|
|||||||||||
|
Martes 14 de noviembre de
2006 Con las máquinas trabajando, las facultades de Exactas y de Arquitectura pidieron explicaciones a las autoridades de la Ciudad sobre el proyecto en marcha. Exactas propuso una comisión de especialistas, coordinada por el agrónomo Jorge Adámoli, para que intervenga en las obras y en el manejo posterior del área. En esta nota, analizaremos qué está pasando con el primer debate surgido a raíz de la posible construcción de un puente y una isla de cemento. Por Armando Doria (*)
Para aquellos que se perdieron la serie, resumimos. Comienza la obra frente a Ciudad Universitaria. Las facultades de Exactas y de Arquitectura convocan al creador del proyecto, Alberto Varas, para que explique su alcance. Después de analizar el proyecto, las autoridades de ambas facultades se reúnen con el Jefe de Gobierno, Jorge Telerman, piden participación en las decisiones y observan, en particular, dos de las construcciones previstas: una isla de cemento y un puente que conectaría la península con la costa entre Arquitectura y los cimientos del Pabellón IV. Esta entrada se sumaría a la que se localiza frente al estacionamiento del Pabellón II. Exactas establece una comisión encabezada por el biólogo Jorge Adámoli, con el objeto de que intervenga en la evaluación de las obras a concluir y en la elaboración de un plan de manejo del área verde. ¿Cómo fue la primera intervención de la comisión? En las primeras reuniones quedó en evidencia el desacuerdo de Exactas con la obra puente-isla. Los representantes del Área de Gestión de la Ribera, el organismo que se encarga directamente del tema de las obras de la costa del río, pidieron a las facultades de Arquitectura y de Exactas que presentáramos un informe pormenorizado sobre nuestra evaluación de proyecto. Dieron algunas pautas: lo necesitaban urgente, de no más de diez páginas, con fundamentación en experiencias y bibliografía. La comisión presentó un informe de once páginas con las correspondientes citas, que presenta evaluaciones sobre dinámica del agua, geomorfología, sedimentación, geoquímica y biología. La pelea que da la Facultad se refiere a la construcción de la isla y el puente. ¿Qué novedades hay al respecto?
A pesar de la prisa que había por el documento, todavía no se tomó una decisión. Lo más probable es que la isla de cemento no se construya. En cambio vemos posible que el punte sí se construya. Con respecto a la isla, coincidimos las dos facultades; no así con respecto al puente. Arquitectura presentó un documento de media página donde insisten en la necesidad de construir el puente, y lo justifican como parte esencial del proyecto de las obras de la costa. ¿Cuáles son las objeciones de Exactas a la construcción del puente? Una es que los pilares del puente interferirían con el movimiento del agua y eso iría generando una aceleración en el proceso de sedimentación y colmatación. Por otro lado, al estar emplazado en la costa de las bases del Pabellón IV, entraría en el corazón, en la parte medular del área verde de la península. Al respecto, nosotros argumentamos que el puente no es necesario porque a 200 metros hay una entrada terrestre. Si bien hay algunas irregularidades topográficas en el camino, es mucho mejor arreglar esas irregularidades para facilitar la circulación de vehículos, por ejemplo, en el caso de emergencias. La distancia no parece ser ningún impedimento. En la reserva de Costanera Sur, por ejemplo, desde la entrada de Viamonte a lo que se llama la entrada de Brasil, hay 1.600 metros. Nunca nadie dijo que eso era una distancia problemática para el manejo de la zona, mucho menos lo será una de 200 metros. ¿Discutió este tema con los arquitectos? Por supuesto. Tito Varas, quien proyectó la construcción de la costa, es uno de los arquitectos de mayor jerarquía del país, es una personalidad ampliamente respetada y muy accesible. No puede verse el puente como un capricho, él tiene una serie de razones para postularlo y yo incluso comparto la fundamentación que da para el puente y para el resto de la obra. La única diferencia que tenemos es que, usando la misma fundamentación, el proyecto puede funcionar igualmente con una sola entrada terrestre, sin necesidad del puente. las autoridades de Gestión de la Ribera nos indicaron que antes de la construcción hicieron una serie de presentaciones ante la UBA y al parecer nadie decidió responder. De hecho, acá nos desayunamos de las obras cuando ya estaban las máquinas trabajando. Creo que