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E D U C Y T
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Noticias de
Educacion, Universidad, Ciencia y Tecnica
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16 de mayo de 2003 Año 6 Nro. 225
Segunda sección
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%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%% INDICE %%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%
--------------------------- CIENCIA Y TECNICA -----------------------
CIENCIA Y TECNOLOGIA EN LOS PAISES DEL 'SUR'
Por Tomás Buch
EL TELESCOPIO ESPACIAL HUBBLE REVELA ESTRELLAS NUNCA OBSERVADAS
Por Alejandra Sofía
RASTROS DE UNA CIVILIZACIÓN PREHISTORICA EN NICARAGUA
BREVES DE CIENCIA Y TECNOLOGIA
EFEMÉRIDES: Pasteur da a conocer la vacuna antirrábica
------------------------ TODOS DICEN LO SUYO ------------------------
----------------- CURSOS, BECAS, SEMINARIOS, CONCURSOS ---------------
CURSOS, BECAS, SEMINARIOS
Generales, Educación, Ciencias Sociales, Ciencias Exactas
e Ingeniería, Ciencias Naturales, Ciencias de la Salud.
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--------------------------- CIENCIA Y TECNICA -----------------------------
[] CIENCIA Y TECNOLOGIA EN LOS PAISES DEL 'SUR'
Por Tomás Buch (*)
A pesar de la grave situación socioeconómica, sigue trabajando en
la Argentina una sustancial cantidad de investigadores de todas las
especialidades científicas que producen resultados de calidad
internacional. Sin embargo, el grado de aprovechamiento de la
capacidad científica local por el sector industrial nacional es muy
baja. En este artículo se analizan tanto la compleja serie de
factores que explican esta situación como los mecanismos que
permitirían superarla.
Los diagnósticos sobre la situación del aparato productivo
argentino son muy poco halagüeños para nuestro futuro. Presentan la imagen
de un país empobrecido, con un nivel de industrialización inferior al que
tenía hace treinta años y con graves problemas derivados de una importante
deuda externa. Señalan además la existencia de una profunda depresión del
mercado interno e indican que el aumento de las exportaciones se ha hecho
en gran parte en rubros formados por productos que en su mayoría son
'commodities' de relativamente bajo valor agregado. Entre ellos se cuentan
gas natural, petróleo, granos oleaginosos y algunos productos
agroindustriales de elaboración relativamente simple, como aceites y
productos de la industria láctea. Los precios internacionales de tales
commodities sufren frecuentes oscilaciones, lo que dificulta las
predicciones de crecimiento. A la fuerte disminución de la capacidad
industrial debe agregársele las consecuencias de la relación estrecha y no
exenta de dificultades con la economía brasileña. La combinación de los
factores mencionados redunda en una grave situación social cuyos aspectos
salientes son el muy alto nivel de desempleo y el alarmante deterioro en la
provisión de los servicios sociales básicos por parte del Estado.
A pesar de esta situación desoladora, la Argentina aún posee un
importante sector académico constituido por investigadores bien formados
que, aunque desanimados, desamparados y envejecidos por falta de una
suficiente renovación generacional, aún son muy productivos en relación con
las difíciles circunstancias en que les toca vivir y trabajar. Según sus
especialidades, muchos de estos investigadores podrían, en principio, hacer
un aporte al desarrollo de tecnologías vinculadas con sus áreas de trabajo,
pero en los hechos se observa que están casi completamente desvinculados de
la estructura productiva del país. Ello se relaciona con su historia: en
sus orígenes, el desarrollo de la tradición científica local no fue
impulsado por el desarrollo económico sino por el progresismo intelectual
de algunos próceres del siglo XIX, que tenían la voluntad de transformar la
Argentina según la imagen de los países más desarrollados. Los
científicos, en su casi totalidad, anidaron en algunas de las universidades
nacionales. En las últimas décadas, el sector creció financiado por
diversos organismos del Estado tales como el CONICET.
