Edición Electrónica del
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1 de Diciembre de 2003
Año 15 - Nº 515
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***ÍNDICE
PASIÓN DE INVESTIGADORES
Entrevista a Juan Miguel Santos
EN BUSCA DEL ADN PERDIDO
GREMIALES
BIBLIOTECA
EVENTOS
NOTICIAS BREVES
SEMINARIOS
CULTURA
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>>> PASIÓN DE INVESTIGADORES
Entrevista a Juan Miguel Santos
Por Ignacio Uman (*)
Este año nuestro país participó nuevamente en el mundial de fútbol
de robots, representado por el equipo UBASot del Departamento de
Computación de la FCEyN. El evento, organizado anualmente por la
Federation of International Robot-soccer Association (FIRA), se desarrolló
a fines de septiembre en Viena, Austria, y reunió a países de América,
Asia, Europa y Oceanía. La actividad tiene como objetivo promover el
intercambio en robótica e inteligencia artificial (IA).
El año pasado UBASot tuvo una brillante actuación en el mundial de
fútbol de robots de Corea. En aquella oportunidad se adjudicó el tercer
puesto en la categoría de simulación y llegó a los cuartos de final en
robots reales. Pero este año los resultados de la competencia en Austria
fueron adversos para el UBA team, quedó en las últimas posiciones de las
categorías donde participó. Más allá de la competencia misma, el trabajo
de este grupo de investigación presenta desarrollos muy novedosos a nivel
científico y tecnológico.
En una charla a fondo con Cable Semanal, Juan Miguel Santos -doctor
en Computación y director del Grupo de Inteligencia Computacional aplicada
a Robótica Cooperativa- reflexiona sobre la experiencia que dejó el mundial
y da a conocer interesantes desafíos que debe afrontar un investigador en
cuya agenda figura una actividad como el fútbol de robots.
Cable Semanal: -¿Cómo fueron los días de preparación previos al
mundial?
Juan Miguel Santos: - Muy intensos. Las seis personas que
viajamos -Javier Barra (tesista), Juan Santos (docente), Flavio
Scarpettini (graduado), Sergio Soria (tesista), Andrés Stoliar
(pasante alumno) y Demián Wassermann (pasante alumno)- salimos el
24 de septiembre al mediodía pero, siendo las siete de la mañana de
ese día, el equipo todavía estaba en la Facultad desde el día
anterior preparando y probando cosas. En el grupo también trabajan
Patricia Borensztejn (docente), Ariel Curiale (pasante alumno),
Héctor Fassi (graduado), Juliana Gambini (jefe de TP), Julio Jacobo
(docente), Andrea Katz (pasante alumno), Marta Mejail (docente) y
Juan Rojas (tesista).
En Austria continuamos lo que nos quedó pendiente. Finalmente
llegó el día de la competencia en el Centro de Exposiciones de
Viena y participamos en cuatro categorías: Robots Reales 5 vs. 5
y 7 vs. 7, Simulación 5 vs. 5 y Robots Khepera (MiroSot Middle
League, MiroSot Large League, SimuroSot Middle League y
KheperaSot). Además teníamos que presentar cinco artículos en el
congreso de robótica (FIRA World Congress), hacer la preparación
previa de cada partido, lo que tiene que ver con los aspectos
absolutamente técnicos y, en medio de cada encuentro, revisar cada
detalle.
C.S.: -¿Con qué se encontraron a la hora de competir?
J.M.S.: -Nosotros teníamos la expectativa de que el comité de la
competencia iba a tener una organización mejor que la del mundial
del año pasado en Corea. Realmente la organización tenía serias
dificultades: el cronograma de la competencia en las distintas
categorías no sólo cambiaba todos los días sino que nos adelantaban
o retrasaban partidos, y no teníamos acceso a Internet. En
realidad el mayor problema que se nos presentó fue la iluminación.
C.S.: -¿Podría dar detalles?
