A la página principal

puntitogris.gif (801 bytes)

Opinión        Libros y Revistas         Agenda        Documentos

puntitogris.gif (801 bytes)

PUBLICACIONES

Breviario

Cable Semanal

Educyt

Exactamente

Lista Exactas

MicroSemanario

Buscador
powered by FreeFind


Búsqueda Local
Búsqueda Web

Martes 21 de marzo de 2005

Construir una Facultad que le sirva a la sociedad

Por Jorge Aliaga.


Jorge Aliaga.

  Sr. Rector, Sres. Decanos y Vicedecanos, Sr. Presidente del CONICET, Sr. Presidente de la Agencia para la Promoción Científica y Tecnológica, Miembros de la Comunidad Universitaria, Invitados Especiales, Amigos

  Ante todo quiero expresar mi reconocimiento al Decano saliente. Mas allá de su gestión, de la que no voy a opinar porque he estado involucrado en parte de ella, Pablo ha dado sobradas muestras de ser una persona de bien y honesta, lo que ciertamente no es poca cosa.

  Asumo hoy el cargo de decano de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires. Lo hago consciente de la enorme responsabilidad que esto implica y con esperanzas por las posibilidades que se nos presentan. Comienzo señalando que esta es la sexta asunción consecutiva de autoridades elegidas según el estatuto de la Universidad, lo que por suerte va empezando a dejar de llamar la atención.

  El país ha sufrido una debacle económica en los últimos 40 años, que ensanchó las diferencias entre ricos y pobres, destruyó la clase media, llevó la desocupación y la exclusión social a límites incompatibles con la supervivencia del país, eliminó la industria nacional y el mercado interno, y dejó un Estado ausente que se desentendió de la salud y la educación públicas.

  La Universidad fue testigo hace 39 años del inicio de esta tragedia, en los hechos conocidos como “La Noche de los Bastones Largos”, cuyos alcances se profundizaron con la intervención de Otalagano y el golpe de Marzo de 1976. Esta semana estamos recordando el trigésimo aniversario del último golpe militar, y quiero aprovechar esta ocasión para invitarlos a participar de las actividades que estamos organizando para el próximo jueves 23, a las 18.00 hs. en el aula magna del Pabellón II y que continuarán con charlas debates los dos jueves posteriores.

  Aun en este contexto económico, la Facultad inició su reconstrucción con el regreso de la Democracia, mejorando la calidad de la docencia y la investigación a través de concursos periódicos abiertos. La plena vigencia de las estructuras departamentales nos permitió superar los vicios de las cátedras cerradas.

  Sería irracional pretender una Facultad de Ciencias duras de primer mundo en un país que, por ejemplo, destruye la escuela técnica porque no la necesita. Tampoco alcanza con que se planteen cambios económicos circunstanciales: 40 años de modelo neoliberal requieren de un proyecto de país de mediano y largo plazo que revierta la enorme desigualdad actual en la distribución de la riqueza. Necesitamos recrear un país con los ideales de Moreno, Belgrano y Castelli: justicia, equidad, industria y educación.

  Hoy el gobierno plantea aumentar sustancialmente el número de investigadores en pocos años. Esto sería impensable si lugares como esta Facultad, el mayor centro de docencia e investigación del país por la diversidad de disciplinas, número de investigadores y producción científica, no hubiese hecho un esfuerzo sostenido desde 1983 para mantenerse vital y mejorar su nivel.

  La formación de científicos no es cuestión de poner plata un día, sino de contar con recursos humanos de calidad que puedan formar a los nuevos investigadores, y esto requiere una inversión de mediano y largo plazo. Es por eso que pedimos horizontes claros para el sistema. Cuando se recuerda la Universidad del 58-66 no siempre se dice que los sueldos de los docentes investigadores estaban equiparados a los de los jueces y legisladores, lo que claramente era una definición de prioridades. Por eso pedimos al Gobierno una recomposición inmediata de los sueldos más bajos del sector, para que los jóvenes investigadores tengan un salario mínimo de 2000 pesos, una redefinición de los nomencladores, que hoy premian la antigüedad más que las categorías, y una mejora salarial de mediano plazo, que acompañe un aumento del nivel adquisitivo de los sectores más postergados de la población, que nos equipare con países vecinos, como Brasil y Chile.

  Un país en crecimiento demandará profesionales en ciencias duras, lo que ya se verifica en áreas como química y computación. Pretendemos estar a la altura de este desafío, reafirmando el compromiso con una Universidad pública y gratuita, masiva y de calidad.