La historia de la investigación científica en nuestro país es la de
las luchas, que ya llevan un siglo, por imponer la vigencia de criterios
científicos modernos en la universidad. Ciertos grupos de investigadores
locales alcanzaron niveles de excelencia reconocidos internacionalmente
como lo demuestran los premios Nobel otorgados, en 1947, a Bernardo A
Houssay (Medicina), y en 1970 a Luis F Leloir (Química). En su mayoría,
los científicos argentinos se han sentido integrantes de la ciencia mundial
y han considerado que la producción de resultados científicos de validez
universal era una necesaria contribución del país al progreso de la ciencia
como valor universal, lo que constituía una suficiente justificación del
gasto social involucrado. Sin embargo, en determinados momentos de nuestra
historia, buena parte de nuestros científicos también ha manifestado una
inclinación por ponerse más directamente 'al servicio del país' de cuyos
recursos se nutrían, a través de una mayor interacción con el sector
productivo. Desde los años 1960 se viene produciendo sobre esto un debate
que de alguna manera aún no ha terminado. Lo que nadie discute son los
criterios de excelencia académica y la visión de que la presencia de
numerosos investigadores en cada ámbito académico -tanto los 'básicos' como
los 'aplicados'- es condición necesaria, aunque no suficiente, para que la
educación superior tenga un nivel que garantice la calidad de sus
egresados.
En estos momentos, en los que la crisis del país es tan profunda y
el Estado está tan carente de recursos que cada uno de sus gastos se está
reexaminando mientras la situación presupuestaria y las obligaciones
financieras exigen más y más 'ajustes', el sistema científico se siente
acorralado como nunca antes y no puede ser ajeno a las graves tensiones del
sector público. Se ve así obligado a reexaminar su función en un país
empobrecido, respondiendo a preguntas tales como: ¿Debe relacionarse más
estrechamente al aparato productivo y trabajar para mejorar el balance de
nuestras cuentas? ¿Cuál es su papel en la formación de recursos humanos?
¿Es un lujo que ya no nos podemos permitir o es una necesidad básica de la
cual no nos podemos privar?
A pesar de que desde el sector oficial se asegura que los
organismos públicos de investigación científica y tecnológica no
desaparecerán, los hechos hacen evidente que el estímulo a la ciencia y al
desarrollo tecnológico está lejos de ser una prioridad nacional. Sin
embargo, en forma paralela, con frecuencia las autoridades demandan al
sector científico resultados aplicables directamente a la producción. Esta
demanda está mal orientada, ya que omite considerar que el sector
científico es solo una de las componentes del complejo de factores que
entran en juego en la adopción de una tecnología productiva. La otra parte
del difícil trato, la industria local, está demasiado acosada por los
problemas de su supervivencia diaria, lo que le impide más que nunca ser un
demandante dinámico de nuevos resultados científicos. No debe sorprender
por lo tanto que sean excepcionales los casos de interacción exitosa entre
la 'academia' y la producción.
La producción industrial argentina se inició a fines del siglo XIX,
aceleró su crecimiento a partir de la década de 1930 y se expandió por la
fuerte protección que recibió durante la primera fase del peronismo. El
sustrato tecnológico de esta industria fue enteramente empírico, y contó
con muy poco aporte científico. Su crecimiento cuantitativo, que se centró
en las industrias de sustitución de importaciones, al abrigo de un discurso
nacionalista y de la búsqueda de la 'independencia económica', coincidió
con un retroceso intelectual de las universidades causado por la injerencia
de la política partidista en estas (aunque se destaca que la CNEA fue
creada en esa época, y, como clave de su éxito, en ella no existió esa
injerencia).
La investigación científica surgió lentamente, sin relación con el
crecimiento industrial, como resultado a largo plazo de las ideas de
visionarios como Belgrano y Sarmiento, quienes en las etapas iniciales y
formativas del país fueron los promotores de la ciencia argentina y, con
mucho voluntarismo de su parte, visionarios de la modernización tecnológica
del país.