J.M.S.: -La primera vez que tuvimos que calibrar nuestro equipo
antes del primer partido contra Corea nos encontramos con que el
sistema de iluminación del lugar donde se jugaron los partidos
tenía serios problemas: 1) Según el reglamento el piso del campo
de juego tiene que ser de pintura no reflectante y en este caso no
lo era. 2) La luz proyectada sobre la cancha no era homogénea
(también el reglamento habla al respecto). Si dividimos la cancha
en cuatro áreas, los dos plafonds de tubos fluorescentes caían
sobre dos áreas solamente (dos óvalos de luz) y las otra dos que
estaban a los costados tenían una intensidad mucho menor. 3) El
nivel de luz era bajo (no llegaba a 1000 lux, ni mucho menos, que
es lo reglamentario). 4) La iluminación ambiente era mayor que la
iluminación dentro la cancha, tan es así que se veían sombras en el
campo de juego. 5) Había una pantalla gigante donde se transmitía
el partido; cuando se prendía tenía una imagen con mucha
luminosidad y cambiaba la iluminación de la propia cancha.
Cuando el ojo humano ve todo esto no lo percibe con demasiado
detalle pero la cámara de video sí. En particular nuestro sistema
de visión está basado en el concepto de contornos activos. Este
concepto es muy interesante, pero depende mucho de cómo se puede
identificar la mancha de color del parche que está ubicado sobre el
robot. Si uno calibra el color del robot en un sector de la cancha
y en otro sector la luz es mayor, el color se quema por el exceso
de luz. En otros sectores donde hay menor iluminación,
directamente no se ve, o se dificulta identificar al robot. Este
problema lo sufrieron en mayor o menor medida todos los equipos:
en este momento tengo presente a México, Holanda y Corea -el equipo
Kinggo de Corea jugó la final con cinco robots en lugar de siete
porque no podía identificarlos- en especial en la categoría de 7
contra 7, MiroSot Large League.
En nuestro caso, la iluminación hizo que automáticamente el sistema
de control envíe un comando que hace que los robots se detengan
cuando el sistema de visión no los reconoce durante más de 330
milisegundos. Este comando es una protección. También desaparecía
la pelota, o no había suficiente contraste entre el color magenta
del robot y el anaranjado de la pelota. En general no se
respetaron las condiciones reglamentarias. Eso influyó
definitivamente en nuestros resultados.
A pesar de todo esto, en América seguimos siendo el equipo mejor
posicionado y quedamos cuartos en 7 vs. 7 y octavos en 5 vs. 5.
C.S.: -¿Pudieron presentar algún reclamo por las dificultades de
iluminación?
J.M.S.: -Sí, hicimos una solicitud informal detallando los
problemas que existían y luego hicimos una presentación formal ante
el presidente del evento, Dr. Man-Wook Han, Institute for Handling
Devices and Robotics, Vienna University of Technology. Nos dijo
que "entendía que existía el problema" y que "iba a intentar
solucionarlo". Pero no lo pudieron solucionar, en especial porque
no es sencillo armar un nuevo sistema de iluminación en medio de la
competencia.
C.S.: ¿Cómo se plasmaron algunas de las nuevas líneas de trabajo
de este año?
J.M.S.: -En la categoría Khepera-Sot era la primera vez que
competíamos. El desarrollo del robot para competir fue liderado
por Javier Barra con la colaboración de Andrés Stoliar. Hicieron
una excelente tarea. Uno de los resultados de este último año fue
que desarrollamos una cámara de video digital que el robot lleva
incorporada en su interior, con sensor matricial o CCD como tiene
cualquier videofilmadora o cámara de fotos. La cámara captura
imágenes de 640 por 480 píxeles, a 30 cuadros por segundo, y es
completamente programable. Lo que sucedió es que la cámara estuvo
lista poco tiempo antes de la competencia pero, para conectarla al
robot, hacía falta una interfase y lamentablemente Javier no pudo
terminar todo el código de software que se necesitaba para
comunicar el microprocesador del robot con el microcontrolador de
la interfase. Y tuvimos que competir sin cámara, solamente con los
sensores infrarrojos del robot.
