Microsemanario
Año 12 número 489
24 de octubre de 2003
== M I C R O S E M A N A R I O ======================================
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== Publicación electrónica, semanal y gratuita ==
== con noticias nacionales especialmente ==
== preparada para los argentinos residentes en el extranjero. ==
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%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%% INDICE %%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%
FUGA DE CEREBROS
Por Nora Bär
HAY QUE DETENER LA SANGRÍA
Por Mario Albornoz
BREVES DE CIENCIA Y TECNOLOGIA
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[] FUGA DE CEREBROS
Por Nora Bär
"La Argentina vende cosas baratas y lo que tiene más valor agregado
lo regala: los científicos de alto nivel que formamos en nuestras
universidades." Esta advertencia fue hecha por la doctora Mariana
Waissman, física de la Comisión Nacional de Energía Atómica,
durante una reciente reunión de científicos premiados con el Konex
con los ministros de Economía y de Educación, Roberto Lavagna y
Daniel Filmus, respectivamente. Y reaparece de un modo u otro en
las reflexiones de cualquier científico que tenga a su cargo un
grupo de investigación.
"Se podría decir que somos gerontocientíficos -coincidió Carlos
Rapella, del Centro de Investigaciones Geológicas del Conicet, otro de los
premiados-. Cuando miramos hacia atrás, vemos que no viene nadie."
La preocupación por la hemorragia de materia gris crece, entre
otras cosas, porque mientras el sueldo que recibe un investigador después
de completar su doctorado -que insume entre diez y doce años de estudio, a
partir de la escuela secundaria- asciende a 800 pesos, los países
desarrollados les ofrecen una cifra varias veces superior y todo tipo de
facilidades para tentarlos.
"Un colega acaba de venir de Canadá -cuenta Ernesto Calvo, director
del grupo de Electroquímica Molecular, del Instituto de Química Física de
los Materiales, Medio Ambiente y Energía, de la Facultad de Ciencias
Exactas y Naturales (Fceyn) de la UBA-. Allí un laboratorio necesita
producir un kilo de anticuerpos monoclonales mensual y los científicos
canadienses no dan abasto, de modo que están tomando gente de todo el
mundo. La Unión Europea publicó las estimaciones de cuáles van a ser sus
requerimientos para los próximos años: calculan que van a necesitar
500.000 científicos más por año." Sin poder evitarlo, los científicos
reconocidos ven cómo la sangre joven del sistema nacional de ciencia y
tecnología fluye hacia horizontes más propicios.
Según los últimos datos dados a conocer por la National Science
Foundation y a otros de la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación
Productiva (que probablemente estén subdimensionados, porque corresponden a
1999), mientras aquí existían 7037 investigadores con título de doctor, en
los Estados Unidos los argentinos en esa misma situación ascendían a 2700.
Dicho de otro modo: casi cuatro de cada diez investigadores argentinos con
la más alta graduación académica (exactamente, el 38%) trabajan en los
Estados Unidos.
Si se considera sólo la formación superior en ciencia y tecnología,
el número de argentinos en los Estados Unidos ronda los 10.000, lo que
equivale a aproximadamente un 25% del total de investigadores activos en la
Argentina. .
El caso norteamericano es un buen ejemplo para entender por qué no
se puede retener a la gente de ciencia formada en el país. Allí, según
datos de la National Science Foundation y el Conicet, un investigador gana,
en promedio, 58.800 dólares por año (casi 5000 dólares mensuales); aquí,
un científico con la más alta categoría del Conicet (investigador superior)
cobra menos de 1500 pesos mensuales, es decir, menos de 20.000 pesos por
año, que equivalen a algo más de 7000 dólares.
Momento de decisión
"¿Usted le pagaría 800 pesos por mes al cardiocirujano al que le
confía su vida o la de sus seres queridos? -pregunta Calvo-. ¿Al abogado
que lo patrocina en un juicio penal en el que está en juego su libertad?
¿O al contador del que depende el éxito comercial de su empresa? Sin
embargo, al regresar al país e ingresar en el Conicet o una universidad
nacional, a un joven investigador que ha realizado una tesis doctoral y un
trabajo de investigación en el exterior, tiene alrededor de 30 años, habla
varios idiomas, conoce y practica la ciencia más competitiva de su
especialidad y está en la etapa de formar o ya ha formado una familia, se
le ofrece un salario de 800 pesos. Además, carece de apoyo, de bibliotecas
completas, de subsidios competitivos, de cargos y concursos en las
universidades, y fundamentalmente no tiene la expectativa de poder
construir un futuro para su familia. Esos mismos jóvenes, en Brasil o en
Chile, ganarían 1000 dólares."
