es pobre.

38% vive bajo la amenaza de la pobreza.

7,5% de la población activa es 'working poor'.

Pobreza: afecta a unas 850 mil personas, de las cu es 220 mil son niños.

Se considera como pobre todo hogar cuyos ingresos -tras deducir las cotizaciones a la seguridad social y los impuestos- son 50% inferiores a la media nacional. En el 2002, el umbral de la pobreza se situaba en 2200 francos mensuales para una persona sola (unos 930 pesos argentinos) y en 4300 francos para una familia con dos hijos (casi 1800 pesos argentinos).

Más información: www.swissinfo.org