Algo para tener una cuenta es que si uno quiere comprar esta cámara
en el mercado tiene un costo de aproximadamente 2500 dólares con
interfase incluida. Pero, al desarrollarla nosotros, el costo del
producto fue menor a los 500 dólares. Fue una experiencia muy
valiosa implementar este desarrollo y hacerlo acá en el país. Los
resultados en la competencia no fueron buenos pero, una de las
cosas que rescato, es que la gente de otros equipos, por ejemplo de
Australia y Estados Unidos, se quedó muy impactada con la cámara.
Muchas de las universidades que participaron se mostraron muy
interesadas por este desarrollo y quedamos en mandarle
documentación al respecto. En particular la gente de la
universidad austriaca de Innsbruck quiere que le prestemos la
cámara, por lo que estamos en tratativas.
C.S.: -¿Cuáles son las dificultades de diseñar una cámara de video
digital en nuestro país?
J.M.S.: -El principal obstáculo es el siguiente: desarrollar una
cámara digital de video en Argentina implica hacer algo nuevo, y
hacer algo nuevo cuando se combina hardware y software tiene sus
dificultades, por ejemplo la dificultad para conseguir los
componentes de fabricación, las herramientas para programar
determinado microcontrolador, etcétera.
C.S.: -Porque hay componentes que no se fabrican acá en Argentina.
J.M.S.: -Definitivamente. Los componentes los compramos en el
exterior: la óptica en Alemania, el sensor CCD y otros componentes
en Estados Unidos, etcétera. Estos componentes se denominan de
montaje superficial y son los que no se venden acá, o en todo caso
se venden en muy pocos lugares. Uno de los problemas es el
desarrollo de los circuitos impresos para montar estos componentes
en Argentina. Nosotros ya veníamos de la experiencia de
desarrollar los robots Chebot, que utilizamos este año en las
categorías de Robots Reales, y habíamos conseguido una empresa
argentina, DAICHI, que desarrollaba estos circuitos impresos. Por
lo cual sabíamos que eso se podía hacer, entonces nos dedicamos a
diseñar hardware. Además en robótica, cuando uno adquiere
hardware, tiene que pagar un alto valor agregado por el diseño. En
nuestro país podemos diseñar hardware, nosotros lo demostramos, y
la cámara funciona bien. La cuestión es decidirse a hacerlo, esto
lleva mucho tiempo, trabajo y dinero.
C.S.: -Considerando el costo de esta cámara de video que ustedes
desarrollaron, imagino que sería un negocio bastante rentable si se
pudiese comercializar.
J.M.S.: -Sin duda. Dentro de la Facultad hay una incubadora de
empresas que se llama IncubaCEN (de la Fundación Ciencias Exactas y
Naturales) donde los productos como el robot Chebot o la cámara
digital están siendo desarrollados con la intención de generar un
emprendimiento en el que se puedan comercializar y utilizarse para
diversas aplicaciones (industriales, médicas, etcétera). Hay un
problema en el medio, y es que nosotros somos investigadores y
tenemos un límite: disponemos de las ideas, tomamos la iniciativa
del desarrollo y lo llevamos a cabo, pero no tenemos el know how
para generar una estrategia de marketing. Lo bueno es que hay
muchos otros emprendimientos en la Facultad que se están llevando a
cabo.
C.S.: -Faltan políticas que avancen en esta dirección.
J.M.S.: -Claro. Falta un proyecto de acuerdo entre el Estado, la
industria y la universidad que permita aceitar estos mecanismos de
transferencia. Por ejemplo, cuando estuvimos en Corea -en el
mundial del año pasado- nos encontramos con una asociación de
industrias en robótica, Korea Association of Robotics (KAR), que
surge de varios años de inversión estatal y privada, y de acuerdos
entre universidades y empresas. Eso nosotros no lo tenemos, y
estamos convencidos de que es necesario y muy útil. Por lo cual,
lo que hacemos es dar un paso en esa dirección. Creemos que si en
algún momento aparecen iniciativas de inversión desde el Estado o
alguna cámara empresaria o industrial, va a ser muy importante que
ya haya una estructura incipiente.
C.S.: -¿Cómo fue la tarea de desarrollar robots propios?