En la segunda mitad de los años ´50, mediante el empuje político de
verdaderos próceres científicos como Bernardo Houssay y como reflejo del
auge de la 'gran ciencia' en los países centrales, algunas autoridades
políticas y universitarias reconocieron, más explícitamente que antes, la
importancia de realizar tareas de investigación científica y, en alguna
medida, intensificaron sus esfuerzos para apoyarla. De esa época datan los
principales organismos no universitarios de CyT, como el CONICET, el INTI y
el INTA. Mucho más recientemente se les agregó la CONAE (Comisión Nacional
de Actividades Espaciales), y se creó el Fontar, para promover más
eficazmente la interacción entre las instituciones de CyT y los proyectos
de desarrollo tecnológico. Sin embargo, a pesar de sus buenas intenciones,
y salvo excepciones (sobre todo el INTA y el INTI que cumplieron
importantes funciones de extensión y aun de desarrollo con eficacia), estos
organismos no lograron insertar a la ciencia con fuerza en el aparato
productivo nacional, y tampoco lograron constituir un verdadero sistema
integrado que superase las barreras burocráticas entre sus
superestructuras.
Este punto merece ser destacado, debido a los frecuentes reclamos
-plasmados en la Ley de CyT recientemente sancionada- de que se establezca
una política coherente y un 'plan plurianual' para las actividades CyT del
país. Habrá que estar atentos a la manera en que este plan sea formulado,
dado que debería ser mucho más que un mero listado de temas sobre los que
se está trabajando y más que expresiones de deseo basadas en prioridades
regionales definidas sin demasiado rigor. A pesar de la dificultad de
fijar plazos a las tareas de investigación básica, como parte del sistema
de evaluación ese plan debería establecer también metas temporales precisas
y criterios de cumplimiento de las mismas, además de dar a los
investigadores la seguridad de disponer de los recursos humanos y
financieros para asegurar tal cumplimiento.
Debe notarse que en los organismos oficiales, entre ellos la
Secretaría de Estado del rubro, la C de la ciencia está asociada con la T
de la tecnología. Esta confusión existente entre la naturaleza de la
investigación científica, tanto básica como aplicada, con la naturaleza
totalmente distinta del trabajo de innovación o de desarrollo tecnológico
debe contarse entre las dificultades que afronta el grupo de instituciones
que constituyen el 'sistema' argentino de I&D. Esta confusión, que pocas
veces se hace explícita pero que tiene graves consecuencias
institucionales, en parte proviene de un problema semántico y
epistemológico, además de una concepción ingenua acerca de la relación
entre sus dos componentes.
Frente a la coexistencia de un número importante de grupos de
investigación de buen nivel y un aparato productivo que casi no emplea sus
resultados, es inevitable preguntarse cuáles son los estilos de apropiación
tecnológica reales que predominan en los sectores productivos del país.
Esto permite poner en evidencia ciertos arraigados errores que se observan
en la conceptualización del papel de la ciencia en ese proceso. El
análisis de este asunto requiere comparar el proceso de apropiación de
tecnología por parte de la industria local con los modelos teóricos usados
para interpretarla, y con lo ocurrido en los países centrales, en los
cuales el proceso de industrialización alcanzó su madurez antes de que, en
las postrimerías del siglo XIX, la Argentina se insertase plenamente en el
mapa económico del mundo capitalista como proveedor de carnes y granos.
