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Martes 28 de octubre de 2003

Por nuestro pan de cada día

  "Nosotros no dejamos pasar la oportunidad para recordar, en ocasiones como esta, a los compañeros que no están" decía César, un militante del Movimiento de Trabajadores Desocupados (MTD) de Almirante Brown, mientras la voz comenzaba a quebrarse por la emoción. "Nos gustaría tanto que Darío (Santillán) estuviera acá compartiendo con nosotros este momento, pero su recuerdo, trabajando en la bloquera, nos servirá de ejemplo" y el tenue hilo de voz fue apoyado con el estallido de aplausos y la descarga de los nombres de los piqueteros víctimas de la represión de los últimos años.

  Todo esto sucedía en un escenario poco frecuente, el pasado viernes 24 de octubre, cuando los representantes del MTD compartieron la mesa con el decano de la FCEyN, Pablo Jacovkis, y el Secretario de Extensión, Cultura Cientifica y Bienestar (SEGBE), Diego Weinberg, para dejar inaugurada la panadería de la Facultad.

  Luego de varios meses de intenso trabajo necesario para adecuar las instalaciones, la Facultad puso en marcha una panadería en la que el MTD producirá -dentro mismo de la Facultad- pan, facturas, tartas, etc., destinados a la comercialización general y, en particular, a la provisión del comedor del Pabellón 2.

  "Para nosotros el piquete es un instrumento de reclamo, pero no un fin en sí mismo lo que queremos es trabajar, ganarnos con nuestro trabajo el alimento para la familia" comenta César subrayando el pensamiento de algunos grupos que se hicieron famosos en los piquetes y que ya sienten la necesidad de madurar como organización superando la etapa acotada al reclamo callejero.

  Las panaderías del MTD abastecen merenderos y comedores donde diariamente acuden cerca de 400 familias. Desde estas panaderías no sólo se provee pan y facturas a los vecinos, sino que también se enseña el oficio a jóvenes que se encuentran fuera del mercado laboral por su falta de experiencia en el trabajo formal.

  La posibilidad de producción y comercialización de las panaderías es insuficiente para el abastecimiento de pan y facturas a la escala proyectada, por eso, la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales destinó y equipó un espacio del subsuelo de su comedor para tal fin.

  Como oportunamente sucedió con la gestión del Bar del Pabellón II, a cargo del Centro de Jubilados y Pensionados de Bajo Belgrano, este nuevo emprendimiento será otro ejemplo palpable de que las concesiones a empresas cuyo único fin es el lucro no son el paradigma excluyente de la organización. Por el contrario, hay innumerables oportunidades para gestionar eficientemente las concesiones al mismo tiempo que se dan nuevos pasos para reintegrar a las víctimas de un modelo que dejó fuera del sistema a millones de argentinos.

 

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