J.M.S.: - Alguna gente nos dijo "y bueno, déjenlos, total qué daño
pueden hacer a la sociedad". Finalmente los desarrollamos y
funcionaron muy bien cuando el sistema de control podía manejarlos.
El primer día, gente de otros países se acercó a ver nuestros
robots, que tienen una tecnología basada en un nuevo tipo de motor
y de control (paso a paso con caja de reducción, pasos de una
décima de milímetros). En general no hay expectativas de que un
país en vías de desarrollo lleve este tipo de productos a Austria.
Para nosotros fue muy valioso desarrollar robots propios. De
vuelta nos sucedió que al haber dedicado mucho tiempo en esta tarea
no pudimos disponer del tiempo necesario para integrar
absolutamente todo. Además desarrollamos un sistema de navegación
superior al que utilizamos en Corea pero el sistema de navegación
necesita la retroalimentación del sistema de visión, cosa que no
tuvimos.
C.S.: -¿Qué diferencias tiene este sistema de navegación con
respecto al que utilizaron el año pasado?
J.M.S.: -Básicamente, cuando un robot se desplaza, cambia su
posición dentro del campo de juego. La cámara detecta este cambio,
se lo informa al sistema de navegación y este sistema de navegación
calcula para ese instante de tiempo las velocidades de las ruedas
(izquierda y derecha). El sistema que teníamos antes daba una
respuesta que demoraba en promedio entre 60 y 100 milisegundos y no
era tan preciso. En cambio, al tener un sistema de navegación como
el de este año que puede dar una respuesta en 8 milisegundos (a
veces menos), deja 20 milisegundos al sistema para cumplir otras
tareas y el robot se comporta de forma más precisa. Otra
diferencia que hubo es que los robots Yujin que usamos el año
pasado eran coreanos, y si los llevábamos a una velocidad superior
a 80 centímetros por segundo, por problemas de control interno del
robot, se comportaban de una forma no deseada; en cambio los
robots que nosotros desarrollamos se pueden mover hasta 150
centímetros por segundo. Tienen una aceleración controlada y una
velocidad efectiva mayor.
C.S.: -En la categoría de robots simulados el año pasado ustedes
fueron los campeones del mundo occidental ¿Qué sucedió esta vez?
J.M.S.: -Por un lado, parte de la gente vinculada a Simulación,
Héctor Fassi y Flavio Scarpettini, se abocó a trabajar en una nueva
estrategia para los robots reales. Se desarrolló nuevamente un
predictor de pelota, trabajo hecho por Juan Rojas -una tarea muy
impresionante- y se desarrolló el nuevo método de navegación. El
tema es que había que integrar al sistema toda esa porción de
software y la nueva estrategia que implementamos. El propósito era
hacer una nueva plataforma que tuviera todos esos desarrollos
integrados. Ellos trabajaron muy bien y se volcaron bastante a esa
tarea, les quitó bastante tiempo para el desarrollo del sistema de
simulación. Entiendo que ese fue uno de los motivos por los que no
se pudo obtener una mejor performance. Por otro lado, el equipo
trabajó específicamente en simulación, hubo una evolución, se podía
haber evolucionado más, lo que sucede es que uno puede ir y perder.
C.S.: -¿Cree que en simulación hubo un crecimiento exponencial de
los otros equipos?
J.M.S.: -Probablemente. Lo interesante es que el equipo argentino
que salió subcampeón en el Campeonato Argentino de Fútbol de Robots
2003 (CAFR 2003), del colegio Schöntal, después salió subcampeón
mundial en la categoría de Simulación en Austria.
Ese también fue otro de los objetivos de nuestro grupo: fomentar
la actividad. Para eso se hizo el CAFR 2003. Los equipos
SimulArlt, de Tortuguitas, y Schöntal, de Capital Federal, se
motivaron mucho e hicieron sus primeros pasos en un mundial.
C.S.: -En general, ¿hay algo que le haya llamado la atención con
respecto al nivel de los otros equipos?