Como ya se ha mencionado, hasta 1930, la industria argentina fue
creciendo en forma sostenida a pesar de las políticas librecambistas
impuestas desde siempre. Este proceso se aceleró cada vez que las guerras
mundiales dificultaron las importaciones, y cuando las circunstancias de la
crisis mundial primero y la segunda guerra mundial después hicieron cambiar
la política económica hacia un proteccionismo poco exigente que produjo un
desarrollo industrial de características peculiares. En general la
industria empleó técnicas y maquinarias importadas, aplicando métodos de
innovación basados, sobre todo, en poner la 'viveza criolla' a buen uso,
reciclando tecnologías y maquinarias para adaptarlas a las condiciones
locales y, en particular, a las propias de un mercado interno de tamaño
insuficiente. Así creció una industria de 'sustitución de importaciones'
ineficiente según las pautas internacionales y sobreprotegida durante
muchos años. El número de invenciones o innovaciones originales aplicadas
en la industria fue muy escaso. No se le exigía calidad, competitividad,
ni economías de escala, ni se la motivó para exportar ni superar las
generosas barreras de protección que el Estado le brindaba. Esta industria
se encontró indefensa cuando la implantación de las políticas liberales
desde mediados de los 70 abrió el país de un día para el otro al libre
ingreso de productos importados. El resultado fue la fuerte
desindustrialización que culminó durante la década del ´90 con las
privatizaciones de las empresas del sector público y con las ventas de
muchas de las empresas privadas tradicionales argentinas a capitales
internacionales.
(*) La versión original de esta nota fue publicada en Ciencia Hoy
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[] EL TELESCOPIO ESPACIAL HUBBLE REVELA ESTRELLAS NUNCA OBSERVADAS
Por Alejandra Sofía (Observatorio Astronómico, UN La Plata)
asofia@fcaglp.unlp.edu.ar
Para su sorpresa, los astrónomos descubrieron que aproximadamente
un tercio de las estrellas formadas en el halo alrededor de la
constelación de Andrómeda, tienen una antigüedad que va desde los
6.000 a 8.000 millones de años, a diferencia de la antigüedad de
las estrellas que están en el halo de la Vía Láctea, de una edad
aproximada en los 11.000 a 13.000 millones de años.
La diferencia entre esas edades podría estar en que aparentemente
M31 Andrómeda debe haber vivido una fusión mayor con otras grandes
galaxias, o una serie de fusiones con galaxias pequeñas, millones de años
atrás. Los astrónomos aún no peden determinar si fue un hecho violento o
una serie continua de sumatorias de pequeñas galaxias.
Las estrellas jóvenes del halo de Andrómeda son más ricas en
elementos pesados que las estrellas de la Vía Láctea o de la mayoría de
galaxias enanas alrededor de esta galaxia. El nivel químico que poseen
estas estrellas jóvenes es característico de galaxias masivas que contienen
al menos, un millón de estrellas.
Esto ofrece tres posibilidades: las colisiones de galaxias
destruyeron el disco aún joven de M31 lo cual dispersó muchas de sus
estrellas en el halo; una colisión en particular destruyó una galaxia
masiva "invasora" y dispersó sus estrellas y algunas del disco de Andrómeda
en el halo y/o varias estrellas se formaron durante la misma colisión.
Los astrónomos esperan realizar más observaciones para determinar
el origen de estos acontecimientos. La galaxia de Andrómeda está a unos
2.500 millones de años luz de distancia y se la puede observar a simple
vista en los cielos del otoño; se la ha considerado muy parecida a nuestra
galaxia en cuanto a su forma, tamaño y edad. Este hallazgo abre nuevas
pistas para comprender cómo se formaron esas galaxias gigantes a través de
sus acciones gravitatorias y luego se devoraron.
El Dr. Tom Brown del Space Telescope Science Institute (STScI) dió
a conocer recientemente esta información durante el Simposio llevado a cabo
en dicho Instituto. Su grupo utilizó la Advanced Camera for Surveys (ACS)
del telescopio Hubble para observar en el halo de Andrómeda durante 120
órbitas de dicho telescopio espacial. Esto permitió observar toda la
población de estrellas del halo, incluso las más débiles en brillo.
Hasta el momento, los telescopios sólo podían observar estrellas
muy grandes pero aquellas normales, como nuestro Sol, estaban más allá de
nuestro alcance por su debilidad en el brillo. La cámara utilizada es la
primera que combina una visión nítida y sensitiva para descubrir las
estrellas débiles del halo de Andrómeda. Unas 300.000 estrellas jamás
habían sido observadas hasta el momento, en el halo de Andrómeda.
