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Viernes 1ro. de octubre de
2004 Aprovechando su paso por Buenos Aires, la investigadora chilena Graciela Muñoz, editora de la única revista científica en formato electrónico de Latinoamérica que se encuentra indexada en el ISI, brindó una conferencia en la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA acerca de las ventajas de la edición de este tipo de publicación, en particular para los países en vías de desarrollo. Por
Susana Gallardo (*) "Tener una revista científica ISI en formato electrónico es posible, y es una opción para los países con menos recursos", así inició su conferencia en la Facultad de Ciencias Exactas la doctora Graciela Muñoz, profesora de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, y editora de la Electronic Journal of Biotechnology, la única revista de América Latina en formato exclusivamente electrónico que se encuentra indexada en el ISI (Institute for Scientific Information). El objetivo de la charla fue difundir esta experiencia y crear la conciencia en los investigadores de que ellos, además de producir conocimiento, también pueden ocuparse de gestionar su comunicación al resto de la comunidad científica; es decir, no dejar tan importante tarea en manos de la empresa privada, para la cual la ciencia es sólo un negocio. El Electronic Journal of Biotechnology es una publicación en formato electrónico creada en 1997. Sale tres veces al año y es de acceso gratuito. Se encuentra localizada en dos servidores: http://www.ejbiotechnology.cl localizado en el hemisferio sur y http://www.ejbiotechnology.info localizado en el hemisferio norte. Su comité editorial se compone de prestigiosos investigadores de todo el mundo (algunos argentinos), y en él figura como miembro de honor el premio Nobel James Watson, descubridor, junto con Francis Crick, de la estructura del ADN. La publicación también figura en las bases de datos Medline, AGRICOLA, ARL, Bioline International, BIOSIS, Biotechnology Abstracts, CAB Abstracts, Chemical Abstract, Elsevier Bibliographic Database, Food Science and Technology Abstracts (FSTA), Periodica, Ulrich Directory y SciElo. Revistas ISI ¿Qué es el ISI? Se trata de una institución privada, creada hace 45 años, que pertenece a la Corporación Thomson y cuya tarea es brindar "soluciones de información a investigadores y docentes universitarios". Su producto más conocido es la colección de información bibliográfica de alrededor de 8.800 revistas evaluadas. Las revistas que se encuentran en esa base de datos son las más prestigiosas porque han pasado todas las pruebas de evaluación y cuentan con un factor de impacto, es decir, un dato que indica cuántas veces han sido citadas en el término de un año. El impacto se calcula sobre la base de un período de dos años, es decir, que para que una revista cuente con dicho factor, debe tener una antigüedad como miembro del ISI de por lo menos tres años. El valor surge de sumar el total de citas de los artículos de una revista durante dos años, y dividir ese valor por la cantidad de artículos publicados durante el mismo período en un área determinada. Para dar un ejemplo, la revista Science tiene un factor de impacto para el año 2003 de 29,162 y Nature, 30,979. Pero las revistas con menor impacto pueden tener 0,001. El publicar en una revista ISI otorga prestigio no sólo al autor, sino también a la institución y al país donde se realizó la investigación, en forma independiente de la nacionalidad del autor. Por ejemplo, un investigador argentino que trabaje en Estados Unidos, y publique en una revista de esta categoría, enriquece la productividad científica, no de la Argentina sino de los Estados Unidos. "La publicación en revistas ISI es el único indicador de productividad científica utilizado a nivel internacional", subraya Muñoz. Si un artículo tiene un solo autor, el aporte de la publicación es 1. Si tiene dos autores, y cada uno de ellos trabaja en diferentes países, ese artículo aporta un valor de 0,5 a cada autor y, por ende, al país. Publicaciones y productividad científica En función de la cantidad de artículos publicados por los diferentes países en revistas ISI, la National Science Foundation de los Estados Unidos (NSF) entrega estadísticas acerca de la productividad en ciencia de los países. El criterio empleado es el de dividir el mundo en ocho regiones, lo que pone en evidencia la gran desigualdad existente. Las regiones líderes -América del Norte, con Estados Unidos y Canadá, y Europa occidental- aportan el 73 por ciento de la producción total en el período 1990-1999, mientras que algunas regiones tienen una productividad casi nula. Mientras que en dicho período los Estados Unidos han publicado casi el 40 por ciento de artículos científicos