La hora del Té en la lucha contra el cáncer          

(Por Ana Laura Ortalli, FCEyN-UBA)  El cáncer es una de las principales causas de muerte en Occidente, y los tratamientos para combatirlo suelen ser costosos y agresivos. Sin embargo los científicos continúan investigando para hallar drogas más
económicas, eficaces, de mejor tolerancia y que, además, tengan efectos
preventivos. Una sustancia candidata es el EGCG, un antioxidante que se
encuentra en el te verde.

En Occidente, el cáncer es la segunda causa de muerte en los adultos, y la principal causa de muerte por enfermedad en niños. En la Argentina no hay datos sobre la incidencia de esta enfermedad. El doctor Felipe Galmarini del Hospital Municipal María Curie explica: "Si bien no hay un registro en el nivel nacional, se estima que entre un 15 y un 20 por ciento de las muertes en el país se deben al cáncer."

Además, muchos de los tratamientos actuales son extremadamente
costosos y ocasionan mucho sufrimiento por sus efectos colaterales. Por
estas razones surge la necesidad de hallar drogas más eficaces y económicas
pero menos perjudiciales para la salud de la persona en terapia.

Los doctores Yihai Cao y Renhai Cao, científicos del Karolinska Institute de Estocolmo, Suecia, demostraron que uno de los componentes del te verde podría evitar el crecimiento de ciertos tumores. Se trata de una sustancia llamada epigallocatequina-3-galato (EGCG).

El te verde es la infusión mas consumida en Asia, mientras que en Occidente se consume el te negro. De hecho, se estima que los británicos toman 185 millones de tazas de te al ida.

El enemigo interno

"El cáncer es un conjunto de patologías", define Galmarini. Y agrega: "Es una enfermedad evolutiva, un proceso que tiene tres fases: proliferación, invasión y angiogénesis". Una impredecible mezcla de herencia y ambiente puede despertar una manía multiplicativa en alguna célula que se replica descontroladamente formando un tumor.

Las células necesitan nutrientes y oxígeno para poder vivir. La encargada del reparto de estas moléculas vitales es la sangre que llega a los tejidos a través de los vasos sanguíneos mas pequeños, los capilares. Cuando el tumor crece superando los dos milímetros de espesor, la llegada de sangre a su interior es menor, por lo que algunas células hacen necrosis (mueren). Esto tendería a limitar su crecimiento, sin embargo un tumor es capaz de tomar el control del desarrollo de nuevos vasos sanguíneos, o
angiogénesis.

La angiogénesis es la prolongación de capilares conectados a la circulación, es una revascularizacion. Normalmente ocurre durante el desarrollo embrionario, al cicatrizar una herida en el adulto o durante la menstruación (debido a que deben regenerarse los capilares de las paredes del útero). En cualquier otra circunstancia la angiogénesis es signo de enfermedad.

Un tumor recluta capilares del tejido normal circundante y algunos hasta fabrican los propios. Así el gran problema del desabastecimiento se soluciona y el tumor puede seguir creciendo.

Durante los últimos 30 a#os, el doctor Judah Folkman del Children's Hospital de Boston desarrollo la hipótesis de que el crecimiento de todos los tipos de tumores dependían de la angiogénesis, y que, si esta se suprimía, se paralizaba su desarrollo. Estas ideas revolucionaron la oncología y cambiaron drásticamente la visión que se tenia del cáncer.

El doctor Galmarini, que trabajo con Folkman, explica: "Hasta hace poco se veía al cáncer como una enfermedad autárquica, pero Folkman comprobó que los tumores están finamente regulados a través de muchos factores, entre ellos, los angiogénicos y los antiangiogénicos (también llamados angiostaticos), dos tipos de sustancias que ellos mismos producen."

Un tumor no es solo un conjunto de células rebeldes que se apartan del sistema, es un grupo comando que toma por asalto el funcionamiento del organismo y lo pone a su servicio.

Te para dos... ratones

Desde hace varios a#os se sabe que el te inhibe el crecimiento de distintos tipos de tumores en animales. Además, varios estudios en todo el mundo demostraron que el consumo de te esta asociado a una baja incidencia de cáncer en humanos. Sin embargo se ignoraba su mecanismo de acción y cuales eran específicamente las sustancias involucradas.

Uno de los científicos del Karolinska Institute, el doctor Yihai Cao, que había trabajado junto a Folkman, sospecho que los efectos del EGCG no recaían directamente sobre el crecimiento de las células tumorales sino sobre su capacidad de hacer angiogénesis.