Más allá de este halo el Hubble revela miles de galaxias a millones
de años luz. Gran parte de ellas muestran formas especiales debido a las
colisiones.
Más información e imágenes en:
http://hubblesite.org/news/2003/15
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[] RASTROS DE UNA CIVILIZACIÓN PREHISTORICA EN NICARAGUA
Un equipo de arqueólogos de la Universitat Autònoma de Barcelona
(UAB), de la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua
(UNAN-Managua) y del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas (CSIC) ha encontrado sólidas evidencias arqueológicas
de la existencia de una civilización prehistórica, hasta ahora
desconocida, en la selva de la costa atlántica de Nicaragua.
El hallazgo, que incluye el descubrimiento de petroglifos y de unos
insólitos centros de producción y de distribución de monolitos, podría
ampliar los límites geográficos del proceso que originó las ciudades de la
civilización maya. La civilización descubierta desapareció de forma
repentina hace unos 1.600 años.
El pasado mes de noviembre, un equipo de investigadores del
Departamento de Antropología Social y de Prehistoria de la UAB y de la
UNAM-Managua presentó el descubrimiento del yacimiento arqueológico El
Cascal de Flor de Pino, en el municipio de Kukra Hill, en Nicaragua. El
hallazgo aportaba indicios de la existencia de una antigua civilización
hasta ahora desconocida. Los últimos datos que han obtenido los
científicos en la campaña de este mes de abril, y fruto de seis años de
investigación continua en el bosque tropical húmedo de la costa del caribe
nicaragüense, con la colaboración reciente del CSIC, han dado lugar a la
confirmación de la existencia de esta civilización. Los científicos han
localizado un importante número de yacimientos arqueológicos producto del
poblamiento de la zona entre el año 1500 antes de Cristo y el período de la
conquista europea.
Los nuevos datos muestran cómo las poblaciones aborígenes
desarrollaron formas de vida cambiantes en el tiempo. El aspecto más
relevante hace referencia a la identificación de la existencia de una
sociedad compleja que existió en la zona durante cerca de 10 siglos, entre
el año 750 antes de Cristo y aproximadamente el año 400 de nuestra era, y
que desapareció sin continuidad.
Entre los hallazgos más significativos, destacan:
-El descubrimiento de un asentamiento con arquitectura monumental y una
evidente estructura urbana que centraliza políticamente el poblamiento de
la época en la zona. Este asentamiento tiene una posible necrópolis
asociada.
-El descubrimiento de asentamientos de pequeñas comunidades aldeanas
dependientes.
-El descubrimiento de arte rupestre (petroglifos) asociado a los
yacimientos de este período.
-El descubrimiento de centros de producción especializada y de distribución
de monolitos, como elementos constructivos y demarcadores del paisaje,
probablemente de la misma época.
La civilización descubierta es similar a las sociedades que
precedieron a la civilización maya más hacia el norte, durante el Período
Preclásico. Este hecho ilustra que en sus inicios, el proceso (de
centralización política) que llevó a la formación de las ciudades mayas
como Tikal, Palenque o Copán (en Guatemala, Méjico y Honduras,
respectivamente) fue mucho más extenso geográficamente de lo que hasta
ahora suponían los arqueólogos.
Hace más de 2.500 años había contactos intensos e intercambios
entre las poblaciones de la vertiente atlántica de América Central, hecho
que coincidió en el tiempo con la aparición de estructuras políticas
centralizadas y de sociedades con una distribución desigual de la riqueza.
No obstante, este proceso de "globalización" regional se rompió durante el
siglo V de nuestra era. En el norte, las poblaciones prehistóricas se
desarrollaron hacia las sociedades mayas clásicas. En cambio, en la selva
nicaragüense los datos actuales indican un abandono e incendio de los
asentamientos conocidos, con la desaparición definitiva de esta sociedad y
la aparición de formas de vida claramente diferentes.