en revistas científicas ISI, América Latina sólo contribuye con un 1,7 por ciento a la productividad científica internacional. De los 34 países que componen la región, los que van a la cabeza en producción de ciencia son Brasil, México, Argentina y Chile, en orden de mayor a menor. En el resto, la producción es menor e, incluso, hay países que no producen en ciencia. Según Muñoz, hay una correlación entre la productividad en ciencia y el número de revistas ISI en cada país. Existe asimismo una relación entre la generación del conocimiento y la preocupación por la gestión de ese conocimiento. No todos los países producen ciencia: del total de 199 países del mundo, 53 no producen ciencia (27 por ciento). Y no todos tienen revistas ISI: sólo un 52 por ciento. Y apenas el 6,5 posee revistas ISI en formato electrónico. "Estas revistas no han podido despegar debido a la desconfianza de los investigadores", subrayó. La primera revista científica de la historia fue Philosophical Transactions, de la Royal Society de Londres, que apareció en 1665. Simultáneamente se creó una publicación similar en Francia. Sin embargo, la primera publicación científica de los Estados Unidos data recién de 1813. "Este país, a pesar de haber comenzado un siglo y medio más tarde que Europa, es líder en ciencia y tecnología", reflexionó Muñoz, y se preguntó: "¿Y esto a qué se debe?" Luego intentó una respuesta. "En 1863 el entonces presidente Abraham Lincoln creó la Academia Nacional de Ciencias con el fin de que brindara asesoramiento al gobierno en temas de ciencia y tecnología, y allí se halla la razón por la cual los Estados Unidos son un país líder: porque el gobierno creyó, y cree, en la ciencia y en los científicos", destacó, y enfatizó: "La idea es que los políticos escuchen a los investigadores, que crean que éstos tienen algo para decir. Pero la ciencia no va a dar una solución inmediata, sino rigurosidad y conocimiento, y ésa es la base para el desarrollo y para la transformación social". Ventajas de las revistas electrónicas Muñoz enumeró las ventajas que entraña el formato electrónico. En primer lugar, la distribución y acceso instantáneo, sumado al acortamiento de los tiempos de publicación. De hecho, una vez que un artículo ya ha sido aceptado, es colocado en la página de la revista en la sección denominada "próximo número". Pero una ventaja aún más importante es que no hay límites estrictos en la extensión de los textos así como en la presencia de figuras a color o gráficos. Estos componentes imprescindibles de todo artículo científico resultan muy costosos en el formato papel. Además, el formato electrónico permite las posibilidades del hipertexto (incluir vínculos con otros sitios) y el hipermedio, por ejemplo la inclusión de un video, o de imágenes tridimensionales. ¿Cuáles son los requisitos para figurar en el ISI? En primer lugar, la rigurosidad en la periodicidad de una publicación. Si el editor se compromete a que la revista salga el día 3 de cada mes, por ejemplo, la revista debe salir en esa fecha en forma inevitable. Asimismo, la publicación en cuestión debe cumplir con una serie de requerimientos editoriales, como que cada artículo sea evaluado por pares (peer review). El ISI también evalúa el contenido de los artículos publicados y exige que la revista tenga el carácter de internacional: esto significa que el comité editorial, los árbitros, los autores y los lectores sean de diversos países. A su vez, los miembros del comité editorial, los autores y referís son evaluados en función de sus artículos en revistas ISI. El editar una revista científica en formato electrónico no es una tarea sencilla. Muñoz señaló la cantidad de tiempo que demanda y relató las dificultades que debió sortear. El figurar en la base de datos del ISI fue un gran logro, pero es necesario mantenerlo. Para ello es necesario cumplir rigurosamente con las fechas de publicación, y mantener la calidad de los artículos mediante su evaluación por árbitros estrictamente seleccionados. La revista hoy se financia con un aporte de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso y cuenta también con un subsidio de CONICYT y de la UNESCO, para lo cual la editora se comprometió a producir, con cada edición de la revista, un número de CDs que el organismo internacional distribuye en los países más pobres, cuyos investigadores, con una computadora sin conexión a Internet, pueden navegar en la revista. Muñoz está satisfecha con su tarea y su esperanza es que América Latina pueda contar con más revistas científicas electrónicas indexadas en el ISI. Será cuestión de poner manos a la obra. Productividad Científica por región
Fuente: Graciela
Muñoz
(*) Centro de Divulgación Científica - FCEyN.
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