Para demostrarlo, el y su colega Renhai Cao estudiaron el efecto del EGCG in vitro y descubrieron que esta sustancia solo afectaba el crecimiento de las células endoteliales, que son los componentes mas importantes de los capilares, pero que no tenían efecto directo sobre las otras células.

Finalmente invitaron a un grupo de ratones voluntarios a tomar el te, mientras que otro grupo solo tomaba agua, como control. Todos los ratones habían recibido en la cornea, una zona en la que no hay vasos sanguíneos, una sustancia que estimula el crecimiento vascular. Al finalizar el experimento encontraron que, en comparación con los que solo habían tomado agua, los consumidores de te presentaban muy baja
vascularizacion. De este modo demostraron que el EGCG contrarrestaba los
efectos de los estimulantes.

Consultado el doctor Yihai Cao sobre los últimos descubrimientos relacionados al EGCG, dijo: "Luego de que se publico nuestro reporte en Nature, hubo muchos artículos de investigación en los cuales se demostraba que el te verde inhibía la angiogénesis y el crecimiento tumoral. Es mas, un articulo reciente reporta que el EGCG inhibe la leucemia."

El té es sólo una solución de EGCG

Yihai Cao y Renhai Cao concluyeron en su informe que su experimento explica por que tomar te verde previene el crecimiento de numerosos tipos de tumores. Sin embargo, el te no es el superheroe que salvara al mundo del flagelo del cáncer.

Según Cao, "se están haciendo estudios clínicos en muchos países y
hasta ahora no se reporto ningún caso en el que el EGCG resultara tóxico".
"Una persona que no tiene cáncer puede disfrutar tranquilamente del te
verde." Pero advirtió: "Sin embargo, las mujeres embarazadas y los ni#os
deberían evitar su consumo".

Galmarini se#ala que "hay muchas sustancias que inhiben la
angiogenesis, algunas sintéticas, otras naturales." Sin embargo, aconseja
tomar con cautela las conclusiones de los investigadores del Karolinska
Institute: "No recomendaría a la gente que aumentara el consumo de te con
el objeto de prevenir el cáncer, ni siquiera a los pacientes que ya tienen
la enfermedad. Estas sustancias están aun en el campo de la
experimentación clínica".

Y agrega: "El medico ordenara un tratamiento en función de las
conclusiones del patólogo. La persona debe ser tratada y seguida,
combinando las sustancias angiostaticas con la quimioterapia, todo esto
dirigido a evitar la progresión del tumor. Hay que tener presente que si
el tratamiento consiste solamente en el suministro de un angiostático, como
el EGCG, no habrá desaparición ni reducción del tumor."

Según el especialista, en la lucha contra esta enfermedad es
crucial la prevención en todas sus formas. La medida mas eficaz es la
eliminación del consumo de tabaco. El control de la dieta también reduce
la mortalidad. Se recomienda evitar la obesidad y el consumo de alcohol.
Se debe limitar la exposición solar o utilizar cremas protectoras para
prevenir el cáncer de la piel. Además el control sobre los factores
ambientales incluye la eliminación de productos carcinogenos en el lugar de
trabajo y en el hogar.

A pesar de los múltiples beneficios que aparentemente tiene el
consumo de te verde en la población asiática, no se conocen aun sus efectos
en la población occidental, porque los estilos de vida son diferentes.
Tampoco hay pruebas de una terapéutica exitosa. Sin embargo, el hallazgo
de una sustancia natural, económica y con efectos preventivos es un avance
muy importante en la lucha contra el cáncer.

Los colores del te

El te que se consume en nuestro país es el te negro, igual que en
el resto de occidente. Pero en los países asiáticos el te verde es el que
manda. Comparten un origen común, la misma planta. Y, aunque sus caminos
se bifurcan, su destino es el mismo.

El te verde es cocido al vapor inmediatamente después de ser
cosechado, esto impide que las hojas se oxiden y así se conserva mejor el
EGCG. Las hojas del te negro, en cambio, son expuestas al aire,
precisamente para que se oxiden y adquieran el típico color marrón rojizo y
su inconfundible sabor.

Por lo tanto el te negro tiene menos de la mitad de la
concentración de EGCG que el te verde y, además, el instantáneo (en polvo o
en séquito) contiene un porcentaje muy peque#o de los antioxidantes que
están en el te fresco.

Para aprovechar al máximo los beneficios del te negro es necesario
dejarlo durante cinco minutos en agua caliente antes de servir, esto le da
el tiempo suficiente a las hojas para liberar todos los antioxidantes,
inclusive el EGCG.

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