Durante el mes de abril el equipo de investigación ha efectuado
excavaciones en el poblado prehistórico de Karoline y en una de las
plataformas del asentamiento de El Cascal de Flor de Pino, ambas
acompañadas de prospecciones de las áreas adyacentes. Esta intervención se
añade a las realizadas anualmente a partir del año 1998 por la UNAN-Managua
y la UAB, con la incorporación del CSIC en el 2002. Las investigaciones
realizadas han contado también con el apoyo económico del Ministerio de
Educación, Cultura y Deportes y la Agencia Española de Cooperación
Internacional, en el marco de los Proyectos de Investigación Conjunta
España-América Latina y de la Convocatoria de Ayudas para Excavaciones
Arqueológicas en el Exterior. También se ha contado con el apoyo de la
Universidad de la Regiones de la Costa de Caribe de Nicaragua (URACCAN), el
Consejo Autónomo de la Región Autónoma del Atlántico Sur, de las
autoridades municipales de Kukra Hill, Bluefields y Pearl Lagoon y de la
compañía Kukra Development Corporation. (UAB, Noticias de CyT)
Información adicional en:
http://www.uab.es/actualitat/notrecerca/nicaragua0503.htm
[] BREVES DE CIENCIA Y TÉCNICA
> MATERIALES A MEDIDA. Un grupo de investigadoras del Dto. de
Química Orgánica de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA
han avanzado en el desarrollo de técnicas que les permite modificar las
propiedades de los polímeros, como la capacidad para atrapar metales en el
agua o absorber grandes volúmenes de líquido.
Estamos hechos de polímeros y rodeados por ellos. La mayoría de
las sustancias orgánicas presentes en la materia viva, como el ADN, las
proteínas, los polisacáridos, la madera y el caucho, son polímeros. Estos
no son más que grandes moléculas formadas por muchas unidades pequeñas que
se repiten, llamadas monómeros. Pero también hay polímeros sintéticos,
como los plásticos, las fibras, los adhesivos, el vidrio y la porcelana.
Estos materiales han ido reemplazando los compuestos naturales, como el
papel, la madera y el metal.
"Lo que hacemos es sustituir partes de la molécula de manera de
insertar heterociclos, y tratar de ver su posible utilidad como nuevos
materiales por sus propiedades reológicas, es decir, dureza, flexibilidad,
absorción de agua, posibilidad de complejación", afirmó Norma D'Accorso,
una de las investigadoras de la FCEyN dedicadas a la síntesis de polímeros.
Un informe más detallado se puede consultar en el sitio Noticias de la FCEyN:
http://www.fcen.uba.ar/prensa
> NUEVA PARTÍCULA SUBATÓMICA. Un equipo de físicos encontró una
nueva partícula subatómica: Ds (2317). La nueva integrante de la familia
subatómica ha nacido para cuestionar lo que la teoría había previsto a
cerca de cual debería ser su masa y tiempo de vida.
Marcello Giorgi de la Universidad de Pisa (Italia) y su grupo de
investigación se topó con la extraña partícula luego de que hicieron
estrellar en el Standford Linear Accelerator Center (SLAC) de California
(Estados Unidos) electrones y positrones. El detector hizo el resto
registrando las partículas creadas como resultado de la colisión. Allí,
entre los restos, estaba Ds (2317), la nueva vedette de la física, que está
formada por un quark y un antiquark.
"La partícula que se encontró tiene una vida media mucho más larga
-algo menos que un millonésimo de segundo- y una masa bastante más baja de
lo que se esperaba teóricamente, a tal punto que hace dudar de que
realmente sea lo que se esperaba", comentó el físico Ricardo Piegaia, de la
Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA. "O está mal la teoría
o se ha encontrado un bicho distinto que nadie esperaba".
