Microsemanario
Año 12 número 493
5 de diciembre de 2003
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%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%% INDICE %%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%%
EN BUSCA DEL ADN PERDIDO
Por Cecilia Draghi
NUEVO INSTITUTO EN LA UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA.
Se dedicará a la Investigación y Servicios en Recursos Hídricos
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[] EN BUSCA DEL ADN PERDIDO
Por Cecilia Draghi (FCEyN, UBA)
El estudio del material genético fósil es un pasaporte al pasado.
Este viaje por especies y poblaciones extinguidas hace millones de
años permite reconstruir un mundo que hasta hace poco sólo parecía
exclusivo de la ciencia ficción.
Que el hombre del Neanderthal que siempre se creyó antecesor del
moderno, una especie de eslabón perdido, haya convivido con él; que la
caída de lmperio Romano pudo tener entre sus causas a la epidemia de la
malaria; o que las moas, -aves voladoras de Nueva Zelanda extinguidas hace
900 años por la caza intensiva- hayan sido parientes del ñandú y no del
kiwi, como siempre se supuso, son algunas sorpresas que develan el estudio
del material genético del pasado. Esta técnica hoy permite reconstruir un
mundo hasta hace poco sólo exclusivo de la ciencia ficción.
Sin los efectos especiales de Hollywood, los científicos en sus
laboratorios se las ingenian para recrear el ayer con técnicas que permiten
extraer y analizar antigua información genética o ácido
desoxirribonucleico, conocido como ADN. «La historia evolutiva de los
organismos está escrita en el ADN. Desde que Watson y Crick lograron
describirlo en 1953, los avances que se han sucedido gracias a su
comprensión permitieron romper las barreras del orden cronológico de los
seres vivos», relata Viviana Confalonieri, del departamento de Ecología,
Genética y Evolución de la Facultad.
Este pasaporte al pasado se obtuvo hace muy poco tiempo cuando
científicos norteamericanos de la Universidad de Berkeley extrajeron ADN
del último ejemplar de cuagga, una especie de équido que vivió en Africa
hasta hace 140 años y estaba guardado en el Museo de Historia Natural de
Mainz, Alemania. «En su trabajo de 1984, publicado en Nature, Higuchi y
Wilson anticiparon que la confirmación de que el ADN podía sobrevivir por
largos períodos de tiempo, tendría un gran impacto en la paleontología, la
biología evolutiva, la arqueología y la medicina forense, beneficiando el
desarrollo de estas disciplinas», destacan Confalonieri, y Analía Lanteri
del departamento Científico de Entomología del Museo de La Plata, en un
artículo publicado en Ciencia Hoy.
Tras los tesoros antiquísimos
Los protagonistas que se lanzan en esta búsqueda del ADN antiguo
están lejos de la indumentaria de Indiana Jones pero cerca de sus aventuras
y desventuras para conseguir verdaderos tesoros con material genético del
pasado. Es que no es fácil hallar una muestra preservada de la
descomposición natural que sobreviene con la muerte de la mano de enzimas
degradantes, así como de bacterias, hongos e insectos.
Conservar el ADN intacto, o lo más aproximado a esta situación,
sólo es posible si aquel ha tenido la suerte de toparse con condiciones que
detienen o aletargan el proceso mortal de destrucción. «El frío es un
excelente preservador, como lo prueba el Hombre del Hielo de Tirol, de 5000
años de antigüedad; o los mamuts de Siberia que se calculan tienen entre
20 y 40 mil años», describe Confalonieri. En el otro extremo, el clima
caluroso y seco lleva a un proceso conocido como momificación natural.
También hay garantías de éxito de conservación si el cadáver quedó
atrapado o encriptado en resinas de coníferas que al fosilizarse producen
una de las pocas gemas orgánicas conocidas, el ámbar. Otro tanto ocurre si
los restos de la especie en cuestión yace en pantanos con exceso de humedad
y ausencia de oxígeno que bloquean la descomposición.
Si los científicos han tenido la fortuna de dar con algunos de
estos tesoros, aún prosiguen las dificultades. «Por mejor conservado que
esté el ADN antiguo, se halla degradado, es decir que esta molécula
normalmente larga, se encuentra rota en pequeños fragmentos», puntualiza.
Una solución a esta dificultad es la técnica PCR o reacción en cadena de la
polimerasa. «Es como una fotocopiadora de ADN», compara Confalonieri,
docente de FCEN. Su uso está muy difundido en criminología que con una
muestra pequeña, por ejemplo la de un pelo, logra datos que antes requerían
extraerlo de toda una cabellera.
¿Auténtico o no?
El ADN antiguo no está exento de debate acerca de su autenticidad y
pone en tela de juicio las pruebas que se han hecho en muestras de millones
de años de antigüedad. Según cálculos de Thomas Lindahl, especialista
inglés, «muestras de más de 100.000 años de antigüedad es casi improbable
que contengan moléculas de ADN analizables, salvo que estén conservadas en
ámbar». En caso de que no se hallen en estas condiciones, no serían
fiables.