J.M.S.: -Sí, algo que notamos es que tecnológicamente los robots
adquirieron mayor envergadura, son más precisos y más veloces. En
la parte de robots bípedos de la categoría HuroSot -donde nosotros
no participamos pero sí lo hicieron Australia, Canadá, Corea y
Singapur- notamos un desarrollo mayor. Nada que nos sorprenda, no
es un salto cualitativo inmenso sino que son pequeños avances. Y
yo creo que en realidad las cosas suceden así, con pequeños logros,
cada tanto hay un avance que genera un hito. Esto es un poco la
historia de las ciencias. Ningún investigador pretende cambiar el
eje del conocimiento, le gustaría, pero en lo que se basa es en
aportes que tienen un efecto multiplicador cuando se comparten y se
comunican en congresos, jornadas, etcétera. Y quizás esos aportes
permiten que en algún momento haya un quiebre.
C.S.: -¿Cómo evalúa la experiencia del mundial de este año?
J.M.S.: -Para ser honestos, el estado de ánimo que vivíamos ahí
era muy fuerte. Por más que uno realmente entiende que esto es
experiencia, que los propósitos del proyecto están más allá de
competir en un campeonato, etcétera, uno está triste o con bronca
al ver que en otras condiciones, por ejemplo de iluminación, el
desempeño del equipo hubiese sido distinto. Aparecen sentimientos
que no puedo negar, no sólo míos sino de todo el grupo que trabajó.
Cuidaremos ese aspecto para la próxima vez. Aún así, el grupo
humano fue increíble porque, pese a haber tenido la experiencia de
dos reveses muy contundentes -perder 20 a 0 ó 18 a 1 contra los
equipos de Corea en 7 contra 7-, la gente seguía trabajando como si
nada los detuviera, con el ánimo de superarse. De hecho algunos de
los problemas en el sistema de visión fueron superados. Una cosa
curiosa en un partido contra Austria, en MiroSot 5 contra 5, es que
hubo un robot al que el sistema de visión veía bien por la
combinación de colores y la forma, y no era tan afectado por el
sistema de iluminación. Y era un defensor tan impresionante que la
gente del equipo alemán se acercó a felicitarnos. La experiencia
fue dura desde el punto de vista de que, si uno va a competir,
quiere ganar, pero lo más importante es que no hay que desviarse.
Hay que evaluar un año y medio de trabajo en el que se lograron
resultados muy importantes.
C.S.: -La principal autocrítica ¿sería la cantidad de objetivos
ambiciosos que se propusieron para esta oportunidad en particular?
J.M.S.: -Un proyecto de investigación nunca termina de ser
ambicioso -sería un poco soberbio pensar lo contrario-. Lo que nos
pasó es que decidimos hacer muchas cosas en este último año. Esa
quizás es una autocrítica: cuando uno tiene que integrar tantas
innovaciones, estas pueden fallar. Eso es algo que suele suceder y
que efectivamente nos sucedió. Si tenemos en cuenta solamente el
plan de competir en el mundial, los objetivos fueron ambiciosos en
términos del tiempo disponible -un año-.
Pero no estoy arrepentido de impulsar todos estos objetivos, no los
impulsé yo solo, sino también los docentes que coordinan y con los
que cooperamos permanentemente. Porque, en definitiva, el fútbol
de robots es una excusa para el desarrollo de la robótica y la
inteligencia artificial, y en ese sentido lo tomamos. Eso provoca
que algunas veces, tal como nos pasó esta vez, los resultados en la
competencia puedan ser desfavorables, pero no en términos del
proyecto, porque creo que hay resultados que justifican largamente
lo que hacemos: tesis de licenciatura, investigadores formándose,
productos desarrollados, artículos publicados, etcétera.
C.S.: -¿Qué lugar ocupa el mundial de fútbol de robots en todo el
proyecto UBASOT?
J.M.S.: -La competencia en sí es una instancia donde hay diversos
factores. Si se gana o se pierde, hay que tomarlo de la misma
manera, y seguir trabajando sin perder la perspectiva. Más allá de
eso, nuestro principal objetivo no es competir en campeonatos de
fútbol de robots sino seguir avanzando en el conocimiento y la
investigación en robótica e inteligencia artificial.
