Facultad de Ciencias Exactas y Naturales-UBA
  AÑO 15 - NÚMERO 538
  JUEVES, 6 OCTUBRE DE 2005
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Clonación: ¿La ciencia reinventa la reencarnación?

Juan Carlos Calvo, Profesor del Departamento de Química Biológica de la FCEyN, traza un recorrido por los aspectos básicos de la clonación y sus implicancias éticas.

Por Cecilia Draghi (*)

  Con el aula magna de esta Facultad totalmente colmada por los estudiantes secundarios que se sumaron a la Semana de la Química 2005, el doctor Juan Carlos Calvo expuso sobre «Clonación ¿la Ciencia reinventa la reencarnación?» «Clonar, ¿significa generar un ejército de monstruos o todo lo contrario? Ni una cosa ni otra», indicó, a poco de desandar la charla.

  Pero para avanzar en el tema era necesario saber cómo maneja la información la célula. «Como una biblioteca», comparó el especialista. «El edificio sería el núcleo celular. Si en la biblioteca la información está ubicada por temas, en el caso de la célula se hallan en los 46 cromosomas que reúnen datos de identificación sexual, color de ojos, cabello, etcétera», agregó. Hurgando aún en esta analogía prosiguió: «Así como, una vez elegido el tema, busco el libro; en el nivel celular hay estanterías dentro del cromosoma que guardan la información en el gen, donde están las instrucciones para sintetizar la proteína requerida».

  «Ahora bien, ya tengo el libro ante mis ojos o la información genética, pero resulta que, como es un ejemplar único, no está permitido retirarlo, sino que sólo se puede fotocopiar». En el nivel celular esto se denomina «transcripción» y genera, entre otros tipos de ARN, el ARN mensajero.

  ¿Cómo maneja la célula a la información? «Con un código de cinco letras (cuatro se hallan en la molécula del ADN y una de éstas se cambia en el ARN). A la célula le bastan cuatro letras para combinar todas las frases, y contar con la información requerida para secretar una proteína», ejemplifica. Este proceso celular de síntesis de proteína se llama «traducción», que requiere de un diccionario para comprenderlo. «El ARN de transferencia es el que ‘conoce’ el idioma para la decodificación», indica.

  Toda esta información se halla en los 46 cromosomas, y se transmite cuando la célula se divide y las dos partes reciben el mismo caudal de datos, a excepción del óvulo y espermatozoide que son distintos, reciben sólo la mitad de información.

  Precisamente, de la unión de este óvulo y un espermatozoide es de donde hemos nacido todos los hombres. «Esa célula, ovocito, tiene toda la maquinaria como para usar la información del ADN por completo y, por lo tanto, hasta el momento es imprescindible para clonar, es decir para generar un individuo genéticamente igual a aquel del que toma la información. En otras palabras, se logra que el descendiente sea idéntico al progenitor, genéticamente hablando», indica.

Cómo clonar

  El óvulo, que a grandes rasgos está compuesto por un núcleo y un citoplasma a su alrededor, contiene todo lo necesario para procesar la información a clonar. ¿Qué se hace? «Se quita el núcleo del óvulo, y se lo remplaza por el núcleo de la célula que se va a clonar. A continuación se lo somete a un pulso eléctrico y se fusiona el núcleo de la célula que se clonará, con el citoplasma del óvulo. A partir de allí comienza la división celular para formar el nuevo organismo», describe.

  A partir de este proceso se obtienen resultados como Dolly, la primera oveja que fue clonada a partir de una célula madura de adulto de su propia especie. Pero también se pueden combinar elementos de especies y lograr una célula transgénica. Por ejemplo, manipular la información genética contenida en el ADN. «De una gota de sangre, se obtiene el ADN humano. A partir de esta muestra se quita el gen de una proteína determinada y se mezcla con ADN de oveja, de cabra o de bacteria, obteniendo así una célula transgénica que se puede clonar, es decir, copiar», indica.

  De estas combinaciones pueden surgir soluciones terapéuticas. «En Argentina tenemos vacas con material genético para producir hormona humana de crecimiento para personas con problemas de crecimiento. No hay que matar a los animales, sino simplemente ordeñarlos para obtener este elemento, que si hubiera que extraerlo del hombre, habría que hacerlo de cadáveres, lo que sería muy dificultoso y riesgoso para quien reciba el producto purificado, dado que se halla en la hipófisis y podría ir acompañado de algún virus, como el HIV», destaca.