fuimos lentos de reflejos, que la Universidad debería haber intervenido mucho antes en el asunto. Exactas presentó su informe y ahora hay que esperar... Las posiciones están planteadas: Arquitectura defiende el puente, Exactas dice que no. La gente de Gestión de la Ribera le pasó toda la información a la Secretaría de Obras Públicas. Si definiera Medio Ambiente sería otra cosa; pero, como define Obras Públicas, la chance de que se construya el puente es alta. Para comenzar a elaborar el plan de manejo del área, que es otro de los objetivos de la comisión, ¿es necesario que se defina el tema del puente y la isla? Recién cuando se tome la decisión, se podrá avanzar en serio sobre el paso siguiente, que es el plan de manejo, con puente o sin puente. Y es necesario seguir esos pasos porque cambiaría drásticamente si hay puente o no lo hay. Por ejemplo, una de las cosas por las que argumentamos contra la construcción es que entrando por el Parque de la Memoria hay un gradiente de artificialización decreciente. Se ingresa a una plaza seca, de puro cemento, después lo sucede un entorno intervenido y finalmente se encuentra el área natural. Suena razonable. Y eso permite cumplir mejor las funciones de toda el área porque permite conducir la gente de acuerdo con los objetivos que tenga cada sector. ¿Esas funciones están definidas? Las funciones varían con cada sector. Los más periféricos, y a la vez más artificiales, serían de esparcimiento. En segundo grado, de educación ambiental. Y el sector más natural, como un área destinada a la educación ambiental y, principalmente, a la investigación. La zona de península será un área natural pero no una reserva. No va a haber áreas intangibles. Nadie planteó que fuera una reserva, aunque cumple un valor importante, no por el área en sí, que es relativamente pequeña y no hay comunidades únicas, sino porque, sumados, todos aquellos sectores naturales que hay en la ribera desde el Delta hasta Punta Lara forman un corredor para una cantidad importante de especies. Si bien todavía no están trabajando en el plan de manejo, ¿existe alguna idea básica del uso del área? Todo indica que el funcionamiento sería distinto durante los días hábiles que durante los fines de semana. De lunes a viernes, quien aprovecharía el grueso del acceso al área sería el público local: las 40 mil personas residentes en Ciudad Universitaria. El fin de semana, hay un consenso, en caso de que se haga el puente, de que permanezca cerrado y que el acceso de la población general se haga por la otra entrada, que sería la principal. Eso no elimina un problema importante, que es el estado en que van a quedar los estacionamientos y el conjunto de Ciudad Universitaria después del fin de semana, porque existe la posibilidad de que haya grandes volúmenes de basura y problemas de seguridad. No hay razón para que esos problemas sean transferidos a la Universidad, por lo que habrá que asegurarse de que tanto los temas de seguridad como los de limpieza estén cubiertos por el Gobierno de la Ciudad. ¿Considera que esta área puede ser importante para Exactas como objeto de estudio? Varias veces se consideró esa posibilidad en la Facultad y varias cátedras -por lo menos de Biología, que es lo que yo puedo responder- han hecho trabajos allí. Después la zona se fue poblando y los temas de seguridad fueron siendo definitorios para seguir trabajando: era arriesgado para quien hacía los pre-prácticos y también corríamos riesgo de tener problemas con los estudiantes. Con respecto a la investigación y los prácticos, algunas de las falencias que tenemos en la Facultad, principalmente por razones económicas, es que se sale muy poco a hacer trabajos de campo, y este espacio se podría aprovechar perfectamente. La idea también es tratar de coordinar actividades entre las distintas materias para armar una fuerte base de datos que esté disponible para todo el mundo. Yo creo que tendrá aspectos muy positivos. Aunque, a mi juicio, se ha intervenido demasiado el área, considero que el conjunto de las obras da mayores garantías de que el área se mantenga y se pueda utilizar. ¿El trabajo de la comisión termina cuando finalice la obra? Esta comisión, en principio, está pensada para trabajar sobre la coyuntura. Después de que se defina lo del puente, tendremos que determinar el plan de manejo. Por ahí, si tiene sentido y resulta satisfactorio, se mantendrá el trabajo de la comisión. (*) Oficina de Prensa - SEGB - FCEyN.
|
||||||||||
ÁREA
DE MEDIOS DE COMUNICACIÓN
|