(*) Departamento de Computación
* Más Información en la Red:
UBASot - Equipo argentino de Fútbol de Robots
http://www.dc.uba.ar/people/proyinv/robotica/spa/pg_index.php
Vuelve el mundial de fútbol robótico
http://www.fcen.uba.ar/prensa/noticias/2003/noticias_29sep_2003.html
Campeonato Argentino de Fútbol de Robots 2004
http://www.exa.unicen.edu.ar/cafr2004/
FIRA. Robot Soccer World Cup Austria
http://www.ihrt.tuwien.ac.at/
http://www.ihrt.tuwien.ac.at/FIRAWM03/english/default.html
FIRA. El sitio de la Federación Internacional de Fútbol de Robots
http://www.fira.net/
Korea Association of Robotics
http://www.robotics.or.kr/english/company_info/01.htm
>>> EN BUSCA DEL ADN PERDIDO
El estudio del material genético fósil es un pasaporte al pasado.
Este viaje por especies y poblaciones extinguidas hace millones de
años permite reconstruir un mundo que hasta hace poco sólo parecía
exclusivo de la ciencia ficción.
Por Cecilia Draghi (*)
Que el hombre del Neanderthal que siempre se creyó antecesor del
moderno, una especie de eslabón perdido, haya convivido con él; que la
caída de Imperio Romano pudo tener entre sus causas a la epidemia de la
malaria; o que las moas, -aves voladoras de Nueva Zelanda extinguidas hace
900 años por la caza intensiva- hayan sido parientes del ñandú y no del
kiwi, como siempre se supuso, son algunas sorpresas que develan el estudio
del material genético del pasado. Esta técnica hoy permite reconstruir un
mundo hasta hace poco sólo exclusivo de la ciencia ficción.
Sin los efectos especiales de Hollywood, los científicos en sus
laboratorios se las ingenian para recrear el ayer con técnicas que permiten
extraer y analizar antigua información genética o ácido
desoxirribonucleico, conocido como ADN. "La historia evolutiva de los
organismos está escrita en el ADN. Desde que Watson y Crick lograron
describirlo en 1953, los avances que se han sucedido gracias a su
comprensión permitieron romper las barreras del orden cronológico de los
seres vivos", relata Viviana Confalonieri, del departamento de Ecología,
Genética y Evolución de la Facultad.
Este pasaporte al pasado se obtuvo hace muy poco tiempo cuando
científicos norteamericanos de la Universidad de Berkeley extrajeron ADN
del último ejemplar de cuagga, una especie de équido que vivió en África
hasta hace 140 años y estaba guardado en el Museo de Historia Natural de
Mainz, Alemania. "En su trabajo de 1984, publicado en Nature, Higuchi y
Wilson anticiparon que la confirmación de que el ADN podía sobrevivir por
largos períodos de tiempo, tendría un gran impacto en la paleontología, la
biología evolutiva, la arqueología y la medicina forense, beneficiando el
desarrollo de estas disciplinas", destacan Confalonieri, y Analía Lanteri
del departamento Científico de Entomología del Museo de La Plata, en un
artículo publicado en Ciencia Hoy.
Tras los tesoros antiquísimos
Los protagonistas que se lanzan en esta búsqueda del ADN antiguo
están lejos de la indumentaria de Indiana Jones pero cerca de sus aventuras
y desventuras para conseguir verdaderos tesoros con material genético del
pasado. Es que no es fácil hallar una muestra preservada de la
descomposición natural que sobreviene con la muerte de la mano de enzimas
degradantes, así como de bacterias, hongos e insectos.
Conservar el ADN intacto, o lo más aproximado a esta situación,
sólo es posible si aquel ha tenido la suerte de toparse con condiciones que
detienen o aletargan el proceso mortal de destrucción. "El frío es un
excelente preservador, como lo prueba el Hombre del Hielo de Tirol, de 5000
años de antigüedad; o los mamuts de Siberia que se calculan tienen entre
20 y 40 mil años", describe Confalonieri. En el otro extremo, el clima
caluroso y seco lleva a un proceso conocido como momificación natural.
