Nació en Finlandia y tiene el privilegio de haber sido una de las primeras astrónomas que se recibió en la Universidad Nacional de La Plata. Sus investigaciones le dieron prestigio internacional. Actualmente tiene 68 años y es una de las científicas más reconocidas. Antes de ingresar al Observatorio de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP), Virpi Niemela jamás había imaginado que, por elevar los ojos al cielo, llegaría tan alto. Tenía 19 años y hacía dos que vivía en la Argentina. Su familia, de origen finlandés, había arribado a nuestro país en busca de trabajo y se instaló en Tandil. Corría el primer lustro de la década del ‘50, y la joven recién daba sus primeros pasos en la casa de altos estudios. El idioma y los amigos No sabía pronunciar una palabra en español, pero al poco tiempo aprendió a comunicarse con sus compañeros y a compartir con ellos infinidad de horas mirando al cielo a través del viejo telescopio reflector del Observatorio ubicado en pleno corazón del Paseo del Bosque. Fue así que, de tanto contemplar las estrellas, logró el ansiado título de astrónoma que la convirtió en una de las primeras de la Argentina. Pero no se quedó ahí; y, gracias a sus trascendentes observaciones, se ganó el reconocimiento de los astrónomos del mundo. “La astronomía es una carrera fuertemente vocacional”, dice Niemela a Hoy desde su despacho en la Facultad de Ciencias Astronómicas y Geofísicas de la UNLP. Allí, la reconocida científica trabaja como docente e investigadora. “Mi especialidad consiste en recolectar datos del Universo, analizarlos y publicar los resultados”, explica con una voz suave y pausada. Su gran hallazgo Su descubrimiento más sorprendente fue el hallazgo de una supernova (fenómeno que se produce cuando explota una estrella y proyecta material luminoso al espacio). “En Chile pudimos observar el espectro de una supernova, justo antes de que llegara al máximo de luz. Y fue toda una revolución. Ese trabajo fue nominado como uno de los 10 hechos científicos más importantes del año”, cuenta con orgullo. Además de ese espectacular hallazgo Virpi, que se doctoró en Astronomía en 1974, realizó más de 130 trabajos sobre estrellas masivas, que fueron publicados en un gran número de revistas especializadas. Del telescopio a la PC “Antes, un astrónomo debía dedicar toda su vida para calcular, por ejemplo, la órbita de un pequeño planeta. Pero cuando vinieron las computadoras, esa tarea se redujo a un par de horas”, explica la experta Virpi Niemela. Entusiasmada con la charla en la que recorre su vida y sus conquistas, agrega: “Fue verdaderamente un drama personal para mucha gente ver que lo que uno hacía durante toda una vida, una máquina lo podía hacer de una forma mucho más rápida”. Consideró que, de todos modos, “de poquito nos fuimos acostumbrando a las computadoras, al igual que a usar internet”. Otros tiempos “Antes, cuando uno realizaba un trabajo de investigación, debía buscar la bibliografía anterior sobre el tema. Entonces, la persona podía pasar meses en la biblioteca en pos del material. Ahora uno recurre a internet, pone el título y en 30 segundos tiene todo”, comenta. “La velocidad con la que circula el conocimiento ha cambiado tanto que es imposible saber todo”, explica esta científica que logró conquistar el Universo desde un tranquilo y armonioso lugar, ubicado en el Paseo del Bosque platense. Reconocimiento al esfuerzo En varias oportunidades, la astrónoma Virpi Niemela fue invitada a presentar sus investigaciones en simposios de la Unión Astronómica Internacional (UIA), así como en asambleas generales que se llevaron a cabo en Kyoto (Japón) y Sydney (Australia). En reconocimiento por sus trabajos recibió en 1998 el premio “Carlos Varsavsky”, otorgado por la Academia Nacional de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Y en 2003 obtuvo el premio Kónex de Platino (uno de los principales galardones de la ciencia argentina). “Es muy importante tener una profesión a la que uno quiere mucho. La vida se ve distinta cuando el trabajo, en realidad, no se siente como un trabajo. Y nosotros nos divertimos con la astronomía. Yo creo que la nuestra debe ser una de las profesiones que más aficionados tiene, porque a mucha gente le gusta todo lo relacionado con el sistema solar”, explica. Inmediatamente después, se dispone a retomar sus investigaciones, tal como lo hace desde hace casi 50 años.
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