Liliana Trevani, licenciada en química de la UBA, tuvo que afrontar
esa decisión. Después de completar su carrera de grado trabajó nueve años
en el Instituto Nacional de Tecnología Industrial hasta que se doctoró.
"Tuve la oportunidad de completar un posdoctorado en la Universidad
Memorial de Newfoundland, en Canadá, y pasar una temporada muy estimulante
en la Universidad de Oxford -cuenta-. Con mi marido, sabíamos que la
reinserción no iba a ser sencilla, pero teníamos confianza en que en
nuestras vidas se normalizarían y podríamos pensar en el futuro, aunque
volvía a un cargo de ayudante de trabajos prácticos con dedicación
exclusiva, habiéndome desempeñado años antes como jefa de trabajos
prácticos. Lamentablemente, entre el desaliento inicial y los problemas
económicos, en menos de dos años regresé a Canadá con un cargo de
investigador asociado, un contrato por tres años y posibilidades concretas
de desarrollar mi profesión en la medida de mi capacidad. Al año, ambos
tenemos trabajos que nos estimulan, mi marido en un laboratorio
farmacéutico que desarrolla drogas contra el cáncer y yo en la universidad.
Perdimos muchas cosas: nuestra identidad, nuestros afectos, pero con
humildad pienso que la Argentina está perdiendo mucho más. Nosotros no
sólo somos cuatro, somos muchos, miles, y si no hay una respuesta adecuada
en el tiempo adecuado, revertir la situación actual no será imposible, pero
sí más difícil."
Otra científica que se fue es Claudia Danilowicz, también formada
en la Fceyn. Desde enero de 2002 trabaja en un grupo de biofísica de
Harvard estudiando moléculas de ADN para la Agencia de Investigación de
Proyectos de Avanzada de los EE.UU. (Darpa). "La cantidad de recursos
disponibles es alucinante -explica- y a eso se suma que mi marido trabaja
como bioquímico clínico en un hospital y admiran su nivel de trabajo y
conocimiento (es egresado de la UBA), además de cobrar un sueldo digno.
Desde aquí es muy triste ver cómo otros aprovechan nuestros recursos
mientras en nuestro país se pierden casi sin remedio, y en general se trata
de gente muy joven y muy talentosa. Lo cierto es que uno se pregunta por
qué los países avanzados nos reciben con tanto interés y tratan de
mantenernos aquí a cualquier precio. Sin duda, tienen muy en claro que no
hay desarrollo sin ciencia y sin políticas serias a largo plazo."
Para el doctor Esteban Brignole, docente e investigador de la
Universidad Nacional del Sur, en Bahía Blanca, la vulnerabilidad del
sistema científico es crítica. "El país está en riesgo de perder la
capacidad de tomar decisiones sobre cómo utilizar la ciencia y la
tecnología para cambiar nuestra realidad. Tenemos una gran capacidad, pero
se nos está acabando el combustible: las personas."
"Para hablar de desarrollar incubadoras de empresas de riesgo se
necesitarían 15.000 ingenieros desarrollistas, unos mil doctorados por año
-asegura Oscar Martínez, físico de la UBA-. Así no podemos pensar en
incubar porque no tenemos una masa crítica. Y para eso se necesitarían
unos 50 millones de dólares, que no es un número significativo dentro del
PBI nacional. Es significativo dentro de nuestra cultura, porque en lugar
de pensar que lo estamos invirtiendo sentimos que se lo estamos sacando a
alguien."
Calvo ensaya algunos números. "Para pensar en retener a los
jóvenes más valiosos -subraya- el sueldo inicial de un investigador debería
rondar los 1500 o 2000 pesos. Además, se les deberían asegurar subsidios
de inicio de carrera de hasta 100.000 dólares para equipamiento y de 20.000
dólares anuales por no menos de cinco años, con una estricta evaluación
internacional al cabo de ese período. Estos montos podrían potenciarse
para grupos de investigadores que quieran instalarse en lugares de
desarrollo incipiente. Con estas condiciones es probable que muchos de los
que emigraron en los últimos diez años piensen en regresar. Son fondos
relativamente modestos en relación con el potencial beneficio que
arrojarían en el mediano plazo."
Medidas pendientes de resolución
Sin considerar la inversión terciaria, se calcula que el Estado
invierte unos 100.000 pesos en la formación de la beca doctoral y
posdoctoral de cada uno de los futuros miembros del Conicet e
investigadores que emigran con título de doctor.