«Un tubo con la muestra de ADN es colocado en un aparato que eleva
y desciende la temperatura (termociclador) y tiene lugar una serie de
reacciones que amplifica el material», agrega. Es decir, que aunque la
cantidad inicial de ADN sea escasa, luego de la reacción de PCR se
dispondrá de material suficiente como para proceder a su secuenciación, o
sea la determinación de orden en que se encuentran ubicadas las bases
nitrogenadas, responsables de la información genética que residen en el
ADN.
«Otro inconveniente habitual es que el ADN antiguo pueda
contaminarse con ADN moderno. En este caso es crucial seguir
procedimientos de laboratorio estrictos que aseguren la esterilidad total»,
destaca.
Sorpresas del pasado
Con las dificultades propias de descubrir estos tesoros de ADN
antiguo, así como lidiar con los inconvenientes de escasez de muestra o
contaminación, igualmente en estos pocos años de esta técnica que intenta
descifrar el material genético del pasado se han logrado significativos
logros. Por ejemplo, el haber detectado que el hombre de Neanderthal y el
moderno son linajes que se separaron hace 500 mil años y ambos convivieron
por la misma época, sin ser uno el antecesor del otro.
En forma exitosa se logró extraer y analizar el ADN de los mamuts
hallados en Siberia, que hoy están en una cueva en Rusia donde la
temperatura es siempre bajo cero. «Hay un proyecto general de clonar
especies extinguidas», destaca. Aquí el pasado se une con el futuro, ya
que por medio de procedimientos de clonación es posible perpetuar en el
tiempo linajes similares a los de sus progenitores. «No estoy de acuerdo
con estas iniciativas porque proponen incorporar cambios a un proceso
natural sin tener en claro cuáles podrían ser sus consecuencias», subraya
Confalonieri, doctora en ciencias biológicas.
Más allá de estas controvertidas posibilidades, lo cierto es que
esta técnica actualmente contribuye a profundizar el conocimiento sobre
organismos extinguidos en tiempos prehistóricos o en épocas más cercanas.
«La información sobre el ADN de especies o poblaciones -destacan en el
artículo de Ciencia Hoy- recientemente extinguidas o en peligro de
extinción, permitirá además adoptar medidas a favor de la conservación de
la biodiversidad». Por último coinciden en señalar: «Los estudios de ADN
antiguo han dado un renovado impulso a las investigaciones antropológicas y
arqueológicas relacionadas con la evolución de poblaciones humanas y sus
hábitos culturales. Es de esperar que el avance tecnológico en el cambio
de la biología molecular ayude a obtener resultados cada vez más
confiables».
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[] NUEVO INSTITUTO EN LA UNIVERSIDAD DE CÓRDOBA
Se trata del Instituto Superior de Investigación y Servicios en
Recursos Hídricos
Con el objetivo de impulsar la investigación y realizar trabajos de
consultoría en materia de recursos hídricos, la UNC apostó a la
creación de este instituto interdisciplinario en el que participan
cuatro unidades académicas. El centro recientemente obtuvo un
financiamiento de 2,5 millones de pesos para la construcción del
edificio y la adquisición de equipos de alta tecnología.
La creación del Instituto en Recursos Hídricos (IRH) fue impulsada
por la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la UNC, con el aval y la
participación de las facultades de Ciencias Químicas; Ciencias
Agropecuarias; Ciencias Exactas, Físicas y Naturales; y Matemática,
Astronomía y Física. El proyecto fue aprobado por el Consejo Superior de
la UNC en mayo de este año, luego de un intenso trabajo realizado por una
comisión especializada que se abocó al tema en el 2002.
El propósito fundamental del centro es potenciar y consolidar las
actividades científicas y tecnológicas vinculadas a los recursos hídricos,
articulando nexos entre la oferta de investigación y la demanda de
asesoramientos y servicios para terceros. "El instituto está orientado al
desarrollo de investigación y la prestación de servicios, pero también va a
albergar actividades de formación académica, sobre todo a nivel de
posgrado", comentó Andrés Rodríguez, secretario adjunto de Ciencia y
Tecnología de la UNC y director del Laboratorio de Hidráulica de la
Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Además, a nivel de
grado, en este ámbito se dirigirán las tesis finales de los alumnos que
aborden en sus trabajos la temática hídrica, desde diferentes perspectivas.
La idea de abrir un centro de estas características surgió en el
año 2000, cuando se realizó en Córdoba el Congreso Latinoamericano de
Hidráulica y participaron más de 500 profesionales. "Ahí tomó cuerpo la
idea de converger entre grupos disciplinares que estábamos desperdigados en
distintas unidades académicas y teníamos una preocupación común respecto de
la problemática hídrica", explicó el secretario.
En un primer momento, participaron de la iniciativa, además de los
docentes e investigadores de la UNC, los representantes del Instituto
Nacional del Agua (INA). Si bien, luego no se pudo concretar el trabajo
conjunto entre las dos instituciones, aún están abiertas las posibilidades
para el desarrollo de proyectos comunes.
