Facultad de Ciencias Exactas y Naturales-UBA   AÑO 14 - NÚMERO 514   VIERNES, 8 DE OCTUBRE DE 2004

Gracias a la UNICEN una fábrica vuelve a producir

Se trata de Impopar. Convertida en cooperativa, logrará a fines de año que sus calefactores, cocinas y termos lleguen al mercado. La universidad de Tandil homologará la producción como exige ENARGAS y así deja abierta la puerta para ser un ente regional de certificación.

  Al igual que otras empresas castigadas por una de las peores crisis del país, la fábrica de calefactores Impopar se acaba de convertir en un ejemplo de cómo volver después del vendaval. Gracias a un acuerdo con la Universidad Nacional del Centro de la Provincia de Buenos Aires (UNICEN), antes de fines de año la firma podrá satisfacer otras vez las demandas que le llegan de todo el país.

  Tal como informó este mes el boletín En Red de la casa de altos estudios, la Facultad de Ingeniería alista por estos días una carpeta técnica para homologar los productos ante ENARGAS y así llevar un poco de oxígeno y movimiento a esta firma convertida en cooperativa por sus propios empleados en medio del caos.

  La iniciativa surgió del propio rector Néstor Auza este año, cuando le planteó al decano de Ingeniería, Marcelo Spina la necesidad de colaborar con esta gente para recuperar la producción de la planta ubicada en el Parque Industrial tandilense.

  De inmediato, la secretaría de Extensión, Vinculación y Transferencia de esta facultad, con sede en la ciudad de Olavarría se puso a pensar cómo hacer para cumplir con la misión de vincular el conocimiento con el medio externo. La idea era darles alguna apoyatura, como inserción laboral, convenios institucionales, respaldo técnico y formación continua. Pero en el fondo apareció algo más concreto.

  Ponerse en la piel de la empresa (en este caso cooperativa) y ver qué necesitan surgió entre los primeras ideas. De pronto se dibujó en la mente de Luis María Arrién, el responsable del área, el rol de intermediador entre Enargas y los obreros.

  "Al tratarse de una entidad administrativa en sí, carece del poder para auditar las fábricas que realizan el trabajo. De manera que lo delega en otros entes, que actúan en las empresas como brazo técnico de Enargas marcando las pautas", dijo el funcionario ávido de convertir a la UNICEN en ese ente que le de una mano a los fabricantes de termotanques, cocinas y demás equipos vinculados con el gas.

  Cuando se enteró de esta posibilidad, la cooperativa no dudó un instante y le pidió a Ingeniería esa imprescindible colaboración. "Sí, necesitan aplicar a los productos un sello que diga que están homologados, lo cual demanda una tarea técnica consistente en hacer la memoria descriptiva y técnica de cada aparato, hacer planos minuciosos de cada uno de los componentes que llevan y ensayos para saber cuánto gas consumen, qué gases por chimenea emiten, cuánto del calor que generan es aprovechable, qué consumo tienen y demás aspectos", graficó Arrién.

  De esta forma, Ingeniería se puso en contacto con el Instituto Nacional de Tecnología e Investigación (INTI), rama técnica de Enargas. Allí "nos dijeron que hagamos nosotros esa tarea porque es como si ellos la hicieran. Cuando tengamos todo listo, llevaremos al INTI la carpeta con la memoria técnica del manual de los calefactores de tres mil y cinco mil calorías, que es la primera elaboración proyectada por IMPOPAR, para que a su vez la presente a Enargas y consiga la homologación buscada para la marca propia", determinó el ingeniero de la UNICEN.

  Por el momento, los responsables de esta tarea confirmaron que la carpeta "está prácticamente lista". Según argumentaron, "sólo nos está faltando un equipo medidor de gases que llegará de Alemania y que la Universidad adquirió". Al parecer, este aparato es clave porque determina qué valores de dióxido y monóxido de carbono, así como nitrógeno, salen de la chimenea. "Con ese equipamiento, que arribará dentro de unos veinte días, quedará cerrada la primera etapa de la transferencia universitaria a IMPOPAR", añadió Arrién.

  Por otro lado, el especialista comentó que más allá de estas funciones, el equipo comprado en Europa "vendrá bien para otros servicios que está pensando la Universidad, como la habilitación de calderas y otras producciones que no tienen ese recurso técnico en nuestra región".

  Por último, se conoció que esta vinculación de la universidad servirá como antecedente para otro recurso. "Es posible que después de esta experiencia Enargas contemple que tenemos el mismo nivel jerárquico que el INTI y podamos homologar producciones fabriles de manera directa desde acá mismo, es decir delegarnos el trabajo de campo de ente certificador, que bien en el futuro podemos vender como servicio", deslizó el ingeniero Arrién con el que dejó un nuevo desafío en las puertas de la UNICEN de cara al año próximo.

Fuente: UNICEN