Por eso, una de las preocupaciones del presidente del Conicet,
doctor Eduardo Charreau, es que se tomen las medidas necesarias para que no
se pierda ninguno de los graduados que hayan realizado posgrados.
"Si se pierde la capacidad de garantizar la reposición del personal
indispensable para la continuidad, el sector científico alcanzará un punto
de no retorno. Y más aún si se considera la evolución de la composición
etaria de sus investigadores, que muestra claramente el envejecimiento del
sistema", afirma Charreau.
Actualmente se encuentran en trámite medidas de descongelamiento de
vacantes y nombramientos en las carreras del Investigador Científico y
Tecnológico y del Personal de Apoyo a la Investigación Científica y
Tecnológica, pero esto no podrá concretarse si no se toman con urgencia
ciertas decisiones.
El cumplimiento del crédito otorgado al Conicet para el último
trimestre del año, fundamentalmente en lo referido a gastos en personal,
permitiría el ingreso de 250 investigadores seleccionados en 2002 a la
Carrera del Investigador.
También sería necesario retomar los niveles históricos de pago por
informes aceptados y antecedentes de investigación previos al ingreso a la
carrera, que fueron cancelados por razones presupuestarias en marzo de
1996.
Habría que incorporar a gastos de personal 22 de los 30 millones de
pesos del aumento asignado al Conicet.
Según el titular de esta institución científica, esto permitiría
aumentar el sueldo de los investigadores que se encuentran más rezagados
sin necesidad de apelar a medidas que requieran la modificación de
reglamentos salariales en vigencia.
(Fuente: La Nación)
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[] HAY QUE DETENER LA SANGRÍA
Por Mario Albornoz*
La Argentina, que alguna vez fue tierra de atracción para
emigrantes, hoy se ha convertido en un país de diáspora.
No en pocas oportunidades a lo largo de nuestra historia se
produjeron exilios masivos como consecuencia de las persecuciones
políticas, pero en los últimos años la emigración se viene ajustando a otro
patrón -el económico- y comprende a muchas personas dotadas del más alto
nivel de formación; los que están más capacitados para desempeñarse como
investigadores científicos y tecnológicos.
Es muy elevado el número de jóvenes talentosos (en ciertas
especialidades, mayoritario) que se marcha del país en busca de
oportunidades que aquí les son negadas. Muchos se van con el propósito de
realizar su formación de posgrado en el exterior, pero luego tratan de no
regresar. Los testimonios recogidos en las universidades, los centros de
investigación y en los propios entornos familiares dan cuenta de esto.
También los datos que se obtienen en otros países confirman esta creciente
migración de talentos argentinos. Se trata de un drama social y también
económico sobre el que es urgente llamar la atención y tomar medidas.
Sin embargo, lo primero es entender la naturaleza del problema. El
fenómeno va a contramano de los países más desarrollados, que ponen
especial cuidado en la expansión y sostén de su capital humano. Claro está
que entre ellos también hay migración de talentos hacia los centros más
avanzados, pero se compensa con la atracción de quienes han sido bien
formados en países de desarrollo intermedio. Por eso, el fenómeno
argentino no es diferente de la sangría que experimentan otros países, como
la India, en el caso de los profesionales de la informática. .
Paradójicamente, estamos subsidiando así la ciencia, la tecnología y la
economía de los países más ricos. Para revertir la actual tendencia es
preciso recuperar la convicción que ya tuvo este país a partir de su
organización como Estado moderno acerca de la importancia de la educación y
de la ciencia.
Esto es mucho más urgente en esta etapa histórica, signada en todo
el mundo por la importancia del conocimiento. Sin embargo, hoy por hoy es
muy difícil que vuelvan quienes se han ido, pero estamos a tiempo de hacer
lo necesario para que no se sigan yendo.
Es responsabilidad del Estado, pero también de las empresas, crear
puestos de trabajo adecuadamente remunerados para los jóvenes
investigadores y tecnólogos. Por cierto, no se trata solamente de un
problema que se resuelve con mayor presupuesto: es necesario formular un
proyecto nuevo y convocante, con metas de largo plazo, para la ciencia
argentina. . Este proyecto debe estar orientado a dar respuesta a los
requerimientos de la sociedad. Sólo si nos decidimos a usar los talentos
de los argentinos como instrumento para el desarrollo será posible detener
la sangría. A quienes se han marchado hay que ofrecerles la forma de
colaborar en esta tarea, desde el lugar del mundo en el que se encuentren.
Los argentinos en la diáspora forman parte también del capital humano de
este país.