También hay garantías de éxito de conservación si el cadáver quedó
atrapado o encriptado en resinas de coníferas que al fosilizarse producen
una de las pocas gemas orgánicas conocidas, el ámbar. Otro tanto ocurre si
los restos de la especie en cuestión yace en pantanos con exceso de humedad
y ausencia de oxígeno que bloquean la descomposición.
Si los científicos han tenido la fortuna de dar con algunos de
estos tesoros, aún prosiguen las dificultades. "Por mejor conservado que
esté el ADN antiguo, se halla degradado, es decir que esta molécula
normalmente larga, se encuentra rota en pequeños fragmentos", puntualiza.
Una solución a esta dificultad es la técnica PCR o reacción en cadena de la
polimerasa. "Es como una fotocopiadora de ADN", compara Confalonieri,
docente de FCEN. Su uso está muy difundido en criminología que con una
muestra pequeña, por ejemplo la de un pelo, logra datos que antes requerían
extraerlo de toda una cabellera.
"Un tubo con la muestra de ADN es colocado en un aparato que eleva
y desciende la temperatura (termociclador) y tiene lugar una serie de
reacciones que amplifica el material", agrega.
Es decir, que aunque la cantidad inicial de ADN sea escasa, luego
de la reacción de PCR se dispondrá de material suficiente como para
proceder a su secuenciación, o sea la determinación de orden en que se
encuentran ubicadas las bases nitrogenadas, responsables de la información
genética que residen en el ADN.
"Otro inconveniente habitual es que el ADN antiguo pueda
contaminarse con ADN moderno. En este caso es crucial seguir
procedimientos de laboratorio estrictos que aseguren la esterilidad total",
destaca.
Sorpresas del pasado
Con las dificultades propias de descubrir estos tesoros de ADN
antiguo, así como lidiar con los inconvenientes de escasez de muestra o
contaminación, igualmente en estos pocos años de esta técnica que intenta
descifrar el material genético del pasado se han logrado significativos
logros. Por ejemplo, el haber detectado que el hombre de Neanderthal y el
moderno son linajes que se separaron hace 500 mil años y ambos convivieron
por la misma época, sin ser uno el antecesor del otro.
En forma exitosa se logró extraer y analizar el ADN de los mamuts
hallados en Siberia, que hoy están en una cueva en Rusia donde la
temperatura es siempre bajo cero. "Hay un proyecto general de clonar
especies extinguidas", destaca. Aquí el pasado se une con el futuro, ya
que por medio de procedimientos de clonación es posible perpetuar en el
tiempo linajes similares a los de sus progenitores. "No estoy de acuerdo
con estas iniciativas porque proponen incorporar cambios a un proceso
natural sin tener en claro cuáles podrían ser sus consecuencias", subraya
Confalonieri, doctora en ciencias biológicas.
Más allá de estas controvertidas posibilidades, lo cierto es que
esta técnica actualmente contribuye a profundizar el conocimiento sobre
organismos extinguidos en tiempos prehistóricos o en épocas más cercanas.
"La información sobre el ADN de especies o poblaciones -destacan en el
artículo de Ciencia Hoy- recientemente extinguidas o en peligro de
extinción, permitirá además adoptar medidas a favor de la conservación de
la biodiversidad". Por último coinciden en señalar: "Los estudios de ADN
antiguo han dado un renovado impulso a las investigaciones antropológicas y
arqueológicas relacionadas con la evolución de poblaciones humanas y sus
hábitos culturales. Es de esperar que el avance tecnológico en el cambio
de la biología molecular ayude a obtener resultados cada vez más
confiables".
¿Auténtico o no?
El ADN antiguo no está exento de debate acerca de su autenticidad y
pone en tela de juicio las pruebas que se han hecho en muestras de millones
de años de antigüedad. Según cálculos de Thomas Lindahl, especialista
inglés, "muestras de más de 100.000 años de antigüedad es casi improbable
que contengan moléculas de ADN analizables, salvo que estén conservadas en
ámbar". En caso de que no se hallen en estas condiciones, no serían
fiables.
