Facultad de Ciencias Exactas y Naturales-UBA   AÑO 14 - NÚMERO 504   JUEVES, 24 DE JUNIO DE 2004

Un nuevo impulso al aporte privado en la investigación científica

  A fines de 2003, ante autoridades científicas y empresarios, el Conicet lanzó el programa «Investigadores en Empresa», que procura aumentar la participación privada en el desarrollo nacional de ciencia y El Dr. Eduardo Charreau -Presidente del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) - presentó en la ocasión el programa aludido, que tiene la finalidad de incrementar la presencia privada en el desarrollo científico y tecnológico de nuestro país.

  En el acto también participaron el Lic. Daniel Filmus -Ministro de Educación, Ciencia y Tecnología-, el Ing. Tulio Del Bono -titular de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva (SeCyT)-, el Presidente de la Confederación General de la Industria (CGI), Edgardo Carocotche; el Vicepresidente de Asuntos Tecnológicos del Conicet, Mario Lattuada; el jefe de gabinete de la Secretaría de Industria, Comercio y Pymes, Federico Moccio; autoridades de la SeCyT y del Ministerio de Educación, así como representantes de cámaras empresarias y empresarios.

Por qué incorporar ciencia y tecnología a la producción

  En el comienzo de la ceremonia, el Dr. Charreau expuso los fundamentos por los cuales el programa es una importante contribución para el incremento de la inversión privada en el sector científico y tecnológico, y una estrategia imprescindible para el desarrollo de nuestro país frente a la competencia internacional. Al respecto, expresó: «Para que la Argentina se integre a los países desarrollados debería crecer de manera tal que su producto bruto interno se duplicase cada diez años. La incorporación de ciencia y tecnología a la actividad productiva es un requisito ineludible para ese gran salto. Los países industrializados exportan al nuestro bienes con valores promedio casi veinte veces superiores a lo que nosotros exportamos. Sólo un país que hace uso de su conocimiento es capaz de ser competitivo a nivel internacional, pues únicamente se puede hacer negocio con el conocimiento que es propio. Si, a manera de hipótesis, asumimos la meta de que dentro de diez años la mitad de las exportaciones del país sean de alto contenido de conocimiento agregado, sería necesario incrementar el número de científicos por tres, con incorporación de un número significativo de ellos en empresas de base tecnológica».

  Por su parte, Edgardo Carocotche (CGI), en representación de su sector, se manifestó en términos similares a Charreau, cuando dijo: «Si no cambiamos los paradigmas, no vamos a alcanzar el nivel de crecimiento y desarrollo que esperamos. El cambio para la Argentina es la incorporación de tecnología, y la superación de aquella idea instalada de que la tecnología se compraba, no que se desarrollaba. Este es el cambio fundamental que estamos notando en las políticas que hoy se llevan adelante».

Sobre la cultura empresarial

  Al finalizar el acto, el ministro Filmus retomó los discursos antes pronunciados y se explayó sobre los objetivos políticos del gobierno: «Lo que está cambiando son las necesidades concretas del Estado, de los científicos y de los empresarios a partir de definir un nuevo modelo. Creo que en el tema de la cultura empresarial está la llave para que los discursos se transformen en realidad. Lo que estamos teniendo ahora es un modelo de crecimiento y de distribución distinto. Lo nuevo es que, desde muchos sectores empresariales se está tomando conciencia de que se necesita una actitud diferente hacia la educación, la ciencia y la tecnología. Si sumamos la comunidad científica, el papel diferente desde el Estado, y también una voluntad activa y distinta del sector privado, podemos hacer que el modelo cierre y hacer realidad un crecimiento basado en el conocimiento y la educación». Y concluyó: «Pocas veces vi tanta intención de las cámaras empresariales y de las empresas en generar las condiciones para que la mejora en los recursos humanos y el avance en la investigación tecnológica dé lugar al crecimiento del país».

Algunas características del programa

  «Investigadores en Empresa» consiste en autorizar a un investigador de carrera del Conicet a llevar adelante su proyecto de investigación en una empresa de base tecnológica, a lo que puede dedicarse durante cuatro años. Transcurridos éstos, puede optar por continuar en la empresa o volver a una unidad del sistema científico y tecnológico. El sistema contempla que puedan participar de la propiedad de una empresa, fomentando así el desarrollo de incubadoras de empresas de base tecnológica. El salario en la empresa será el correspondiente a su categoría en el Conicet más una asignación por productividad proveniente del aporte empresario, que no puede ser inferior al 50% erogado por el Conicet. El objetivo último del programa es el de fortalecer la cooperación entre los institutos e investigadores y el sector empresario, contribuyendo en el mediano plazo a la mayor participación privada en la inversión del sector científico y tecnológico. En este sentido, es un complemento eficaz de los programas especiales elaborados por la SeCyT, en particular los incentivos del Fondo Tecnológico Argentino (Fontar).

  A la ceremonia de lanzamiento también asistieron representantes de: Fundación para el Desarrollo Tecnológico, Cámara de Laboratorios Argentinos, Instituto Massone, San Antonio Pride, Repsol-YPF, PC Gen, Inmunotech, Funprecyt, Innovatec, Fundación Sales, Genosica y Embajada de los Estados Unidos.

Fuente: SeCyT. Selección y adaptación: Lic. Enrique A. Rabe (ACS/Ceride).