Para mayor información:
Suplemento Futuro de Página 12 del 10/5/03
Physical Review Letters
http://prl.aps.org/
http://www.slac.stanford.edu/slac/media-info/20030428/
> TANDIL APUESTA AL SOFTWARE. La Universidad Nacional del Centro de
la Provincia de Buenos Aires (UNICEN) firmó hace un par de meses un
convenio con la empresa Idea Factory Software en el marco del cual comenzó
a funcionar en el Campus de Tandil el primer Cluster Tecnológico de la
Argentina.
El emprendimiento implicará una inversión inicial de 2 millones de
pesos y, según Ernesto Krauchick, presidente de Idea Factory, se espera
alcanzar "durante los primeros 18 meses, el primer millón de dólares en
facturación". De esta forma, la incubadora de empresas de la UNICEN
impulsa un emprendimiento que desarrollará desde el centro de la Provincia
de Buenos Aires software de calidad competitiva para exportar a los grandes
consumidores de tecnología del mundo.
El hecho de que la empresa haya puesto los ojos en Tandil está en
estrecha vinculación con el nivel académico y científico del Instituto de
Sistemas Tandil (ISISTAN) de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNICEN,
reconocido a nivel internacional. "Nosotros, que estamos tratando de crear
una fábrica de software -dijo el presidente de Idea-, vinimos a lo que
consideramos la mejor escuela de sistemas de la República Argentina".
Antes de firmar el convenio con la UNICEN, Ernesto Krauchick
manifestó: "en Idea Factory tenemos un sueño: que Argentina pueda ser
conocida en el mundo por la excelencia de su desarrollo de software". En
este sentido insistió en su deseo de convertir a este país en el principal
competidor de la India en el mundo. "Tengamos en cuenta -dijo- la
dimensión de lo que estamos diciendo, ya que la India exporta 10 mil
millones de dólares sólo de desarrollo de software". Una cifra aproximada
al total de las exportaciones argentinas. "Queremos ser el principal
competidor de la India y que Tandil se convierta en el Polo de Desarrollo
Tecnológico que compita con Bandhalor en la calidad de su software y
reconocimiento internacional", concluyó.
> ALACRANES PELIGROSOS. Los científicos del Instituto de Biología de
la Altura (Inbial), dependiente de la Universidad Nacional de Jujuy
elaboraron un informe que los medios jujeños se ocuparon de difundir sobre
el real peligro de los alacranes que se encuentran en la Provincia de Jujuy
y que preocupa a los pobladores.
Según los investigadores, la especie dominante en San Salvador de
Jujuy se denomina Tityus argentinus, cuyo veneno no es mortal. Está
ampliamente distribuida en el centro de la ciudad y en los barrios
periféricos.
Sin embargo, la población se vió conmovida por el caso de picadura
registrado en la zona del Ramal. Allí, como en las localidades de
Libertador General San Martín y San Pedro de Jujuy, se recolectaron
ejemplares de la especie Tityus confluens. Según determinó el especialista
Luis Acosta, de la Universidad Nacional de Córdoba, Tityus confluens es un
escorpión ampliamente distribuido en la región chaqueña de la Argentina y
el Sur de Bolivia y se lo reconocer por tener el dorso oscuro y las patas y
extremo del abdomen amarillentos, a diferencia de Tityus argentinus que
presenta un color marrón.
Los escasos antecedentes de accidentes provocados por el Tityus
confluens hacen necesario el estudio sobre la peligrosidad real o potencial
del veneno de este escorpión. Para ello el Inbial envió material vivo al
Instituto Malbrán (Buenos Aires) a fin de analizar la composición del
veneno de estos arácnidos que tanto temor están causando a la población.
Es de destacar que la en provincia de Jujuy, no se registró la
especie Tityus trivittatus, distribuida en la zona central del país que
llega hasta la provincia de Tucumán, cuyo veneno es sumamente tóxico
pudiendo provocar la muerte.
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///////////////// FIN DE LA SEGUNDA SECCION \\\\\\\\\\\\\\\\\
\\\\\\\\\\\\\\\\ CONTINUA EN TERCERA SECCION /////////////////
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