(*) Centro de Divulgación Científica de la FCEyN.
//////////////////////////////// GREMIALES \\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\
>>> RESULTADOS DE LAS ELECCIONES DE APUBA
El martes pasado se realizaron comicios para renovar representantes
en la comisión interna de APUBA.
Los resultados fueron los siguientes:
Lista 5 169 votos
Lista 33 162 votos
Nulos 6 votos
En blanco 12 votos
Total 349 votos
/////////////////////////////// BIBLIOTECA \\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\
>>> PEDIDO DE ARTÍCULOS
La Biblioteca Central de esta Facultad informa que los pedidos de
artículos en El País y al Servicio de British Library, se recibirán hasta
el día 5 de diciembre de 2003, reiniciándose el servicio en febrero del
2004.
Informes: Elena González
elena@bl.fcen.uba.ar
///////////////////////////////// EVENTOS \\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\
>>> CHARLA SOBRE LA ESTRELLA DE BELÉN
La Luna con Telescopio en Cuarto Creciente
Sábado 6 de diciembre, 21:00 hs.
Plaza Roque Sáenz Peña, Boyacá y J. B. Justo
Auspician: CGP Nº 11 y Observatorio Buenos Aires.
///////////////////////////// NOTICIAS BREVES \\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\
>>> RESULTADOS CONFIRMADOS
Los resultados de la Competencia Internacional de Programación de
la ACM publicados en el Cable Semanal 513 como no oficiales, han sido
oficializados. La mejor posición se define por la mayor cantidad de
problemas resueltos y el menor puntaje posible (correspondiente al menor
tiempo de resolución, ya que en la tabla están ordenados de menor a mayor
puntaje).
El director regional de la ACM otorgó 4 plazas para Sudamérica. La
Universidad de Palermo competirá en la final de la ACM en Praga, en marzo
de 2004, representando a la sede Argentina-Chile (también llegaron a la
final dos equipos de Brasil y un equipo de Venezuela).
/////////////////////////////// SEMINARIOS \\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\
>>> SEMINARIO SOBRE LAS ART
El Servicio de Higiene y Seguridad en el Trabajo invita a todos los
trabajadores de la FCEyN a participar del seminario "Todo lo que usted debe
saber sobre su aseguradora de riesgos de trabajo".
Dicho seminario estará a cargo del Dr. Luis Berlín, Servicio de
Medicina Laboral de la FCEyN.
Esta capacitación tiene como objetivo que los trabajadores conozcan
sus derechos y sepan como actuar ante un accidente de trabajo.
Los seminarios se dictarán en diversos días, horarios y pabellones.
Se puede presenciar cualquiera de ellos.
Cronograma:
Aula Magna del Pabellón 1: Jueves 11 de diciembre, 19:00 hs.
Aula 6, entresuelo del Pabellón 2: Jueves 11 de diciembre, 10:00 hs.
Aula 25 del Pabellón Industrias: Jueves 11 de diciembre, 17:00 hs.
///////////////////////////////// CULTURA \\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\\
>>> ÓPERA
UBA-Teatro Colón
Temporada 2003
Carmen
Música de Georges Bizet
Dirección: Christof Escher
Orquesta Estable del Teatro Colón
Coro Estable del Teatro Colón
Coro de Niños del Teatro Colón
Viernes 12 de diciembre,
20:30 hs.
Informes y reservas: Hasta el 5 de diciembre inclusive de lunes a
viernes de 15:30 a 20:00 hs. en el Centro Cultural Ricardo Rojas,
Corrientes 2038, 2do. piso, Buenos Aires.
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Edicion Electronica del Cable Semanal
Producido por la Oficina de Prensa
Secretaria de Extension, Cultura Cientifica y Bienestar
Facultad de Ciencias Exactas y Naturales - UBA
Editores Responsables: María Fernanda Giraudo y Carlos Borches
Redacción: Patricia Olivella
Soporte Tecnico: Matias R. Pedraza.
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