De interés prioritario
La puesta en marcha de este instituto adquiere una especial
relevancia para la UNC, si se considera que los recursos hídricos han sido
definidos a nivel nacional e internacional como un tema prioritario para el
desarrollo. En este sentido, Rodríguez destacó la necesidad de proteger
las importantes reservas de agua potable con las que cuenta nuestro país:
"Se dice que el siglo que viene será el del 'oro azul', es decir del agua,
justamente porque es un bien escaso y es una limitante severa en el
desarrollo y la calidad de vida. Como es un recurso finito, la demanda
está en incremento, por lo tanto es fácil predecir su valor estratégico".
Un ejemplo de la trascendencia que adquirió esta problemática es la
implementación del Plan Federal de Control de Inundaciones que lleva
adelante el Gobierno nacional, y que en el área pampeana central contempla
una inversión de 750 millones de pesos en obras.
Consolidar esfuerzos
Desde su concepción, el IRH plantea consolidar las tareas que ya se
vienen realizando en el área de la hidrología dentro de la universidad.
Entre estas acciones en curso, se destaca la Maestría en Ciencias de la
Ingeniería con mención en Recursos Hídricos y el desarrollo de proyectos
presentados en el marco del programa PICTOR que promueve la Agencia
Nacional de Promoción Científica y Tecnológica. Asimismo, las actividades
de transferencia de servicios que llevan a cabo diferentes equipos de
investigación, a través de consultorías para empresas privadas y del Estado
nacional y provincial, ubican a la universidad en un lugar privilegiado. A
modo de ejemplo, Rodríguez mencionó los trabajos que se desarrollaron desde
el Laboratorio de Hidráulica con los azudes de Río Cuarto (ver nota de
archivo) y en el río Paraná. "Tenemos una presencia, a través de las
cuatro unidades académicas, en lo ámbitos académico, científico y
profesional", resaltó el funcionario.
Modelo integrador
Una de las principales cualidades del centro es su carácter
interdisciplinario, con una fuerte impronta hacia la integración de
diversas áreas. "El proyecto marca una nueva tendencia. En vez de crearlo
en el ámbito de alguna facultad - que fortalece un enfoque corporativo y
descentralizado- se apuesta desde la SECyT a un modelo integrador más
ambicioso", apuntó Rodríguez. De este modo, en la estructura organizativa
del centro participan miembros de las cuatro facultades, investigadores
propuestos por el Consejo Asesor de SECyT y un representante del sector
público ligado a los recursos hídricos.
Recursos genuinos
Para el director del Laboratorio de Hidráulica, una de las ventajas
de este nuevo modelo es la mayor facilidad para conseguir recursos. En
este caso, el IRH obtuvo hace algunos días 2,5 millones provenientes del
Fondo Tecnológico Argentino (FONTAR). Este financiamiento se destinará en
su mayor parte a la compra de instrumental científico y también a la
construcción del edificio que albergará al nuevo instituto. La planta
estará ubicada en el sector sur de la Ciudad Universitaria, en el
denominado "polígono de servicios" que prevé el plan estratégico de
edificación y refuncionalización del campus universitario. En un primer
tramo, se construirán oficinas y laboratorios numéricos y de calidad de
agua.
Asimismo, las autoridades esperan los resultados de otra solicitud
que realizaron a la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación
Productiva de la Nación y que actualmente se encuentra en proceso de
evaluación. Este proyecto fue presentado conjuntamente entre la UNC y
laboratorios de San Juan, Santiago del Estero, Santa Fe y la CONAE
(Comisión Nacional de Actividades Espaciales) para la adquisición de
equipamiento por un monto de 700 mil dólares. "La idea es liderar un
proceso de descentralización en la distribución de recursos en el país en
el área de la ciencia y la tecnología. De tal manera que aspiramos a
equipar esta red con aparatos de última generación con miras a atender el
mercado local y regional", manifestó el secretario.
Impacto social
Desarrollar servicios de consultoría para el Estado es una de las
apuestas fundamentales del nuevo centro. "Aspiramos a ser, por excelencia,
el contratante de este tipo de servicios, cuando se traten de hacer
estudios de calidad con un alto compromiso nacional y a precios justos",
afirmó Rodríguez. En este aspecto, la universidad deberá competir con
empresas multinacionales que, muchas veces, no se rigen por criterios de
transparencia en el manejo de los fondos y en el cumplimiento de los
acuerdos con los gobiernos.
En cuanto a las proyecciones, el secretario informó que para fines
del año que viene esperan finalizar la obra de construcción del edificio y
realizar tareas de capacitación para el manejo del equipamiento.
Entre los proyectos que están en estudio, sobresale una iniciativa
para la generación de productos con alto valor en el mercado de
exportación, como es la cría de camarones en la Laguna de Mar Chiquita. En
líneas generales, Rodríguez puso de manifiesto el fuerte impacto social que
tendrán para la región los trabajos que desarrollará el IRH vinculados con
la calidad y disponibilidad de agua. (Tomado de "La Universidad Hoy"
publicación de la UNC, www.prensa.unc.edu.ar)
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FIN DE LA EDICION DE MICROSEMANARIO
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