A la página principal

puntitogris.gif (801 bytes)

Opinión        Libros y Revistas         Agenda        Documentos

puntitogris.gif (801 bytes)

PUBLICACIONES

Breviario

Cable Semanal

Educyt

Exactamente

Lista Exactas

MicroSemanario

Buscador
powered by FreeFind


Búsqueda Local
Búsqueda Web

Viernes 13 de diciembre de 2002

Argentina y Chile: Milímetro a milímetro
cada vez más próximas


Cada año Buenos Aires y Santiago de Chile están casi dos centímetros más cerca según mediciones realizadas en el último tiempo a la altura de Mendoza con instrumental de alta precisión. Se trata de una deformación elástica, según definen los geólogos, y un terremoto puede volver atrás parte de este achicamiento en el futuro. Si bien se seguirían aproximando, la velocidad promedio permanente alcanzaría a 4 ó 5 milímetro por año.

Por Cecilia Draghi (*)

  "La costa de Chile está cada año 19 milímetros más cerca de la ciudad de Mendoza según mediciones realizadas recientemente con instrumental de alta precisión", puntualiza el geólogo Víctor Ramos, vice-decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. ¿Esta contracción de la tierra seguirá siempre a este ritmo? "Esta deformación puede ser compensada en el futuro con un terremoto y recuperar así parte del terreno perdido. Si bien siempre ambos países estarán cada vez más próximos, no será en esa proporción. Modelos matemáticos, geofísicos y geológicos muestran que en los últimos 20 millones de años la velocidad promedio de acercamiento es de 4 a 5 milímetros por año a estas latitudes", agrega este especialista, titular del Laboratorio de Tectónica Andina.

  La Cordillera de los Andes, lejos de separar Argentina de Chile, las une cada vez más estrechamente. Desde hace millones de años esta cadena montañosa se ha ido contrayendo en el ancho y elevándose en altura. No es casual que el cerro Aconcagua, -la cima sobresaliente de América y también una de las más altas cumbres del mundo-, esté ubicada donde está.

  En realidad, para sostenerse casi a 7.000 metros por encima del nivel del mar, requiere de una especie de palanca que funciona a miles de metros de profundidad. Se trata de la corteza oceánica conocida como placa de Nazca que se hunde por debajo de la masa continental, en este caso la placa Sudamericana. "Este hundimiento genera fricción, que produce un estado compresivo o contraccional dentro de la placa Sudamericana. Estos esfuerzos elevan los Andes, y cuando se acumula un determinado nivel de tensión, se libera a través de un terremoto", explica. Pero, este sismo que hace las veces de válvula de escape en un sistema permanentemente comprimido no deja las cosas como estaban y queda una deformación permanente, sin llegar a ganar todo el espacio perdido. En medio de estos avances y retrocesos, el ciclo de compresión continúa a lo largo del tiempo, que en geología se remite de miles a millones de años. En estos procesos, doce meses son algo así como un suspiro. Es por ello que las mediciones anuales brindadas recientemente por instrumental de alta precisión deben ser ubicadas en perspectiva.

De ayer a hoy

  Cuando en los últimos tres o cuatro años los datos brindados por equipos como GPS de alta resolución indicaban que entre Santiago de Chile y Mendoza había un acortamiento de casi dos centímetros por año, aportaban un elemento interesante. ¿Los Andes se estaban contrayendo a una velocidad más rápida de la calculada anteriormente, que en esa zona era de 4 a 5 milímetros por año? "Luego de diversos estudios -relata Ramos- se arribó a la conclusión de que la gran deformación registrada hoy tiene un componente elástico y otro permanente." ¿De qué se trata? Al comprimirse, el sistema se deforma elásticamente, hasta que se produce una ruptura, es decir un terremoto. Como consecuencia del sismo, parte de ese acortamiento se recupera y vuelve al ciclo de compresión. La otra, en tanto, queda definitivamente acumulada.

  En otras palabras, del acortamiento de 19 milímetros de la actualidad pueden perdurar para siempre sólo 4 ó 5 milímetros cuando se produzca la relajación a través de un terremoto, según cálculos realizados por modelos mecánicos o físicos con los datos aportados por el GPS.

  Todo parece indicar que los diferentes métodos llegan al mismo resultado. Estudios geológicos del investigador Ramos señalan que en ese segmento, en los últimos 20 millones de años, los Andes se han acortado a un promedio de 4,5 milímetros por año. "Este rango es sorpresivamente igual al permanente que se predice va a ocurrir con mediciones hechas en base a GPS", remarca.

  Ahora bien, si diferentes modelos parecen coincidir en que la velocidad promedio de acercamiento entre Argentina y Chile es de medio centímetro al año, qué sucederá de continuar a este ritmo. "Si hacemos futurología -responde- Mendoza va a desaparecer, será parte de una cordillera y sus restos estarán a 2 ó 3 mil metros de altura dentro de unos diez millones de años".

(*) Centro de Divulgación Científica - SEGBE - FCEyN.

 

NOTICIAS | BREVIARIOS | CABLE SEMANAL | EDUCYT | EXACTAMENTE | LISTA EXACTAS
MICROSEMANARIO | OPINION | AGENDA | LIBROS Y REVISTAS | DOCUMENTOS