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Clarín, Míercoles 8 de mayo de 2002 Se
fue Shuberoff tras 16 años Por Carlos Galván. Tras 16 años de gestión, Oscar Shuberoff se despidió ayer de su cargo y puso en funciones al nuevo rector de la Universidad de Buenos Aires, Guillermo Jaim Etcheverry. Pese a ser la principal universidad del país, al acto de traspaso de autoridades no asistió la ministra de Educación, Graciela Giannettasio y casi ninguna figura política de primer nivel, a no ser por el ministro de Salud, Ginés González García. Si algunos imaginaban que el desembarco del nuevo rector podría significar una exhaustiva revisión de la gestión Shuberoff, el propio Jaim Etcheverry se encargó de poner límites a estas expectativas. "Mi objetivo no es mirar hacia atrás, pero sin ninguna duda cualquier irregularidad que surja de la conducción de la Universidad y justifique ser investigada y denunciada, sin duda lo va a ser", dijo. El acto de asunción, extenso y sobrio en partes iguales, se llevó a cabo en el aula magna de la Facultad de Derecho. Estaba, según se vio, prácticamente toda la "intelligentzia" de la UBA: los decanos de todas las facultades, investigadores, docentes y miembros del Consejo Superior. Todos quisieron saludar al flamante rector. El acto había terminado hacía una hora cuando finalmente Jaim Etcheverry dejó de recibir palmadas en la espalda. Jaim Etcheverry fue designado rector en una asamblea universitaria el pasado 2 de abril. Se lo había intentado nombrar una semana antes, pero esa sesión debió suspenderse porque Shuberoff fue atacado a huevazos por algunos alumnos que interrumpieron la deliberación. Algunos temieron que ayer volvieran a producirse incidentes. La entrada principal de Derecho lucía tapada de guardias. Aunque vestían traje, su apariencia no engañaba a nadie: parecían patovicas de cualquier discoteca. La seguridad sobró ya que nadie fue a protestar. Shuberoff empezó su discurso de despedida con una frase algo barroca: "Entrego con alegría y liviandad de espíritu el cargo de rector en esta nueva etapa que se abre en la Universidad". Después repasó su gestión en términos favorables y cuando ya en la primera fila de las gradas circulaba un chiste -"Parece que su discurso va a durar otros 16 años"-, terminó con algo que sonó a aforismo. "La Universidad no es un lugar en el que se pueda vivir al abrigo, es el lugar de los vientos", afirmó. Jaim Etcheverry arrancó luego su discurso con un sinceramiento: "Para preparar el mío revisé los discursos de mis antecesores y resolví desechar la posibilidad de hacer alguna promesa". Cumplió: no hizo una sola promesa. Se limitó a trazar algunos lineamientos generales. "La Universidad debe entregar una visión del mundo" y rechazó "las tendencias que hoy ganan espacios en el mercado, como las que la Universidad debe ser una parte más del mercado y aceptar sus leyes y valores". "Es imprescindible politizar aún más a la Universidad y ''despartidizarla'' aceleradamente, para volverla a hacer pública", repitió luego ante los medios de prensa, tal como señaló en abril, al ser designado rector. En tanto, Shuberoff dejó saber que se va definitivamente de la UBA: "Como ya no conservo ninguna cátedra me dedicaré a poner en marcha una empresa de construcción que tengo medio abandonada", dijo a Clarín.
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