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Martes 26 de agosto de 2003 En un acto realizado el 30 de julio, en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA fue inaugurado el Instituto de Fisiología, Biología Molecular y Neurociencias (IFIBYNE) que depende del Conicet y de la Universidad. En este acto estuvieron presentes el decano de la FCEyN, doctor Pablo Jacovkis; el rector de la UBA, doctor Guillermo Jaim Etcheverry, y el presidente del Conicet, doctor Eduardo Charreau, además de un nutrido grupo de investigadores y docentes. Por
Susana Gallardo (*) 
El nuevo instituto se compone de cuatro laboratorios: Fisiología y Biología Molecular, Neurobiología de la Memoria, Fisiología de Insectos y Embriología Animal. Se trata, en total, de 16 grupos de investigación encabezados por destacados científicos, y que incluyen alrededor de 60 becarios, técnicos y estudiantes avanzados. Respecto de los temas que se investigan se pueden mencionar, entre otros, la regulación de la expresión genética, las señales bioquímicas de proliferación y muerte celular, las proteínas que regulan el crecimiento celular, la regulación neuroendócrina, los circuitos neuronales, los mecanismos de formación de la memoria, y la biología del aprendizaje. Apoyar la investigación en la Universidad ¿Cómo se hace un muy buen Departamento de Física? Trayendo muy buenos físicos y construyendo cuatro paredes alrededor", con estas palabras que remiten a una broma expresada por Jorge Sábato, el doctor Pablo Jacovkis sintetizó el significado de la creación del nuevo instituto. "Habiendo un conjunto de gente que trabaja en áreas afines y complementarias, el Conicet interpreta que es importante apoyarlos como institución. Como dice el decano, estaban los investigadores, había que poner las paredes"; afirmó el doctor Osvaldo Uchitel, director del IFIBYNE. Y subrayó: "Esto muestra la intención del Conicet de querer apoyar institucionalmente a la investigación en la Universidad". En la FCEyN existía un instituto de neurociencias, dirigido por el doctor Affani, quien se jubiló. Asimismo se jubilaron otros investigadores y el instituto quedó vacío. "Nosotros aprovechamos la estructura burocrática existente y la renovamos. Así, ese instituto pasó a ser un nuevo instituto, más amplio y con otras líneas de investigación complementarias", señaló Uchitel. Según el investigador, el nuevo instituto, que como tal no tiene espacio propio ajeno a las otras actividades de la Facultad, puede plantearse trabajar en forma conjunta con la Universidad y el Conicet para promover la incorporación de nuevos laboratorios, más allá de los proyectos interdisciplinarios que ya existen. Y también puede generar proyectos de mayor envergadura. "Y esto es algo que los institutos pueden y deben hacer", destacó Uchitel. Asimismo el instituto puede ser un buen punto de contacto entre el Conicet y la Universidad para reincorporar investigadores que están actualmente en el exterior, porque ofrece un marco de trabajo que los puede albergar. "Esta combinación Conicet-Universidad expresa la esperanza de las instituciones de poder seguir adelante", señaló el doctor Eduardo Charreau. Uchitel destaca el hecho de que el Conicet haya aceptado como director adjunto del instituto al doctor Omar Coso. "Esto es importante porque evidencia que el Conicet está así aceptando a gente más joven en los cargos directivos", enfatiza. El instituto cuenta con una estructura interna muy democrática, en la cual los 16 investigadores que encabezan los diferentes grupos conforman un cuerpo legislativo que evaluará todas las decisiones que se tomen. La creación de este nuevo instituto también facilita los aspectos más pragmáticos del trabajo de los grupos de investigación. "Hay cosas que la Facultad no le provee a los investigadores. Esto no es una crítica, es una realidad. Tener un instituto del Conicet significa contar con aportes para poder mantener las estructuras básicas, como el teléfono", comenta Uchitel. En el acto de inauguración, el doctor Guillermo Jaim Etcheverry afirmó: "Lo más destacable es la enorme cantidad de gente joven que sigue trabajando y esforzándose por la ciencia en momentos tan difíciles". Y agregó: "El mantenimiento de núcleos de calidad como éste es sumamente valioso por los trabajos que realizan y publican, pero tiene además la dimensión de una tarea de pioneros en un país arrasado, devastado. Estamos sentando las bases para lo que todos queremos que sea el país del futuro y estoy seguro de que van a hacer contribuciones que dentro de cincuenta años serán recordadas".
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