¿Clonar humanos?

  Si en vez de la forma de reproducción sexual tradicional, se optara por la clonación, ¿qué pasaría? «Sería un retroceso, -evalúa-. No tiene sentido porque la evolución tardó millones de años para llegar a la reproducción actual que es la mejor posible. La clonación sería un retroceso -insiste-, es como hacer una fotocopia de otra fotocopia que, llegado a un punto, pierde calidad y resulta ilegible».

  En el embrión humano se hallan las células madres, pluripotenciales o stem, que tienen la capacidad de diferenciarse y resultan el material ideal para clonar y reproducir células que pueden emplearse en tratamientos médicos. «Esto presenta un problema ético si entendemos que este embrión es una persona. Es decir que, al romper el embrión, destruimos una persona», sostiene. A su entender esto no es necesario que se realice porque existen otras alternativas. «En nuestro interior también tenemos células madres, que se pueden regenerar», apunta.

  «¿Dónde termina todo esto?, -plantea a modo de cierre-. Dependerá de cada investigador que no se convierta al ser humano en un objeto de la investigación, sino en un beneficiario de ella».

El vertiginoso camino hacia la clonación

1880: Wilhelm Roux y August Weismann proponen de manera independiente la teoría del germoplasma: El huevo y el esperma aportan cromosomas al cigoto por igual.

1901: Hans Spemann divide un embrión de tritón (una especie de salamandra acuática) de dos células, y obtiene una larva completa a partir de cada una.

1928: Spemann usa un embrión de salamandra para demostrar que el núcleo dirige la división celular. Diez años más tarde, en 1938, propone un experimento revolucionario: remplazar el núcleo de un huevo por el núcleo proveniente de una célula diferenciada.

1952: Robert Briggs y Thomas J. King extraen núcleos de células somáticas de embriones de rana y las insertan en ovocitos de rana no fertilizados a los que les han removido el núcleo (enucleados). Estos huevos se desarrollaron dando origen a renacuajos.

1953: Francis C. Crick (U.K.) y James D. Watson (U.S.) descubren la estructura del DNA.

1964: F.C. Steward obtiene una planta de zanahoria adulta completa a partir de una célula de raíz totalmente diferenciada.

1970: John B. Gurdon obtiene mediante el método de transferencia nuclear, insertando núcleos de células intestinales de renacuajo en huevos no fertilizados enucleados, ranas adultas que son capaces de producir progenie normal.

1978: Nace Louise Brown, la primera concebida mediante fertilización in vitro.

1980: La Corte Suprema de los Estados Unidos dictamina que un organismo creado por el hombre (una bacteria modificada genéticamente) puede ser patentado.

1983: James Mc Grath y Davor Solter adaptan la tecnología de transferencia nuclear para embriones de mamíferos, obteniendo ratones fértiles.

1984: Steen Willadsen clona corderos fusionando núcleos de células de embriones de ocho células a un ovocito enucleado.

1996: Nace Dolly. El equipo del Dr. Ian Wilmut obtiene el primer mamífero clonado obtenido por transferencia del núcleo de una célula somática adulta a un ovocito enucleado.

1997: Los creadores de Dolly anuncian el nacimiento de Polly, la primera oveja que contiene un gen humano en todas sus células.

2000: Científicos japoneses clonan un ternero a partir de un toro clonado en un instituto dirigido por Takaharu Yoshiya. Este es el primer caso de "reclonado" de un mamífero grande.

2002: En agosto nace Pampa, la primera vaca clonada en un proyecto de la empresa Biosidus en la Argentina, que pasa a ingresar en el selecto grupo de nueve países en los que se ha realizado el clonado de vacunos.

2003: En octubre, Argentina se convirtió en el primer país del mundo en lograr que una vaca clonada y transgénica, llamada Pampa Mansa, produzca una hormona humana de crecimiento.

2004: Un grupo de científicos coreanos clonan embriones humanos transfiriendo los núcleos de células somáticas extraídas del ovario de las donantes a los ovocitos enucleados, extraen células madre de algunos de los embriones, y establecen una línea celular de células embrionarias clonadas, que podrían utilizarse con fines terapéuticos.

Síntesis del trabajo de Julia Pettinari «El Camino hacia la clonación», publicado en Química Viva, 2004


Más información sobre el tema:

(*) Centro de Divulgación Científica - SEGBE - FCEyN.

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