Una misión de técnicos de la Unión Europea aprobó los trabajos que realiza la Universidad Nacional de Río Cuarto (UNRC) para controlar el estado del maní que se exporta a esa comunidad. Los técnicos de la UE buscaban saber si el control del nivel de aflatoxinas en el grano era el adecuado para sus demandas de calidad. Los técnicos europeos confirmaron al Servicio Nacional de Sanidad Alimentaria (Senasa) que los laboratorios de la Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales de la UNRC funcionan correctamente. Tendrá la responsabilidad de verificar la calidad de este producto antes de ser embarcado al extranjero. La información fue publicada por la página ExportaPymes, que citó como fuente el matutino La Mañana de Córdoba. La comisión de la UE confirmó que “la evaluación realizada en la mencionada Facultad sobre las investigaciones y los sistemas de control para prevenir la presencia de contaminantes de ‘aflatoxinas’ en maní exportable desde Argentina hacia países europeos funcionan correctamente”. En mayo pasado, los miembros del Directorio General de Protección del Consumidor y la Salud de la Unión Europea evaluaron las actividades del sector oficial y privado en la provincia vinculado a la producción de maní. Junto a técnicos del Senasa, la misión europea visitó establecimientos procesadores en Córdoba y San Luis, productores, centros de investigación, centros de transferencia de tecnología, aduanas, puertos, la sede central, el laboratorio vegetal y oficinas locales de Senasa, estaciones experimentales del Instituto Nacional Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Facultad de Ciencias Exactas, Físico-Químicas y Naturales de de la Universidad Nacional de Río Cuarto. Desde 1982 en la Facultad se realizan diferentes tipos de investigaciones referidas al maní coordinadas por la doctora Sofía Chulze. La regulación de aflatoxina es importante tanto “para el mercado interno como para el mercado internacional, dado que se trata de disminuir el riesgo de la población”, expresó la científica. “La aflatoxina en maní es una toxina que causa serios problemas para la salud y, sobre todo desde el punto de vista económico, para los saldos exportables”, añadió Mario Gómez, licenciado y coordinador general del Laboratorio Vegetal del Senasa. Por su parte, la profesora Adriana Torres, vicedecana de la Facultad e integrante del equipo coordinado por la doctora Chulze, detalló que “se hace un informe preliminar, después se envía el informe final al Senasa y una vez que se aprueba sale en la web de la Comunidad Económica Europea, donde también está el informe hecho al cabo de visitas a China y Brasil”. “La aflatoxina se detecta normalmente en maní y se produce por un hongo, tanto a campo como en almacenamiento”, indicó Torres. Agregó que “en la zona hay plantas que almacenan maní con muy buenas condiciones de almacenamiento. El problema es cuando se produce demasiado y se almacena en otras condiciones”. El sector manisero argentino reúne más de mil productores, unas 20 empresas procesadoras y brinda trabajo a más de 10 mil personas. El año pasado el Senasa certificó exportaciones por 177.452 toneladas que representaron más de 144 millones de dólares, siendo los principales destinos de esa producción Holanda, Bélgica y Francia.
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