* Mario Albornoz es director del Grupo Redes
(Fuente: La Nación)
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[] BREVES DE CIENCIA Y TÉCNICA
> LA ESQUIZOFRENIA: UN PROBLEMA QUÍMICO. Un equipo de
investigadores de las Facultades de Ciencias Exactas y Naturales y de
Medicina de la UBA estudió qué pasa en el cerebro cuando una persona sufre
alucinaciones. Las alteraciones químicas que se producen son similares a
las halladas en aquellos que padecen esquizofrenia. Este avance abre el
camino para el desarrollo de fármacos efectivos contra esa enfermedad.
Más información en: http://www.fcen.uba.ar/prensa/
> REVISTA DE EDUCACIÓN EN ASTRONOMÍA. Se anunció el lanzamiento de
la Revista Latinoamericana de Educación en Astronomía (RELEA) que será una
revista on-line, indexada y los artículos serán arbitrados por el
procedimiento de "revisión doblemente ciega por pares" (double-blind peer
review). La revista es de particular interés para quienes se relacionan
con la enseñanza, la historia y la divulgación de la astronomía, El primer
número debe salir antes de fin de este año.
Los principales objetivos de la RELEA son: suplir la ausencia de
una publicación específica en el área de Educación en Astronomía; ser un
espacio para la divulgación de la producción de los países de América
Latina en esa área; atender a los educadores, investigadores y estudiantes
de Astronomía, en los diversos niveles de enseñanza, proveyéndolos de
elementos metodológicos y de contenidos educativos; y fomentar el
desarrollo de investigación en el área de Educación en Astronomía en los
países latinoamericanos.
La RELEA es compuesta de las siguientes secciones: Cultura,
Historia y Sociedad; Formación de Maestros; Enseñanza-Aprendizaje;
Recursos Didácticos; Políticas Educacionales; Actualidades; Reseñas;
Eventos.
Está abierta la primera llamada para artículos; podrán ser
redactados en portugués, castellano o inglés. Los interesados en someter
trabajo podrán encontrar mayores informaciones sobre la RELEA e
instrucciones para autores en la dirección abajo.
Más información en: http://www.iscafaculdades.com.br/relea
> AMOR ANIMAL. El cuidado paternal, característico en la especie
humana, podría ser un rasgo primitivo presente en todos los primates. Un
estudio sobre el comportamiento de los babuinos sugiere que éstos se
preocupan y cuidan de sus hijos, incluso en las disputas que puedan
protagonizar entre ellos.
Los científicos habían seleccionado a los babuinos para un estudio
de tres años porque machos y hembras suelen poseer múltiples parejas, y no
desarrollan conexiones permanentes entre ellos. Por la misma razón, los
padres babuinos deberían tener escasa certeza sobre si una cría es suya o
no.
Se analizaron cinco grupos de babuinos que viven a los pies del
monte Kilimanjaro, en Kenya. Tras un prolongado seguimiento, los zoólogos
constataron que los padres tomaban rápidamente partido por sus pequeños
cuando éstos se enzarzaban en peleas y disputas, poniendo de manifiesto un
sentimiento de cuidado paternal fuertemente arraigado. Si este sentimiento
está presente en los babuinos, es muy posible que lo estuviera ya en
especies de primates muy antiguas.
Para llegar a esta conclusión, Susan Alberts y Jason Buchan, de la
Duke University, Joan B. Silk, de la University of California en Los
Angeles, y Jeanne Altmann, de la Princeton University, determinaron con
exactitud la paternidad de muchas crías sin perturbar a la población. Se
recogieron heces y se analizó su ADN para compararlos.
Durante el seguimiento, se recogieron datos de 75 crías de babuino
con padres claramente identificados. La mitad de ellos compartían grupos
sociales con ellos. Los observadores también identificaron 15 machos
adultos viviendo en grupos que incluían a su propia descendencia y a crías
que no lo eran. Excepto tres de los babuinos machos, todos prestaban más
atención a sus crías que a las demás.
Entre julio de 1999 y julio de 2002, se presenciaron 73 disputas en
las que un macho intervino entre dos crías. Una de ellas era suya y la
otra era desconocida. En 69 de tales conflictos, los padres tomaron
partido por su descendencia. Los científicos no saben cómo los babuinos
padres son capaces de identificar a los pequeños como propios.
Más información en: http://www.nsf.gov/od/lpa/news/03/pr0395.htm
http://www.princeton.edu/~baboon/publications/ 2003Nature425.pdf
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FIN DE LA EDICION DE MICROSEMANARIO
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exterior con una síntesis de las principales noticias de Política Nacional,
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Editores: Carlos Borches y Enrique Stroppiana.
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