  Mantendremos el sistema de concursos periódicos abiertos para todos los cargos, no solo para ser designado sino también para ser renovado, tanto sea para cargos regulares como interinos, desde profesor titular a ayudante de segunda, orgullo de esta Facultad desde hace más de 15 años. Discutiremos de manera amplia y plural las necesidades de creación de nuevas carreras y la actualización de los planes de estudio, incluyendo el primer año de los mismos. Trabajaremos para mantener el nivel de nuestros doctorados, que hoy constituyen el 60% del total de la UBA, y el 25% de todo el país.

  Se apoyará la creación de nuevos grupos de investigación dando oportunidades a jóvenes investigadores. Impulsaremos la incorporación de Docentes-Investigadores de primer nivel, que son siempre una fuente de aire fresco para la comunidad y los estudiantes, pero también reconoceremos el trabajo serio de aquellos investigadores que seguramente no obtendrán un premio Nobel, pero que permiten el buen funcionamiento de la Facultad, porque ningún equipo se construye solamente con estrellas, sino con la sinergia que genera la mística de un proyecto común.

  Pretendemos construir un nuevo vínculo con el CONICET. La Facultad cuenta con más de 250 investigadores de esa institución que no están adscriptos a ningún instituto. Creemos que el Conicet debe ayudar a la Facultad con los gastos de funcionamiento que requiere la labor de esos investigadores, de la misma forma que lo hace con los que están en institutos. Impulsaremos las actividades de vinculación tecnológica, que en esta Facultad han tenido un gran crecimiento en los últimos años al compás de la recreación de pequeñas y medianas empresas.

  Se impulsarán proyectos de extensión, por ejemplo a través del recientemente creado programa “Exactas con la Sociedad”, cuya inscripción se encuentra abierta en este momento, dando continuidad a iniciativas actuales como la colaboración con fábricas recuperadas, la importante participación de la Facultad en el Centro Universitario Devoto en el marco del Programa UBA XXII, la Dirección de Orientación Vocacional y las Semanas de las Ciencias, que reciben más de 10.000 alumnos secundarios por año.

  Pero dado que esta Facultad deberá tener un rol principal en el aumento de investigadores que planea el Poder Ejecutivo deberemos actualizar nuestra infraestructura edilicia y crecer. Durante mucho tiempo se desatendió la inversión en equipamiento. En los últimos años esta tendencia se ha revertido, por ejemplo a través de PME’s. Pero nunca se tiene en cuenta la inversión edilicia. Esta Facultad fue pensada hace más de 40 años, y lo último que se construyó tiene más de 30. Debemos invertir en recomponer los 100.000 metros cuadrados de edificios con que contamos y también en crecer, para poder formar los profesionales que el país nos demanda. Buscaremos fuentes de financiamiento para ello en la Universidad a través de la elaboración de proyectos específicos. Tendremos como guía la figura de Rolando García, que nos demostró que es posible construir, aunque sea necesario definir a las mesadas como “soportes antigravitatorios para material científico” y a las máquinas de escribir como “transcriptores de fonemas”, porque siempre habrá un Capitán-Ingeniero de turno.

  Finalmente, seguiremos propendiendo al mejoramiento de las actividades no-docentes, jerarquizando y reconociendo a los trabajadores que realizan su tarea con eficiencia y dedicación. Muchos años de bajos salarios y la pérdida social del valor del trabajo también han repercutido en nuestra Facultad. La valoración de la carrera no-docente que hemos impulsado en los últimos años mediante la realización de concursos para ingreso y promoción han dado sus frutos y la continuaremos en el futuro. Siempre he hablado en los pasillos tanto con el profesor titular como con el ordenanza de categoría 1, y lo seguiré haciendo.

  Todo esto sería imposible si estuviese planteado como un proyecto personal. Creo que hemos constituido un grupo numeroso que trabajará en equipo, formado por estudiantes, graduados y docentes, porque siempre hemos creído en un proyecto transversal a la estructura de claustros.

  Con Carolina constituimos una nueva generación que se hace cargo del gobierno de la Facultad.

  Nuestro compromiso es construir una Facultad que le sirva a la sociedad, que forme buenos profesionales, comprometidos con su país, hacer investigación y extensión de calidad, todo eso desde la autonomía universitaria. Autonomía que se nos ha dado porque se supone que somos los más idóneos para hacer la mejor universidad pública al servicio del país, y no para defender intereses personales o de corporaciones. Lo haremos dialogando con todos, pero seremos inflexibles ante los intereses sectoriales que conspiren con los de la sociedad, denunciándolos públicamente.

  Para llevar todo esto adelante tenemos 1461 días, y el primero ya está corriendo, así que pongámonos a trabajar. Muchas gracias.

 

NOTICIAS | BREVIARIOS | CABLE SEMANAL | EDUCYT | EXACTAMENTE | LISTA EXACTAS
MICROSEMANARIO | OPINION | AGENDA | LIBROS Y REVISTAS | DOCUMENTOS